Festival Autogestionado del Valle: cultura al calor del sur
En tiempos de ajuste y exclusión crear un espacio de celebración de la cultura a través del trabajo colectivo es una epopeya. El sábado se realizó el primer Festival Autogestionado del Valle en la ciudad de Trelew, un evento de 12 horas de duración gestado por trabajadores sureños que se propusieron crear un espacio de encuentro y de democratización cultural.
Por Julieta Pollo para La tinta
El viernes ya se habían agotado las entradas para el primer Festival Autogestionado del Valle, propuesta que combinó una nutrida selección de bandas locales con una feria de productores y artistas sureños. El evento empezó a las once de la mañana y se extendió hasta la medianoche del sábado, con una impronta familiar, comunitaria y festiva.
El festival fue organizado por tres espacios cooperativos que trabajan el arte, la alimentación y la comunicación desde la particularidad de su comunidad hacia fuera, tendiendo redes con el resto de la Patagonia y del país. La cooperativa de trabajo Pulpo Rojo, que lleva adelante un emprendimiento maltero bajo el lema «Cerveza es agricultura»; la Colectiva de Artistas Valle Andante, que realiza todo tipo de movidas para difundir y hacer crecer los proyectos de artistas emergentes de Trelew, acercando sus expresiones culturales a diversos rincones del valle; y Radio Sudaca, la primer emisora comunitaria de Trelew.
«Yo pertenezco a Radio Sudaca que tiene menos de un año de vida. Nuestro espacio nace con el fin de estar en la calle y facilitar la herramienta comunicacional para hacer llegar otras voces. Como radio comunitaria, siendo la primera y única hasta el momento de Trelew, no estamos atados a pauta oficial y por eso nos vemos en la obligación de generar nuestros propios ingresos, nuestras movidas, nuestro material de difusión y contenido para llevar adelante un medio de comunicación hoy día. Autogestión es independencia y autonomía no solamente en lo económico, sino autonomía que tiene que ver con una forma de pensar y accionar frente a un sistema que siempre esta tratando de cerrarnos las puertas», cuenta Cristian Gutiérrez, uno de los organizadores del festival.
—¿Cómo surge la idea de realizar el Festival Autogestionado del Valle?
—La idea del festival nace un poco como una iniciativa para dar respuesta a la falta de lugares donde se exprese la cultura de nuestra región, para crear espacios para encontrarnos. Esta iniciativa nace de encontrarnos en recitales, en muestras, en la calle también, y por eso confluimos en la realización de este festival al que trajimos nuestras distintas experiencias y todo lo que nos atraviesa.
—¿Por qué eligen construir desde la autogestión?
—Somos un medio autogestionado y es eso lo que nos motiva, junto con los otros espacios, para seguir creciendo hacia esta forma de laburo. El trabajo colectivo es la pata más fuerte del festival. Creemos que no existe una construcción posible si no es colectivamente, mediante el trabajo de muchos actores que participan en crear nuevos espacios, nuevas redes de comunicación y de intercambio de experiencias.
La primer parte del festival se planificó al aire libre para que la gente pudiera recorrer los stands de artistas y productores locales, y disfrutar del escenario folk bajo el sol de febrero. Haga lluvia, de Trelew, y los madrynenses Los lugares comunes y Trombonautas Folk, fueron los grupos elegidos para coronar la tarde. Pasadas las seis, la gran cantidad de asistentes se acomodaron en el interior del castillo donde actuaron Planter y Maldito mono de nieve, de Trelew, y los platenses El mató a un policía motorizado.
—¿Cómo definieron el lineup folk, indie, rock y pop del festival?
—Teníamos un montón de bandas de músicos que están tocando, amigos y amigas que autogestionan sus espacios, sus fechas. Y se dio así… fuimos barajando bandas de Trelew, Madryn, e inlcuso de Rawson pero quedamos como shockeados porque nos dimos cuenta de que hay un montón de bandas del sur que se están dando a conocer y están en busca de generar estos espacios. El lineup lo armamos un poco por estilo, buscando una cierta armonía, por eso definimos un escenario folk y después para terminar bien arriba uno rock. Con la gente de El mató a un policía motorizado justo coincidió con que iban a estar por acá y les preguntamos si les interesaba presentarse, entendiendo el laburo que esta banda viene realizando, pateando el under y autogestionándose hace muchos años.
—Escuché por ahí que se baraja una segunda edición y hasta que podría ser en algún otro punto de la Patagonia…
—Eso fue una traición del inconsciente… porque si bien se barajó la idea nos desborda un poco la situación, la emoción de la gente frente a esto, y en algún momento lo hablamos. No es algo confirmado pero seguramente el viento de la Patagonia va a hacer que este festival desembarque en algún otro lugar.
*Por Julieta Pollo para La tinta. Fotos A.H.b.
