Aborto legal y derechos humanos: la mirada de Amnistía Internacional
Erika Guevara Rosas, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en Latinoamérica, habló con lavaca sobre el panorama de retroceso de derechos humanos en nuestro continente, los derechos de las mujeres en ese contexto y sobre qué aporta el movimiento social a la batalla por la igualdad.
Por lavaca
“Lamentablemente estamos enfrentando un clima de graves retrocesos en el ejercicio de derechos humanos en todo el continente», sintetiza Erika Guevara Rosas desde México, una semana después de haber estado en Argentina para participar de dos debates en el Parlamento sobre el aborto legal. «Hay países cuyo particular contexto tiene una gravedad significativa y ese es el caso de México, un país donde la impunidad por graves violaciones a derechos humanos es la norma, no la excepción. Treinta mil personas desaparecidas en este contexto, miles y miles que han perdido la vida en la mal llamada guerra contra el narcotráfico, y muchas personas que se encuentran desplazadas internamente en búsqueda de protección. Ante esta realidad lamentablemente lo que encontramos es un Estado negligente e indolente que no asume políticas públicas encaminadas a la defensa y protección de los derechos humanos, un Estado que, sin importar el tinte político, se encuentra inmerso en escándalos de corrupción, en una impunidad escandalosa y que cada día se vuelve más intolerante a la crítica”.
— ¿Por qué se da este proceso regresivo en la región?
Hay muchos factores que se combinan: el poder político, el poder económico, la concentración de los recursos, pero también es un reflejo de que hay un sistema patriarcal que está colapsando y en ese colapso el poder político y económico no lo quiere soltar. Es muy sintomático: este sistema se siente amenazado por el avance de las luchas sociales.
— En tu visita resaltaste la importancia de los movimientos de mujeres en Argentina para toda la región. ¿Qué cuestiones ves que se están proyectando?
En Argentina se han iniciado modelos organizativos que después han sido replicados en otros lugares del continente. Uno de ellos: los Encuentros Nacionales de Mujeres, que son históricos y emblemáticos en la lucha por los derechos de las mujeres . Otro, sin duda, la Campaña por el aborto legal, seguro y gratuito que también ha sido un modelo muy interesante de lucha colectiva de diferentes miradas y que ha sido de un enorme aprendizaje para muchas de las luchas del continente en contextos en donde el ejercicio de derechos sexuales y reproductivos se sigue limitando. Movimientos como el Ni Una Menos que surge del descontento social frente a la creciente visibilidad de femicidios y que, lejos de ser una cuestión de corta duración, se convierte en un movimiento, se articula con un trabajo de incidencia particularmente enfático y además permite que otras luchas por los derechos de las mujeres se puedan sumar. Sin duda alguna el movimiento de mujeres en Argentina sigue dándonos lecciones de organización, de resistencia y de cambio transformador.
Por la ley
Durante su exposición en el Congreso, Erika Guevara Rosas graficó con números la urgencia de una legislación que termine con la clandestinidad de los abortos:
-El 97% de las mujeres en edad reproductiva en América Latina y El Caribe viven en países donde el aborto está restringido por la ley o, en muchos casos, penalizado totalmente y bajo cualquier circunstancia.
-En el año 2016 alrededor de 760.000 mujeres fueron hospitalizadas por complicaciones de aborto inseguro.
-Al menos el 10% de todas las muertes maternas en la región se debieron a abortos clandestinos.
-Se calcula que alrededor de 2000 mujeres latinoamericanas mueren cada año debido a la falta de legislación que saque a los abortos de la clandestinidad.
-En Argentina, las complicaciones derivadas de abortos inseguros singuen siendo la primera causa de muerte materna desde los años 80.
La ley que falta
En junio del año pasado se presentó por sexta vez el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, pero aún no tuvo tratamiento legislativo
Erika Guevara Rosas enfatizó que desde Amnistía Internacional “sigue intacto el compromiso de seguir priorizando la agenda por la despenalización del aborto como una bandera para atacar también la violencia institucional y estructural en contra de las mujeres” y se refirió a la necesidad de generar nuevas estrategias, “de ir abriendo alianzas con otros movimientos sociales que entiendan que la lucha por la despenalización del aborto es una lucha emblemática de la justicia social, que son las mujeres pobres, las niñas pobres, las indígenas, las negras, las de comunidades marginalizadas las que hoy en día se ven enfrentadas a la limitante en el ejercicio de sus derechos y eso tiene implicaciones no solo en lo individual, en el ejercicio en el derecho al cuerpo, a la integridad corporal, sino que también tiene repercusiones en el seno de la comunidad, en las formas organizativas de las comunidades marginalizadas. Es por eso que no solo tiene que ser una lucha del movimiento de mujeres, tiene que ser una lucha de justicia social por poner la agenda de derechos humanos en el centro de los reclamos y reivindicaciones que están teniendo los movimientos sociales, movimientos indígenas, rurales, sindicalistas. Los movimientos sociales tenemos que buscar una sinergia tal que logremos que nuestras luchas puedan ser parte de una agenda común, colectiva y más amplia”.
*Por lavaca