Pablo Riveros: “Cultura Viva Comunitaria es una esperanza en los territorios”

Pablo Riveros: “Cultura Viva Comunitaria es una esperanza en los territorios”
1 marzo, 2018 por Soledad Sgarella

Artesano y militante de la Cultura Viva Comunitaria, este bonaerense -que vive en Córdoba desde hace 14 años- se ha convertido en una de las voces escuchadas en las diferentes luchas colectivas que se vienen gestando en los últimos años en nuestra provincia y que tienen a lo cultural y lo ambiental en el foco de atención.

Por Soledad Sgarella para La tinta

Nació en Caballito y transitó varios caminos de formación, de los académicos y de los no formales, en las aulas y en las plazas. Junto a muchas otras y otros con quienes hoy forma parte de organizaciones, se pone al hombro luchas que nos atañen a todos y que gritan por ser atendidas: la generación de políticas públicas que cuiden el medioambiente y que den garantías a quienes trabajan en la cultura, en esas culturas que habitan por fuera de los museos, en la calles y en las ferias.

Pablo Riveros es artesano y trabaja los metales haciendo orfebrería. Sabe que hacer cultura es hacer política, y que a ese combo -tan necesario como motivador- lo construimos entre todas y todos, en el espacio en que elijamos (o nos toque) vivir.

Es miembro de Semilla del Sur, una organización de Villa Ciudad Parque, en Calamuchita, que tiene como metas “fortalecer la participación ciudadana, la autogestión y el poder popular a través del trabajo mancomunado, la soberanía alimentaria, el ambiente sano, la economía social, los derechos humanos y el arte y la cultura comunitaria”, como explicó en una entrevista que publicó la Agencia Farco en el 2016, cuando Semilla del Sur fue elegida para representar a la provincia de Córdoba y la región Centro en la Comisión Nacional de Puntos de Cultura y ante el Consejo Nacional de la Cultura Viva Comunitaria.

Además de artesano, Riveros es el secretario comunal de Villa Ciudad Parque por la Unión Vecinal de VCP, es el responsable político en Córdoba de la Corriente Nacional Martín Fierro y el año pasado fue candidato a diputado nacional por el frente Córdoba Ciudadana.

La tinta se acercó a este artesano militante sin pelos en la lengua para preguntarle sobre su mirada acerca del trabajo de quienes tienen como oficio la producción de artesanías y sobre cómo ve el momento actual para el ámbito cultural especialmente.

—Vayamos primero a lo primero: ¿cómo llegaste a este oficio?

—Mirá… allá por los años ´90, terminaba el secundario y comencé a hacer artesanía para poder empezar a estudiar sociología y para tener un poco más de entrada. Empecé fundamentalmente para sostener mis estudios… pero lo que primero fue una herramienta para poder hacer otras cosas, se terminó convirtiendo en un oficio y en una forma de producción para mi vida y para sostener mi familia. En ese momento fue un paso muy importante, porque me permitió no solamente poder estudiar unos años sino también conocer gran parte de la Argentina y Latinoamérica y también parte del mundo. Pude viajar por muchos lados haciendo artesanías, vendiéndolas… y bueno, la verdad es que ha sido muy importante para todo mi proceso de formación personal, que de alguna manera se lo debo a la construcción o al trabajo de la cultura de la artesanía, un oficio de los más viejos del mundo.

Además, que trae también sus formas de vida a partir de sus formas de producción y la consecuencia que tiene en el vínculo con la sociedad, con las formas de comercialización, de adquirir viviendas, de tener una familia,  bueno… todo lo que implica un modo de producción y una forma de vida. Retomando: me permitió a mí, no solamente ser un trabajador de la cultura, sino también poder -a través de la artesanía- experimentar el mundo de la creación y de la autorrealización que con los años se fue adaptando a la necesidad de parar la olla, de vender y cuando uno empieza a tener familia, de sostenerla.

—¿Por qué creés que es importante el rol de los artesanos como trabajadores? ¿Cuál es el aporte de y a lo cultural, sobre todo hoy, en este contexto?

