Qarla Quispe, chola empollerada
Qarla Quispe es una artista plástica, diseñadora gráfica y de modas peruana que se ha propuesto reivindicar la pollera andina bajo un formato empoderado, urbano y joven. Este lunes 6 de agosto estará compartiendo «La rebelión de las polleras», una charla taller que llega a Córdoba a través de la Red de Gestoras Culturales y que tendrá lugar en Espacio 75.
Por Julieta Pollo para La tinta
Qarla Quispe interviene polleras, símbolo cultural milenario de Los Andes. Como si se tratase de lienzos en blanco, la diseñadora les imprime un mensaje contundente: el empoderamiento de la mujer latinoamericana y la reivindicación de los pueblos peruanos.
Warmichic , «mujer elegante» en quachua, es el nombre que lleva su emprendimiento de moda urbana experimental. Hoy que el proyecto creció y sus prendas llegan a todas partes de América, Europa y Asia, Qarla trabaja junto a los vecinos en la producción y distribución de sus prendas.
Hija de madre arequipeña y padre canteño, Qarla vivió desde muy pequeña en Comas a uno quince kilómetros de Lima. Sin embargo, ella se considera Huancaína de alma porque es en esta zona del Perú donde vivió una fiesta popular que le cambió la vida: en la danza de las miles de polleras de variados diseños y colores ella vio un sueño.
«No conozco personalmente a mi abuelo y lo fui a buscar a Huancayo, cuando llegué me encontré con la fiesta del ‘Tayta Shanty’ o ‘Fiesta del Patrón Santiago’, vi tres mil polleras, con tres mil diseños hermosos. Mi abuelo tenía una calle con su nombre, y me encariñé tanto con el lugar que me siento huancaína», cuenta Qarla a Trome.
Sus polleras, estrechas en la cintura y prominentes a la altura de las caderas, son creadas a partir de diversas técnicas y materias primas. La diseñadora quiere llevar al ámbito urbano estas prendas tradicionales peruanas, reivindicando su raíz cultural con una mirada actual.
En sus inicios recibió el apoyo de su madre para poder comprar los materiales necesarios para confeccionar sus piezas. Realizaba la serigrafía ella misma y utilizaba las telas que tenía al alcance: hasta llegó a reciclar afiches de las fiestas chicha y bolsas de papas.
Las dificultades económicas no la desanimaron y tampoco lo hizo la baja nota con que calificaron este proyecto cuando lo presentó como tesis de fin de grado en la Escuela de Bellas Artes. Poco tiempo después, mientras vendía en la feria de Barranco, una diseñadora argentina se enamoró de su trabajo y le compró la primera tanda de polleras, con lo cual Qarla pudo invertir en materiales y avanzar con Warmichic.
Uno de los aspectos mas interesantes de su trabajo es la investigacion profunda que emprende para diseñar cada nueva colección. Ya cumplió su sueño de crear una coleccion de polleras para niñas, y hoy Qarla quiere ver crecer su proyecto, ayudar a otras artistas jóvenes a impulsar sus proyectos y crear el Museo de las Polleras.
«Se trata de trasladar historias personales de diseño popular en esta prenda de bagaje cultural, que es la pollera. Me apropio de ella para plasmar a través de técnicas modernas -serigrafía, sublimado, xilografía- historias mías», asegura la diseñadora peruana.
► La rebelión de las polleras de Qarla Quispe. Lunes 6 de agosto de 17 a 20 hs. en Espacio 75 Córdoba (Rodríguez Peña esq. Jerónimo Luis de Cabrera).
*Por Julieta Pollo para La tinta.
