Cultivar el sueño colectivo desde el latido de nuestras comunidades
En marzo se realizó en el este cordobés el primer encuentro provincial de la Red Cultura Viva Comunitaria para avanzar en el impulso de delinear estrategias concretas que reconozcan, promuevan y fortalezcan a los procesos colaborativos y comunitarios desde el arte, la comunicación, la economía social y la cultura.
Por Julieta Pollo para La tinta
El primer encuentro provincial de la Red Cultura Viva Comunitaria, realizado el 3 y 4 de marzo en la localidad de Devoto, reunió a más de 20 organizaciones culturales de base comunitaria de distintos puntos de la provincia de Córdoba. La organización local Clericó Cultura Comunitaria, participante de la Red Cultura Viva del Este Cordobés, fue la encargada de coordinar este encuentro signado por el intercambio de experiencias, la convivencia y el trabajo colaborativo, en el que se profundizaron las nociones de autonomía, comunidad, comunicación y organización.
El encuentro congregó a representantes de múltiples localidades —Morteros, Balnearea, Colonia Marina, Quebracho Herrado, Colonia Vignaud, Sacanta, El Manzano, Salsipuedes, Villa Ciudad Parque, Laguna Larga, San Francisco, Miramar y Córdoba—, y contó con la participación de diversos núcleos de organización social como espacios culturales, grupos de teatro comunitario, casas colaborativas, clubes como el Centro Deportivo Cultural El Faisán, colectivos agroecológicos, redes de casas de bioconstrucción, murgas, elencos de teatro, centros de estudiantes, ensambles de folklore, músicos, artistas plásticos y artesanos.
La red comenzó a gestarse en Córdoba en 2014 cuando se realizó el Congreso Nacional de Unquillo. En septiembre del 2017, la Red Cultura Viva del Este Cordobés organizó un encuentro regional que convocó organizaciones, colectivos y concurrentes individuales de distintos puntos de la provincia de Córdoba y de la provincia de Santa Fé, plasmando la intención de trabajar colaborativamente en la construcción de una agenda en común. La tinta conversó con integrantes de la red para sumergirnos a través de sus palabras en el trabajo colaborativo, autogestivo y localizado de quienes trabajan la transformación social desde su lugar en el mundo.
—¿Qué es Cultura Viva Comunitaria y cómo llegan sus redes hasta Córdoba?
—La Cultura Viva Comunitaria en nuestra Latinoamérica es una realidad innegable que moviliza a cientos de millones de personas y miles de organizaciones populares en todo el continente; es fuente de aprendizaje, sabiduría y propuestas. Se trata de la recuperación histórica de una vocación continental; la caravana hacia nuestras Culturas Vivas Comunitarias no ha comenzado ayer, sino hace quinientos años. En el momento mismo en que sufrimos la agresión de los ejércitos imperiales más sanguinarios de la historia, nuestras culturas vivas comunitarias recomenzaron un camino hacia la semilla, hacia nosotros y nosotras mismas, hacia una práctica cultural colectiva, basada en la amistad, la paz, la solidaridad y la cooperación, ya no como acciones de resistencia sino con la perspectiva de la construcción de una nueva sociabilidad. Por eso la cultura viva comunitaria comienza a ser una provocación colectiva a la recuperación y la proyección de esas prácticas en la transformación de nuestras democracias, de manera de que el territorio deje de ser la geografía de proyectos elaborados desde los intereses del capitalismo y comience a ser la patria de los sueños colectivos de nuestros pueblos.
—¿Cuál es la importancia de apostar a la vía autogestiva y comunitaria hoy? ¿Qué aprendizajes podemos tomar de los saberes ancestrales de nuestros pueblos?
—Creemos que apostar a la autonomía es apostar a lo que el Estado no propone, es nuestro modo de accionar, colectivo y colaborativo, el ser autogestivo es una construcción a futuro. Desde temáticas como el arte y la transformación social, las economías colaborativas, educación y crianza, políticas públicas y democracia participativa, justicia ambiental, y la Circulación Cultural Artística de Cultura Viva Comunitaria en la provincia de Córdoba con la intención de construir espacios de visibilidad, intercambios, participación, formación, talleres, y vivencias en producciones, festivales, y espacios culturales, son los ejes acordados para la transformación desde y para las comunidades.