—He tenido la suerte de atravesar muchas geografías, muchos lugares, con diferentes idiosincrasias y  el artesano siempre tiene el rol de embajador cultural. El artesano transmite cultura, no solamente a través de lo que hace, sino a través de lo que vive y de lo que puede contar… como lo puede llegar a hacer un campesino o un zapatero.  El artesano puede transmitir hechos culturales que suceden a su alrededor y que también se transmiten en las piezas que realiza, en la forma que tenemos de hacerlas, y en los lugares que tenemos para exponerlas o venderlas.

El taller del artesano es un mundo… no solamente de herramientas y de técnicas, sino también un mundo de creaciones. El lugar donde se venden (muchas veces puede ser una feria artesanal y también puede ser la calle, puede ser una playa o una montaña) ahí también suceden cuestiones culturales que lo tienen apegado al artesano a eso, y eso también se comparte… Se me ocurre, por ejemplo, un artesano de Villa Ciudad Parque que pueda estar vendiendo en el Parque Tayrona, en el caribe de Colombia y pueda transmitir todo lo que sucede en las sierras a través de su creación, de su arte. La historia que puede traer en una pieza y transmitir. A través de él como sujeto social, transmitir toda una historia.

El artesano es un sujeto social muy interesante. Mirá, en la Constitución Bolivariana, Chávez lo puso al artesano o la artesana como embajador cultural, le dio un privilegio en términos de simbología. Además de lo que tiene que ver con sus garantías y derechos sociales, como todo trabajador. No hay que olvidarse que los ámbitos de trabajo por lo general son muy precarios -en términos administrativos, legales y después en términos estructurales- así que hay mucho por hacer dentro del sector.

Y bueno, si se trata de darle un sentido profundo en este contexto el artesano,  si hay algo que puede aportar es lo que tiene que ver con la autosuficiencia o los propios métodos de trabajo, que lo tienen a uno como patrón, o como trabajador sin patrón.  Esto, en muchos casos, digamos de pérdida de trabajo de desocupación, o momentos de crisis, ha servido muchísimo. De hecho, nosotros, en nuestro proceso de organización o previo, hemos tenido talleres comunitarios donde un montón de personas han salido de un régimen laboral semi esclavista a tener su propia estrategia laboral, su propia creación, su propio trabajo. El 2001 es un ejemplo de eso: hubo un gran traspaso de población laboral formal y semi formal a lo que se llamó mantero o artesano… más allá de las diferencias, mucha gente se volcó a eso. Terminó en la reventa porque es a veces mucho más fácil o más rápido y necesitás la plata, y otros muchos terminaron en la artesanía, como artesanos. Ese es un sentido que puede aportar mucho hoy, más allá de todos los procesos sociales que ha venido viviendo el artesano desde siempre, que también tienen un gran aporte…

—Hace poco posteaste en una de las redes sociales: “En la feria, en la comuna, en la organización, en el territorio, en la escuela, en la cooperativa, en la cooperadora, en el río, en el almacén, en la secundaria, en la universidad, en el campo, en las sierras, en Córdoba, en Calamuchita, en Ciudad Parque en la calle”… refiriéndote a la militancia ¿cómo leés el vínculo hacer cultura, hacer política?

—Por supuesto que en todos esos lugares se hace cultura y se hace política… por supuesto. Y eso ha sido una constante en nosotros. En mí. Yo he hecho cultura y he hecho política en todos esos espacios, y me parece que no solamente nosotros si no el espacio en sí, la dimensión de cada uno de esos territorios, ¿viste? Son espacios donde se debe hacer cultura y política, porque son las formas de ir construyendo un bien común, y de eso se trata al fin y al cabo. Con esto también se relaciona Cultura Viva Comunitaria. Nosotros, Semilla del Sur, desde su creación hace cultura viva comunitaria. La cultura viva comunitaria tiene como definición la palabra viva justamente porque no es cultura de museo, no es cultura estática, si no que es una cultura que está, que vive en cada momento y se va construyendo y reconstruyendo. Se va cayendo y se va levantando y eso, bueno, la mantiene viva. Y lo comunitario es algo que predomina en la organización nuestra, y en mi vida… después de haber recorrido gran parte de Latinoamérica junto a compañeras y compañeros artesanos, con los cuales hemos transitado lo comunitario no solamente en términos de producción.

