Federico Seimandi y el contrabajo versátil

Federico Seimandi y el contrabajo versátil
18 julio, 2017 por Soledad Sgarella

Federico Seimandi es uno de los músicos cordobeses que en la actualidad más tiempo en escenario convida a sus espectadores. Versátil, sencillo y virtuoso, este contrabajista local participa de varios proyectos musicales en los que pone el trabajo y el alma.

Por Soledad Sgarella para La tinta

Córdoba, invierno: en plena sala de Güemes, un trío hace magia en escena. Federico Seimandi es uno de los integrantes del grupo que -junto a Germán Náger (piano) y Pablo González (en batería, percusionista prodigio que toca con los Illya Kuryaki and the Valderramas y con Gustavo Santaolalla, por ejemplo)-presenta lo que ellos mismos definen como «jazz sudamericano».

Pero Federico no solamente hace jazz con su instrumento. El cordobés es uno de los artistas locales que ha logrado incorporar el contrabajo en diversas expresiones y géneros musicales, haciéndonos disfrutar de sus composiciones e interpretaciones, elijamos el estilo que elijamos.

Lo que pasa es que Seimandi (que empezó su carrera musical después de hacer un primer año de la Licenciatura en computación en FAMAF, a los 19 años), sabe cómo transmitirnos emociones en los distintos grupos en los que participa y en los que es más que querido en el ambiente cultural local.

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Nos acercamos con La tinta a escucharlo un ratito hablando de sus proyectos en uno de estos días invernales en los que disfrutar de música calienta motores.

—Sos un músico muy versátil… hacés mucho y variado… ¿Cuáles están siendo tus intereses musicales hoy?

—Te cuento que yo participo en varias bandas que funcionan de manera eventual, por lo tanto puedo hacer varias cosas a la vez. Por un lado, el instrumento es un instrumento que se usa cada vez más en todo tipo de proyectos: yo, por ejemplo, soy parte de la Banda Sinfónica de la Provincia desde hace siete años… eso sería más el aspecto clásico: se toca de todo pero para entrar tenés que estudiar música clásica y académica. Pero también se incluye el instrumento en todo lo que es la música popular, entonces se puede hacer de todo.

El proyecto en el que participo en las composiciones, y con el que tengo ganas de expandir, es una banda que se llama Sei Nou Mandi con la que tocamos todos los miércoles en Favela, en la que hacemos música de los tres con el Juampa Toch y el Andrés Toch. Por otro lado tengo un dúo con la pianista y cantante Clara Presta, en el que componemos entre los dos y arreglamos juntos. Y después el trío con Nager y González, con quienes también tenemos música propia y la grabamos hace poco en un estudio. La idea es empezar a darle un poco más de rodaje al trío, aunque hace siete años que no nos veíamos por cuestiones personales. Otro de los proyectos en los que más participo, es en la banda del Jose Luis Aguirre con la que grabamos un disco que vamos a presentar en septiembre en el Auditorio Luz y Fuerza. Además de mis intereses artísticos, que son estos que te cuento, también participé en el disco de Guada Gomez y que vamos a presentar dentro de poco, y con Sei Nou Mandi acompañamos siempre a la Gaby Beltramino, una vez por mes seguro. Ahora también estoy por grabar el próximo disco del Rodri Carazo… ya lo estamos preparando y se viene antes de fin de año.


—¿Cómo ves el ambiente cultural local hoy?

—Sabemos de este contexto en donde se ha acortado un poco la capacidad de gasto de la gente de todas las clases, media y baja. De todas maneras en los lugares que frecuento y donde toco usualmente no he visto que haya mermado mucho la cantidad de público… supongo que tal vez esa gente mantiene todavía un poco la prioridad de ir. Digo, la gente que consume cultura mantiene esa prioridad de seguir haciéndolo todavía… esa sensación me da. Creo que tal vez el recorte del gasto lo hacen más a la hora de ir a tomar clases de música o mandar a sus hijos a tomar clases.

—Volviendo a tus proyectos, vemos que trabajás mucho con otras y con otros… ¿Cómo te sentís trabajando colectivamente?

—Dentro de lo que se hace con la música, en la que te podés dedicar a estudiar, grabar, tocar en vivo, dar clases, un poco de todo digamos, a mí una de las cosas que más me gusta es justamente trabajar en grupo porque es tan simple como juntarse con otros. Primero, siempre uno elige para trabajar gente con la que tiene química humana y musical, y a partir de ahí es como cuando te juntás con un grupo de amigos a tomar un vino y a charlar, donde vos llegás y tenés tus ideas, tenés tu propia personalidad puesta en algo (en este caso la música), y donde vos vas planteando lo que sentís y pensás y llegás con ciertos ideales de lo que vas a hacer con eso, y en la medida que vas mostrando esas cosas los demás reaccionan cada uno a su manera.

Es como una charla en la que vos decís algo, y entonces los otros van diciendo otra cosa, y a su vez transforman lo que vos decís y vos tomás eso que ellos transformaron y agarrás para distintos lugares.  Trabajar colectivamente es como estar en un espacio donde se van abriendo puertas permanentemente, donde llegaste con una idea y te vas con esa idea evolucionada, por decirlo de alguna manera.  Eso me pasa generalmente cuando trabajo con la gente que más química tengo, y me encanta porque nunca sabés cómo va a terminar ese trabajo, simplemente suceden las cosas y al final los resultados son increíbles, aunque siempre claramente con días buenos y días malos.

*Por Soledad Sgarella para La tinta

Palabras claves: Banda Sinfónica Provincial, Contrabajista, Federico Seimandi, Sei Nou Mandi

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