«Se medica a partir del síntoma sin preocuparse por cuál es el origen de la enfermedad»
A cinco años de la represión en el Hospital Borda, entrevista a Ángel Barraco, miembro del Consejo Consultivo Honorario de la Ley de Salud Mental.
Por Mario Hernandez para Rebelión
—Se cumplieron 5 años de la represión en el Hospital Borda de la cual fuiste protagonista…
—Efectivamente, el 26 de abril fue el 5º aniversario de ese nefasto día. Los que más sufrieron el impacto fueron los pacientes que estaban internados en el Borda en ese momento, y los trabajadores; se desató una furiosa y brutal represión solo justificada para el poder gobernante.
En ese momento el Jefe de gobierno era Mauricio Macri, y la acción fue justificada por la apetencia de poder avanzar sobre los terrenos en base a su proyecto inmobiliario de estructurar el llamado Distrito gubernamental. Sacando la época de la dictadura, nunca había visto un despliegue de una fuerza represiva tan pertrechada, es más, me llamó la atención que el cuerpo desplegado tenía su denominación detrás y era “operaciones complejas”, eran prácticamente todos robocops. Uno se preguntaba para qué esta fuerza dentro de un hospital y sobre todo de un hospital de salud mental. A partir de ahí fui testigo como tantos otros de lo que se desató.
—¿Cuál fue el objetivo?
—Disponer de una cabecera de playa dentro del hospital para poder empezar a desplegar de a poco el traslado de las oficinas y los ministerios dentro del ámbito de los terrenos del Borda que después iba a avanzar progresivamente sobre el Moyano y sobre los Talleres Protegidos que están pasando el Moyano sobre la calle Suárez. Por eso tanta decisión, ya era la tercera vez que se embarcaban de forma solapada, entrando de madrugada en el hospital y si bien anteriormente se tuvieron que retirar, en esta oportunidad tenían la orden de quedarse y llevar adelante lo que finalmente hicieron, que fue destruir el Taller Protegido Nº 19.
Antes de venir para la radio estaba viendo el video que grabé en ese momento, es un video inédito porque está tomado desde atrás de la fuerza represiva, mientras que los videos que se vieron por los canales de televisión estaban tomados por delante de este cordón. En esta grabación se observa claramente a los dos responsables de la Policía Metropolitana, el Comisario Giménez y el Comisario Pedace, Jefe y Subjefe de la Policía en ese momento, constantemente hablando por teléfono, yendo de un lado para el otro recibiendo órdenes. Teníamos información que afuera del hospital estaba María Eugenia Vidal dando órdenes; también el Ministro Montenegro.
—En ese momento Vicejefa del gobierno de la Ciudad…
—Así es. Después recibimos otra información off the record, donde aparentemente en una reunión de Gabinete el día anterior el mismísimo Mauricio Macri dijo que había que tomar y llevar adelante el arrasamiento sin bancar ningún tipo de resistencia. Así que ahí se fundamenta esto que lamentablemente ocurrió y que uno no esperaba.
Es un hecho inédito en un hospital en el mundo, que una fuerza se despliegue así y que ejecute ese tipo de acción. No tenemos que olvidar además que había una cautelar de una jueza que indicaba no tocar ese edificio. Sin embargo fueron y lo tiraron abajo, con todo el mobiliario y máquinas adentro. El apuro los llevó a eso.
Una vez que lograron su cometido, varios legisladores le pidieron a los dos jefes de policía que retiraran la fuerza porque cada vez iba llegando más gente, trabajadores, familiares de pacientes preocupados y eso iba a generar un choque. Dejaron la fuerza y a los 10 minutos empezó la balacera. Ahí se observa cómo el Jefe de policía se acerca al grupo que estaba tirando y no imparte orden de parar, por el contrario, se da media vuelta y siguen tirando. Después se observa cómo tiraron al suelo a dos legisladores que intentaban mediar. No contemplaban absolutamente nada. Esto quiere decir que contaban con una orden completamente vertical y de obediencia debida respecto de lograr el cometido a cualquier precio.
—Estos hechos, han tenido un tratamiento judicial y me cabe preguntarte cuáles han sido los resultados…
—Los resultados son vergonzosos, porque hay responsabilidades políticas, desde el Jefe de Gobierno para abajo, pasando por el Ministro de seguridad, la Vicejefa, la Ministra de Salud de ese momento. Cuando se lleva a la justicia se hace todo un proceso donde paradójicamente quedan procesados 5 trabajadores y son exculpadas todas las responsabilidades políticas.