—Contanos un poco más de su participación en Cultura Viva Comunitaria y qué se viene para este año.

—Cultura Viva Comunitaria es un movimiento que agrupa y tiene vinculadas a un montón de organizaciones que trabajan este aspecto, que no es nada nuevo… se conceptualiza y se genera un movimiento de articulación. Es nuevo el concepto capaz, pero es la que se hace en los barrios, la que se hace en el campo, la que mantiene viva la cultura de un lugar. La que muchas veces resuelve problemas de la economía, o sociales, en el territorio, a través de la cultura. Un ejemplo de eso puede ser una murga, o el rap, este movimiento nuevo en los barrios, que termina sacando chicos de la calle, o de las adicciones, que termina dejando expresar un montón de cosas a los pibes a través del teatro comunitario, a través de una feria incluyendo a chicos y jóvenes a poder tener su propio puesto y mostrar sus creaciones, y después interiorizarse más en la técnica, y empezar a trabajar y terminar siendo un artesano.

La artesanía y el ser artesano se transmiten de generación en generación, no existen universidades de artesanía… están experimentando algunas escuelas de arte, donde hay algunos sectores de lo artesanal, pero bueno… no existen aún carreras. Esto se transmite por historia, así que eso también es cultura viva comunitaria.

Y yo creo que  la cultura comunitaria va a tomar un valor muy importante con este contexto, porque está resolviendo problemas que el Estado no está pudiendo resolver.  Y hoy de alguna manera demanda sus propias políticas públicas para el sector, que posibiliten la vinculación entre las organizaciones, los puentes, que permitan entrelazar las experiencias, fortalecer los espacios que tienen hoy una demanda en lo social y a través de la cultura… por eso es importante que haya políticas para esto. Y esto fue también el Programa Puntos de Cultura, creado en la anterior gestión, bajo la órbita de lo que era en ese momento la Secretaría de Cultura y después fue Ministerio. Ese programa fue justamente una política pública que fortaleció cientos de organizaciones territoriales en todo el país y que, de alguna manera, fue una copia del programa brasilero de puntos de cultura que generó transformaciones impresionantes en los barrios de allá. Así que visualizando, fortaleciendo con equipamientos, con capacitación, con financiación…

Este año creo que se vienen muchas cosas. La verdad que trato de ubicarme siempre en un contexto general, en un contexto de todo. Más allá de que todos tenemos nuestras particularidades, nuestras propias experiencias, nuestros propios sueños y trabajamos por ellos también, pero si hay algo que nos destaca, es tener sueños colectivos que construyen realidades también.

Este año más allá del contexto, muy complicado y difícil, que venimos viviendo como sociedad, como argentinas y argentinos, como latinoamericanas y latinoamericanos, me parece que también hay una esperanza y justamente hablábamos de la cultura viva comunitaria, que es una esperanza en los territorios, en los laburos que se hacen, con semejante contexto y con tanta decisión. Se hacen en muchos lados y terminan dando sus frutos siempre, y la historia lo ha demostrado así.

Así que este año tenemos mucho trabajo en la Cultura Viva Comunitaria, con nuestras organizaciones, ya con 14 años de vida siempre con desafíos nuevos, con complicaciones, como todo proceso humano y organizativo… y en términos políticos tenemos un desafío muy grande (pero muy grande) que es ver de qué manera le ponemos un freno al neoliberalismo, al saqueo, ver de qué forma podemos de alguna manera volver a ser protagonistas de la historia, más allá de los protagonismos que pueda tener cierta orga o cierto actor… queremos ser protagonistas como sociedad toda, como sectores populares. Muchos sectores de la sociedad que siempre estuvimos ligados a lo reivindicativo nomas, veníamos teniendo cierto protagonismo en la toma de decisiones, es la superestructura de la política. Como decía, tenemos mucho trabajo.

*Por Soledad Sgarella para La tinta.

Palabras claves: Cultura Viva Comunitaria, Pablo Riveros

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