¿Lula sí o Lula no?
La justicia brasileña decidió dejar a Lula afuera de la carrera presidencial con frágiles argumentos que fueron denunciados a nivel internacional.
Por Redacción La tinta
Luego de que el Tribunal Superior Federal (TSF) dejara afuera de la carrera presidencial al ex mandatario Luiz Inácio Lula Da Silva, claro favorito en las encuestas para imponerse en las elecciones que se realizarán el próximo 7 de octubre en Brasil, a nivel nacional e internacional se escucharon las voces de quienes condenan esta decisión judicial.
El tribunal apeló a la ley de “ficha limpia”, que impide la postulación de quien tenga una sentencia en segunda instancia. Lula fue condenado a 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de la causa Lava Jato y, desde el 7 de abril, está preso por orden del juez Sergio Moro. Se lo acusa de haber recibido un departamento en el balneario paulista de Guarujá en carácter de soborno por parte de la constructora OAS. Lula, sus abogados y el Partido de los Trabajadores (PT) denunciaron en reiteradas oportunidades falta de pruebas y persecución política.
Pese a la nueva sentencia del TSF, el ex presidente podrá apelar la medida. Al mismo tiempo, el Tribunal Electoral tiene plazo hasta el 17 de septiembre para definir si Lula podrá competir en los comicios de octubre próximo. Si el fallo del TSE es negativo, el PT podrá recurrir al Tribunal Superior Federal.
El juez instructor Luis Roberto Barroso, integrante del TSF, propuso un plazo de diez días al PT para que reemplace a Lula como candidato, lo cual puede encumbrar a esa posición a Fernando Haddad, hasta ahora compañero de fórmula del ex mandatario. Asimismo, el juez instructor subrayó que Lula no podrá aparecer en los espacios de propaganda política del PT en ningún medio, incluida la televisión, en la que la campaña de los candidatos presidenciales comenzó este sábado. El juez Barroso negó cada uno de los argumentos de la defensa de Lula, en su mayoría apoyados en una cautelar del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que pedía garantías para su participación en las elecciones, sobre la cual afirmó que “no es vinculante”. Por su parte, los abogados de Lula alegaron que esa decisión debe ser cumplida, ya que Brasil es suscriptor del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, invocado por el citado comité, pero Barroso insistió en que el país no ha incorporado aún el pacto a su legislación, con lo que ese acuerdo “no tiene carácter de derecho interno”.
Con Lula en las calles
Frente a la decisión del TSF, el PT emitió un comunicado en el que afirmó que “seguirá luchando por todos los medios para garantizar” la candidatura del ex mandatario. “Vamos a presentar todos los recursos a los tribunales para que sean reconocidos los derechos políticos de Lula –indicaron desde el PT-, previstos en la ley y también en los tratados internacionales ratificados por Brasil. Vamos a defender a Lula en las calles, junto con el pueblo, porque él es el candidato de la esperanza”.
Desde el Partido de los Trabajadores, explicaron que es falso que la ley de ficha limpia impida la candidatura de Lula, ya que la norma “dice que la inelegibilidad puede ser suspendida cuando haya un recurso plausible a ser juzgado. Y Lula tiene recursos tramitando en el Superior Tribunal de Justicia (STJ) y en el Supremo Tribunal Federal (STF) contra la sentencia arbitraria”.
A su vez, señalaron que es mentira que Lula no pueda participar en las elecciones por estar encarcelado, teniendo en cuenta que la Ley Electoral “prevé que un candidato sub judice (en fase de juicio) puede ‘efectuar todos los actos relativos a la campaña electoral, incluso utilizar el horario electoral gratuito en la radio y en la televisión, y tener su nombre mantenido en la urna electrónica’”.
El PT recordó que la justicia electoral brasileña “reconoció los derechos previstos en estas dos leyes a decenas de candidatos en recientes elecciones. En 2016, 145 candidatos a alcalde disputaron la elección sub judice, con registro rechazado, y 98 fueron elegidos y gobiernan sus ciudades. ¿Es sólo para Lula que la ley no vale?”.