Solo quedaron procesados Giménez y Pedace que eran los ejecutores del operativo y máximos responsables de la Policía, pero este es un fallo que parece una burla. Si tomamos el caso de quien había sido Jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, que por el tema de Cromañón se le hizo un juicio político y se lo destituyó, yo creo que esto, y no comparando la cantidad de vidas que significó Cromañón pero sí por la responsabilidad política que supone, es insólito que no haya recaído sobre una sola responsabilidad política.
—El tema de los “fármacos para todo y todos” es un tema que hemos tratado parcialmente en varias oportunidades, pero quiero empezar preguntándote, ¿qué es un fármaco?
—Un fármaco es una molécula química que se produce sintéticamente para el tratamiento de alguna enfermedad o patología. Hablando a nivel general. Porque entiendo que apuntás más bien a los psicofármacos a los que hace referencia la nota de Le Monde Diplomatique que tiene que ver con la salud mental. Pero creo que hay que generalizarlo porque el tema está tomando una dimensión inusitada inclusive por fuera del ámbito de la salud mental.
En este momento en EE UU, en el Estado de Nueva York, hay un avance sobre 5 farmacéuticas como consecuencia de la prescripción indiscriminada que se hace de fármacos que tienen que ver con los opiáceos, derivados del opio, destinados al tratamiento de los dolores agudos.
En EE UU hay millones de personas que con cefalea o dolores de espalda están siendo tratados con estos opiáceos que terminan generando una adicción porque quienes los indican los mantienen en el tiempo, porque no solo está el interés de la farmacia sino también el supuesto lugar de protección o interés que puede generar la acción de un opiáceo.
Pero el tema de la sobredosis está generando más muertes que, por ejemplo, la sumatoria de todos los accidentes. Por eso el Estado de Nueva York ha generado una demanda de 500 millones de dólares, para empezar, contra 5 de estos laboratorios, para compensar los gastos que está generando y ponerle freno a las muertes. Son cerca de 91 personas por día que mueren por estas causas.
—¿Los psicofármacos son malos?
—Yo creo que no hay que demonizar las cosas. Los psicofármacos son un avance en la medida que tengan un uso racional. A partir de los ´50 empiezan a aparecer los primeros antipsicóticos. Y son valederos para un momento, para la fase aguda de lo que llamamos comúnmente locura, pero a nivel de lo que se denomina más terminológicamente psicosis, logran una estabilización y a partir de ahí la persona puede recobrar cierto nivel de funcionabilidad y cotidianeidad.
Lo que ha ocurrido ahora no es lo que en un principio se les adjudicaba a estos psicofármacos, sino que desde hace algunos años se están administrando de una forma abusiva y se está dando justamente esto por un entramado de circunstancias, que tienen que ver con el gran negocio dentro de la industria farmacéutica, no olvidemos que ha pasado a ser la primer industria del mundo sobrepasando a lo que mueve la industria del armamento; y para ello han destinado miles de millones de dólares para tener una supuesta racionalidad que justifique el uso.
Esta realidad pseudocientífica fue ejecutada a partir de la Asociación de Psiquiatras norteamericanos que son los encargados de desarrollar el famoso Manual Diagnóstico de los desórdenes mentales, más conocido como DCM, que nace hace 40 años con las primeras versiones y actualmente estamos en el número 5, donde ya están desarrollados cerca de 800 tipos de patologías y que, obviamente, no tienen fundamento ni causa ni etiología.
Quiere decir que han tomado el síntoma sin preocuparse por cuál es el origen o la etiología y, por lo tanto, se medica a partir del síntoma. Esto trae aparejado otra cuestión, que el fenómeno masivo hace que medique un médico generalista. O sea que cualquier médico al que una persona acude puede agarrar el Manual y según los síntomas que describe el paciente puede recetar.
—¿Qué es el DCM?
—Es un manual diagnóstico donde se concentra la mirada de un conjunto de especialistas reunidos, que van haciendo una clasificación diagnóstica de acuerdo a determinadas verificaciones que pueden hacer. Esto está muy ligado a un término que están utilizando ahora que es la medicina basada en la evidencia. Lo científico plasmado en base a lo que material u objetivamente se puede verificar. Esto genera una gran contradicción respecto de lo psíquico y mental, donde obviamente el acto psíquico no es verificable ni reproducible en un laboratorio. El acto psíquico como característica del funcionamiento humano obviamente es imprevisible e impredecible.
Y es acá donde viene la cuestión fundamental respecto de la crítica que está teniendo este Manual, incluso por un jefe ex integrante del DCM, el Dr. Alex Frances, que fue el redactor jefe del DCM 3 y 4, al observar lo que se ha hecho y estructurado con el DCM 5, que inclusive ya es un gran escándalo porque se ha comprobado fehacientemente la intervención de los laboratorios, es más, los psiquiatras que lo elaboraron pertenecían a los laboratorios.
