«La gestión piensa a la línea 144 como un call center”
Sofía, trabajadora de la línea 144 de asistencia para casos de violencia de género de la provincia de Buenos Aires, dialogó con “Insurgentes” por Radio Sur 88.3 para denunciar que cinco trabajadoras fueron despedidas por ejercer sus derechos laborales.
Por Notas
—¿Cómo está la situación en la línea 144?
—Concretamente el martes pasado, a las trabajadoras del equipo de seguimiento de la línea 144 contratadas, que realizamos las mismas tareas que las trabajadoras de planta, nos acaban de informar que estamos siendo despedidas, que nuestros contratos no se van a renovar. Esto es una decisión de Agustina Ayllón, que es la subsecretaria de Género de la provincia. Cuando nosotras preguntamos por qué, básicamente plantearon que no les gusta que hagamos paro.
—¿No les gusta que ejerzan sus derechos?
—Claro, contradictorio y hasta hipócrita porque trabajamos con mujeres en situación de violencia de género y sobre la base de que son sujetas con derechos. Pero parece que las trabajadoras de la línea 144, contradictoriamente, no podemos ejercer nuestros derechos porque la gestión nos despide.
—¿A cuántas personas despidieron?
—En este momento somos cinco contratadas, nuestros contratos eran cada cinco meses. El 25 de mayo terminaban y nos acaban de avisar, después de que hicimos una nota este lunes preguntando porque no aparecían nuestros contratos. La respuesta fue que no van a haber contratos para nosotras, sí para otras personas pero no para nosotras porque no les gusta que hagamos paro.
Ellos plantean que tenemos una visión distinta de la que tiene la gestión. La gestión tiene un grupo de contratos que van en paralelo a los de planta permanente, sin importar que hagan la misma tarea, y que estos contratos son utilizados como quieren para desarrollar su política. Mi duda fue: ¿somos funcionarias? Claramente la respuesta fue que no, sino que la gestión hace lo que quiere con esos contratos y que el mío no iba a tener continuidad.
—Siguiendo el conflicto de la Línea 144 sabemos que denuncian que las condiciones de trabajo son insalubres ¿Qué reclaman al respecto?
—Estas medidas que veníamos, y seguiremos, realizando tienen que ver con la calidad de nuestras condiciones de trabajo pero también de servicio. Este servicio tiene que ver con el acceso a derechos fundamentales y, en particular, con derechos en el marco de la violencia de género. Lo cierto es que nuestro edificio sigue sin estar fumigado y estamos expuestas a malas condiciones de salubridad por nuestro trabajo.
Tenemos situaciones distintas: las contratadas del call center son empleadas de comercio, aunque sean psicólogas, trabajadoras sociales, contratadas por una sociedad anónima, otras somos contratadas con un contrato privado con la Subsecretaría.
—En los dos casos están tercerizadas, pero en uno dependen exclusivamente de una empresa privada…
—Exacto. Con todas las dificultades que esto conlleva en la pérdida de derechos, porque para contratarnos se considera nuestra profesión pero no nos pagan conforme a nuestra formación, no hay un reconocimiento de título.
Y también pérdida de derechos relacionados con la salud de las trabajadoras, trabajar en violencia de género implica un deterioro y una exposición muy concreta en el cuerpo y en la salud psicofísica de las trabajadoras. Por supuesto que si se te considera empleada de comercio, no se te cuenta como expuesta a este tipo de tareas con lo cual no hay reconocimiento de este problema de salud.
—¿Cómo se compatibiliza esto con la difusión de la lucha contra las violencias de género que hace el gobierno de la Provincia de Buenos Aires?
—Desde que asumió la nueva gestión en particular, aunque esto ya venía siendo una línea de trabajo, la forma que tienen de pensar a la línea 144 es como un vendedor de servicios, como un call center al que uno llama cuando se le rompió el celular o quiere adquirir una nueva heladera.
La línea de la Subsecretaria de Género es “corto y transmito”. No hay trabajo en empatías, en capacitar a las trabajadoras, en una escucha saludable, en que la Provincia de Buenos Aires planifique políticas públicas para que después podamos articular con los distintos organismos que hoy están vaciados. En general es mucha propaganda y poco desarrollo en términos reales.
—Sin embargo hay que reconocer que las veces que una llama al 144, todavía las trabajadoras mantienen una atención empática.
—Totalmente, esto conecta con como empezamos con esta charla. Somos trabajadoras, somos integrantes de los movimientos de mujeres y de los espacios feministas y también somos profesionales con perspectiva de género. Sabemos cual es y valoramos mucho nuestro trabajo y no estamos de acuerdo, ni vamos a permitir, que la atención que desarrolla la Provincia de Buenos Aires a mujeres en situación de violencia sea “corto y transmito”. Las distintas actividades que venimos realizando ante la gestión tienen que ver con una necesidad de calidad en el trabajo que hacemos porque trabajamos con mujeres en situación de violencia en toda la provincia.
*Por Notas / Imagen de portada: Foto Política