La Cultura Viva Comunitaria comienza a ser una provocación colectiva a la recuperación y la proyección de esas prácticas en la transformación de nuestras democracias, de manera de que el territorio deje de ser la geografía de proyectos elaborados desde los intereses del capitalismo y comience a ser la patria de los sueños colectivos de nuestros pueblos. La lucha por la construcción de escenarios políticos que favorezcan el reconocimiento y el fortalecimiento de las culturas vivas comunitarias constituye entonces, un objetivo trascendental para la construcción de la felicidad en nuestros pueblos, barrios y parajes. Se trata de comprender que el derecho a la cultura no se ejerce en abstracto, sino en el reconocimiento efectivo de los modos en los que nuestros pueblos lo realizan. La cultura es un derecho humano que si no se ejerce se pierde. Es preciso que todos los actores culturales del continente cabalguen sobre los nuevos retos de relacionamientos con los Estados, los cuales tienen obligaciones de promoción, respeto y protección de los derechos humanos culturales. Desde los saberes ancestrales repensamos los valores comunitarios, lo antiguo es realmente lo nuevo, desde cosmovisiones latinoamericanas, volver a la semilla, recuperar y reconstruir nuestra identidad.
Durante el encuentro se socializaron las conclusiones del 3er Congreso Latinoamericano Cultura Viva Comunitaria, realizado en la capital de Ecuador el año pasado, y se avanzó en la construcción de la agenda 2018 provincial de cara al próximo Congreso Latinoamericano a realizarse en nuestro país en 2019.
—¿Cuál es la importancia de favorecer el encuentro y el diálogo entre las comunidades de América Latina?
—Compartimos el desafío de iniciar una nueva etapa, enmarcada en un complejo escenario continental, de fuerte avance de las perspectivas del capitalismo neoliberal en la región y la necesidad de configurar una mirada y un accionar que permita recuperar el horizonte de una sociabilidad igualitaria y participativa desde la mirada de nuestra cultura comunitarias.
—Después de encontrarse, dialogar, problematizar, compartir y celebrar este encuentro de comunidades, ¿de qué manera se renueva la energía para seguir creciendo?
—Del último Encuentro Nacional quedó la conclusión de accionar para desarrollar al máximo el potencial creativo de nuestras comunidades teniendo como objetivo poder imaginar y construir colectivamente un buen vivir en nuestra sociedad. Creemos que un encuentro provincial es necesario para conocernos, reconocernos, unirnos, para sanarnos, abrazarnos y caminar juntxs, sabiendo que no es fácil ese andar… pero que no estamos solos, que tenemos un sueño colectivo, y que creemos que es posible: “una sociedad libre de egoísmos, de personalismo, donde prime lo comunitario”, una revolución cultural. Tenemos la fantasía que es la facultad que mejor nos despierta a la realidad y que más nos permite a transformarla.
Dos días de asamblea y comunión cultural
Durante el sábado 3 de marzo, mientras se plasmaba un mural en vivo realizado por el artista plástico Lucas Abrate, los participantes de las distintas organizaciones definieron en asamblea acuerdos y ejes de trabajo para el fortalecimiento de la red provincial, entre ellos, la participación en la próxima reunión nacional para la Planificación de Organizaciones y Redes de Cultura Viva Comunitaria Argentina, hacia el IV Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria a realizase en 2019 en nuestro país y la Circulación Cultural Artística de Cultura Viva Comunitaria en producciones, festivales, y espacios culturales de nuestra provincia.
Al caer la noche se realizó una Fiesta Comunitaria con la presencia de los vecinos de la zona, de la que participaron con sus propuestas artísticas Murga La Estación, Cuerda de Candombe , proyecto de Leo Vivas, Circo sin carpa, de Compañía la Discordia, Rap de Alejo Blan, Manada Teatro, Willy Ferreyra y Eze Planté en rock fusión, Escuela municipal de Danzas Folclóricas representada por Tomás Alfonso y Leandro Juarez; Mariano Malano y José Turina, Leandro Bessone y Carlos Correa Elizondo, Facu Quiroga, encargados del bloque folclórico, luego Papilo y el pibe, en escena teatral musical y finalmente la murga Los innombrables del Parque, que dejaron la pista ardiendo para que Los Amigos de Vera cerraran a todo baile, circo y carnaval.
Durante la jornada del domingo se avanzó en el tema de la Soberanía Alimentaria, de la mano de Martín Gaido, y se realizó un cierre con las conclusiones del encuentro.
*Por Julieta Pollo para La tinta.