En Europa se utiliza otro Manual que es el CIE10 que si bien es un manual diagnóstico de la psiquiatría, está basado en las 3 grandes estructuras históricas de la patología mental, que son las neurosis, psicosis y perversiones. En cambio estos han generado toda una serie de trastornos que ha dado cuenta, por ejemplo, que a raíz de todo este fenómeno de matanzas en los colegios haya salido Trump a decir que se trata de un problema de salud mental, a raíz de lo que está generando “el trastorno del terrorista”.
Esto es algo que no tiene base científica y desde una perspectiva que intenta adjudicarle a la causalidad de los trastornos como el del sueño, el del habla o de la alimentación, siempre un origen netamente biológico dejando por fuera todos los determinantes sociales que atraviesan a una persona. Quiere decir que una persona que tiene un padecimiento porque está desocupada, porque ha perdido su trabajo, ellos lo adjudican a un origen hormonal o metabólico o químico o biológico cuando sabemos que es producto de un sistema social, económico y político.
Esta es la situación que se está dando y este es el elemento que han tomado los laboratorios para tener un enorme ejército de lapiceras, que reitero, no es solo de los especialistas psiquiatras sino que han domesticado a todos los médicos generalistas, médicos de familia, a que se animen a prescribir psicofármacos. A este fenómeno se refiere la medicalización de la sociedad, no solo a la niñez con el famoso síndrome de déficit de atención e hiperactividad y otros trastornos que se van expresando en este DCM. Por ejemplo, me comentaba un psicoanalista que estuvo en EE UU, que están medicando mucho trastorno de rebeldía. Una fase más del DDA (Déficit de atención). Cuando esto tiene que ver con las vicisitudes de un avance social y cultural ligado a lo tecnológico donde a los chicos se los exige como si fueran adultos, con las pautas de éxito y adaptabilidad de adultos.
No tenemos que olvidar que gran parte del desajuste que se genera en los padecimientos mentales tiene que ver justamente con la exigencia de un sistema económico, social y político injusto que genera muchas de las situaciones que atraviesan a una persona para que puedan surgirle cualquier tipo de padecimientos.
—En varias oportunidades hemos abordado la problemática de la salud mental y la Ley de salud mental y al respecto se ha conformado un núcleo importante y fuerte en defensa de esa Ley. Me gustaría que actualizaras dónde estamos parados…
—Estamos en una situación bastante compleja y paradojal. Lo hemos tocado en su momento cuando desde el Gobierno nacional, específicamente la Dirección Nacional de Salud Mental aparece en el mes de noviembre un Proyecto para la modificación de la reglamentación de la Ley de salud mental, está la ley nacional y a su vez para su ejecución tiene un Decreto reglamentario que es el 603 del 2013. En noviembre apareció este proyecto para modificar esta reglamentación, había sido elaborado por el mayor número de representantes de la medicina y la psiquiatría y Prácticamente daba vuelta la Ley, desde la reglamentación desdecía y contradecía absolutamente el espíritu de la Ley.
Esto provocó de manera inédita un gran rechazo en prácticamente todo el país, inclusive movilizó en el extranjero, la OMS y la OPS se manifestaron al respecto. Fue una situación que operó políticamente, no solo rechazando sino también poniéndole un freno a lo que nosotros llamamos “modelo médico- psiquiátrico hegemónico” que históricamente domina e impone sus intereses que como hemos comentado anteriormente, está muy ligado a los laboratorios, y se pudo frenar.
Esto sucedió a partir de generar espacios muy puntuales como, por ejemplo, la Asamblea multisectorial en defensa de la Ley nacional de salud mental donde se generaron varias asambleas y muy concurridamente se debatió el camino a seguir y estructurar la lucha para enfrentar esa situación.
Hemos logrado que se retrotraiga, el Proyecto estaba listo para ser firmado por Macri, en su momento, pero con todo este movimiento de resistencia el Proyecto ahora está de vuelta en el Ministerio de Salud. En el interín hubo cambio de autoridades en el área de Salud y Salud mental. Lo corrieron a Lemus y apareció Rubinstein.
Lemus, representante de la corporación médica, fundamentalmente de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires, y aparece Rubinstein que proviene del ámbito privado, del Hospital Italiano, un hombre formado en Harvard, que trae bajo el brazo una modificación nefasta para los sistemas de salud argentinos que es el famoso CUS (Certificado único de salud), la cobertura universal de salud, esta cobertura es ni más ni menos que un seguro de salud al mejor estilo del que se desarrolla en muchos países, que lo que intenta es minimizar o achicar el sistema público de salud a partir de darle un mínimo de prestaciones y cuando la situación requiere de mayor complejidad eso hay que pagarlo.
