La última del presidente
La baja intensidad de la luz de tungsteno acentúa la sensación de estar mirando a alguien que está confundido, un vencido que todavía no entiende su derrota. En la fotografía vemos al saliente presidente Fernando De la Rúa en la tarde del 20 de diciembre de 2001 que, minutos después de renunciar, junta sus papeles en el escritorio presidencial. Luego, en la terraza de la Casa Rosada, se subirá al helicóptero que lo sacará triste y trágicamente de su mandato. El registro fue realizado por Victor Bugge, el histórico fotógrafo de Presidencia de la Nación.
Por Redacción La Tinta
La noche anterior, De la Rúa había declarado el estado de sitio en una maniobra desesperada por mantenerse en el poder ante el desborde social provocado por los ajustes de su gobierno. En diferentes lugares del país se habían dado los saqueos que fueron reprimidos ferozmente por la fuerzas del orden.
“Tipo 6:30 de la tarde del 19, él graba en el Salón Blanco el discurso en el que anuncia el estado de sitio. Yo era el único testigo extrapartidario y cuando lo escucho me dije ‘no puede ser lo que está diciendo’. Como se equivocó en el discurso, lo tuvo que grabar de nuevo; en ese iterín él me ve y me dice ‘que hace usted acá’ y yo le respondí ‘y… fotos, que voy estar haciendo’. Esa tarde, toda la estructura que lo acompañaba se fue convencida que ese anuncio iba a generar tranquilidad y armonía”, rememora Bugge que era testigo privilegiado de un momento histórico en la política del país.
El discurso se emitió alrededor de las 9 de la noche de ese día e inmediatamente se comenzaron a sentir los primeros cacerolazos e insultos en la Casa Rosada. El fotógrafo lo recuerda muy bien porque se quedó a pasar la noche en su oficina dado que percibía que algo iba a ocurrir. Cerca de la media noche, subió a la terraza para fotografiar la plaza llena de gente repudiando la medida tomada por el Presidente.
Luego en la madrugada, pudo ver desde ese mismo lugar como la policía federal reprimía con gases lacrimógenos y toda la serie de hechos que se dieron durante esa noche y la mañana del 20. Situaciones que iniciaron la cuenta regresiva del mandato de De la Rúa.
“Él me tomó del brazo en casi un gesto paternal, se había dado cuenta que yo era quien iba registrar sus últimos momentos en la presidencia. Ahí me dijo ‘Víctor, te agradezco toda tu colaboración, pero te pido que me hagas la última foto’, entonces me di cuenta que había renunciado”, así recuerda Bugge esa tarde en la que le tomaba la última fotografía como presidente a Fernando de la Rúa.
En esas jornadas tan intensas, las órdenes de los funcionarios puesta en práctica por sus fuerzas represivas se cobraron la vida de 38 personas, vidas que se apagaron por la decisión de unos pocos.
No son los diciembres los que exasperan los ánimos, son las políticas de ajustes, las injusticias y la perpetración de las desigualdades las que hacen que salgamos a la calles.
* Por Redacción de La Tinta / Fuente: Lo pasado pensado