También recordaron que el Comité de Derechos Humanos de la ONU determinó a Brasil garantizar los derechos políticos de Lula, incluso el de ser candidato. “Brasil tiene obligación de cumplir, porque firmó el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Y el Congreso Nacional aprobó el Decreto Legislativo 311 que reconoce la autoridad del Comité”, aseveraron desde la organización.
El PT alertó que la “violencia practicada hoy expone a Brasil ante el mundo como un país que no respeta sus propias leyes, que no cumple sus compromisos internacionales, que manipula el sistema judicial, en complicidad con los medios, para hacer persecución política. Este sistema de poder, fuertemente sostenido por la Red O Globo, llevó el país al atraso, el pueblo al sufrimiento y trajo el hambre de vuelta”.
En tanto, el Movimiento Sin Tierra (MST) rechazó la medida judicial contra Lula y expresó que, al anular su candidatura, “la clase dominante forja una elección que no respeta la soberanía popular y deslegitima definitivamente las instituciones, el Estado y la democracia”.
En un comunicado, el MST advirtió que Lula es un preso político y que los poderes político y judicial quieren suspender los derechos de miles de brasileños y brasileñas. El MST también denunció que el poder judicial se asemeja a una dictadura que suspende el ejercicio de la democracia. “Defenderemos la candidatura de Lula hasta el final. Su campaña será hecha por el pueblo en las calles. ¡Nadie va a callar nuestra voz!”, sentenciaron desde el movimiento social.
Voces contra la justicia brasileña
Desde diferentes partes del mundo, se levantaron las voces para respaldar a Lula y condenar la decisión que lo aleja de la carrera presidencial. “No hay casualidades, es saña”, afirmó el premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, por medio de su cuenta oficial en Twitter. “Sigue la lucha para que vuelva la democracia y la justicia a Brasil”, añadió. El defensor de los derechos humanos opinó que la medida contra Lula es una continuidad del impeachment contra la ex presidenta Dilma Rousseff.
El ex mandatario de Ecuador, Rafael Correa, también se sumó a las críticas y denunció el “silencio cómplice” de los grandes medios transnacionales. “Se extienden los golpes blandos en nuestra América, frente al silencio cómplice de la prensa burguesa y del mundo entero”, manifestó Correa.
Al mismo tiempo, el presidente de Bolivia, Evo Morales, repudió el veto judicial “porque atenta contra la democracia y la voluntad del pueblo brasileño”. A su vez, la ex mandataria argentina, Cristina Fernández, expresó su apoyo a Lula y manifestó que le impiden “ser candidato presidencial porque saben que ganaría ampliamente las elecciones de octubre. En Brasil, los medios de comunicación, en coordinación con el Poder Judicial, también han arrasado con el Estado de Derecho”.
“No estoy en condiciones de juzgarlo (a Lula), porque no soy un experto jurídico. Pero los procedimientos, desde mi punto de vista, causan más preguntas que respuestas”, dijo por su parte el ex presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
Por último, la cancillería cubana denunció en un comunicado “la inhabilitación de Luiz Inácio Lula Da Silva que lo priva de presentarse como candidato del Partido de los Trabajadores a la presidencia del Brasil, con lo que se impide que el pueblo brasileño vote por el más popular aspirante a ese alto cargo”.
“En el mes de abril del presente año, se encarceló a Lula con fines políticos y se le impide acudir a los medios de comunicación, como parte de las maniobras para evitar que las fuerzas políticas que emprendieron un proceso de transformaciones sociales en Brasil regresen al gobierno”, remarcó el texto oficial. A su vez, el gobierno de Cuba reiteró su solidaridad “con el compañero Lula, el Partido de los Trabajadores y el pueblo brasileño”.
*Por Redacción La tinta