Esto trajo aparejado el cambio del Director Nacional de Salud Mental, donde han puesto en funciones a un joven muy preparado que viene de Tandil donde dirigía el área de Salud mental en el municipio, lo conocemos hace mucho tiempo, pero está dentro de un esquema político al interior de Cambiemos, si bien es parte del radicalismo.
Estamos entonces en una situación peculiar, porque están quienes dialogan con él y lo ven en cierta sintonía porque apoya la Ley, pero dejan de lado que el marco que lo contiene es una política neoliberal que va hacia el achicamiento y que va a afectar no solamente a la Salud mental sino también a las prestaciones, sobre todo de 15 millones de argentinos que como falazmente se dice “no tenían cobertura”. Sí tenemos cobertura, todos la tenemos, si no estás dentro de un esquema de prepaga, seguridad social u obra social, la Constitución nacional y los pactos internacionales dan una cobertura gratuita de salud para todos los argentinos. Se inventó esto de que no tenían cobertura.
En este marco nos encontramos en una situación que restableció el funcionamiento del Consejo consultivo, estuvimos reunidos con el Director nacional de salud mental, que tiene un pensamiento que no es el retrógrado que tenía el anterior, el doctor Blake, pero no podemos escindir la cuestión personal a la cual no tenemos críticas, a la representación política que tiene como funcionario de Cambiemos.
Estamos en torno a esta situación de transición donde hay que estar atentos, porque tengo la sensación de que lo están utilizando como dique de contención, no hay que olvidar que cuando se hizo este cambio de autoridades a nivel de Salud en Nación con la asunción del Dr. Rubinstein, la única situación de tensión que se produjo fue en Salud mental a causa de este intento de cambiar la reglamentación y al poner a este nuevo director ha bajado la tensión y el conflicto pero creo que la política por detrás sigue siendo la misma. Así que estamos en alerta y movilización en los diferentes espacios.
—También sos asesor en la Legislatura, dentro del bloque del FIT. ¿En qué temas estás trabajando?
—Estamos trabajando en varios temas, en primer lugar, el más acuciante es la cuestión del tema salarial. Este increíble saqueo que se está haciendo al bolsillo de los trabajadores de la salud, donde obviamente se ofrece adecuar la masa salarial en base a porcentajes que están muy por debajo de la inflación.
Otro tema acuciante y que ya te adelanto que vamos a tener que estar muy encima, es que han reflotado otro proyecto inmobiliario, llevar dentro de los terrenos del hospital Muñiz, 4 hospitales, se denomina “Complejo hospitalario sur” que consiste en meter dentro de los límites del hospital Muñiz, que es un hospital de enfermedades infecciosas, el Hospital de gastroenterología, el Udaondo, que está en Caseros y Entre Ríos, el IREP, que anteriormente era ALPI en la calle Montañeses en Belgrano, el Hospital Marie Curie que es de oncología que está en el Parque Centenario y el Hospital María Ferrer de vías respiratorias.
Desde la perspectiva sanitaria es algo que no se puede contemplar porque no puede haber personas con problemáticas de este tipo dentro de un predio con personas con enfermedades infecciosas. Personas con problemas respiratorios, oncológicos o problemas gastroenterológicos en ese entorno es insostenible. Lo que pasa es que hay un gran negocio detrás, se venden los terrenos en los que están actualmente estos hospitales, sobre todo el IREP, que es el Instituto de Rehabilitación, y destinar parte del dinero a construir estos hospitales en este Complejo hospitalario sur en donde está el Muñiz y vender los terrenos originales.
El monto del diseño de este proyecto serían 165 millones de dólares, de los cuales gran parte los cubriría la venta de estos terrenos. Como siempre, como se está dando en otros niveles, están vendiendo todos los terrenos de la Ciudad de Buenos Aires, como han hecho con el Tiro Federal. También están tomando el Centro de salud mental Nº 1 que está en la calle Manuela Pedraza y Libertador, al que Macri fue dos veces y solo preguntó cuántos metros cuadrados tenía.
Hay toda una avidez de poder disponer de todos los terrenos que son significativamente apetecibles para desarrollar emprendimientos inmobiliarios y esto nos da la respuesta que así como pasó con el Borda, donde quisieron avanzar en los terrenos de Barracas, se está queriendo avanzar sobre los pocos terrenos de la Ciudad de Buenos Aires para desarrollar lo que más le gusta a estos gobiernos, tanto de la Ciudad como de la Nación, que son los emprendimientos de las constructoras a las cuales ellos son tan afines.
*Por Mario Hernandez para Rebelión