Mi querido Barrio Alberdi: Carnavales Populares
Por octavo año consecutivo, el corso de los Descontrolados de Alberdi, se festejó en el feriado de carnaval. Dos días de fiesta, resistencia y vecindad.
Por Ana Reales para La Tinta
“Llegamos hasta acá cuidando lo que nos queda,
con el patrimonio derrumbado en las veredas,
somos la historia que manda en las esquinas,
con la resistencia ante la narcopolicía”
Calle cortada repleta de gente. Escenario, luces y sonidos. Banderines de celeste, blanco y negro, los colores de Alberdi. Artistas de todos los tamaños, géneros y pieles sobre la plaza Jerónimo del Barco, donde no había ningún colonizador porque es territorio comechingón, territorio de pueblada. Espuma loca, mucha espuma loca que menguaba el calor y provocaba corridas entre algunos niños y otros bastantes grandes. El barrio estaba de fiesta. Los espectadores en el carnaval, éramos participantes.
Lunes y martes de carnaval, feriado nacional. Días de festejo, días en que los barrios se vuelven agua, espuma, música y gente festejando. Días donde la risa del pueblo se encuentra en las calles. Días donde salen nuestros pícaros a bailar hasta que arden los momos. Así fueron los días 27 y 28 de febrero en la Plaza Jerónimo del Barco. Así es la cultura popular de los carnavales que resisten con su lengua propia.
En mi barrio somos miles
cerveceros bailarines
un puño y un canto vibrante
una llama y un gigante
que grita siempre hacia adelante
ya nadie podrá callar esta canción
porque los años de historia y lucha no se olvidan
porque somos el motor que enciende la alegría…
Alrededor de 8 mil personas asistieron al corso realizado en la Plaza del barrio Alto Alberdi. Miles de personas se acercaron a festejar el carnaval desde diferentes puntos de la ciudad, en especial desde la zona que comprende los barrios limítrofes de la Avenida Colón al 2700. Más de 30 murgas, comparsas, caporales, grupos de percusión, bandas, intervenciones teatrales y diferentes expresiones de carnaval tuvieron lugar en las celebraciones pasadas.
Entre toda la gente, había niños murgueros. Agustín y Alejandro, dos bombistas de los Descontrolados de Alberdi, son del barrio y forman parte de su murguita desde hace años. Cuentan que se sumaron rápidamente, que fueron a jugar a la plaza una tarde y se encontraron con los bombos y los bailes, y que no tuvieron duda de sus ganas de participar. Agustín tiene 12 años y hace 7 que forma parte de la murga; Alejandro, de 11, hace 3 que se sumó a los toques.
Ellos son parte de las nuevas generaciones de murgueros que desde los barrios salen a ponerle música a las calles y críticas a lo que se está pudriendo. Ellos manifiestan que aman ser parte de la murga, que es importante porque sirve para ayudar a un montón de vecinos y para que el barrio esté mejor
A un costado del escenario había unos tablones donde se vendía comida y bebidas, era el Buffet que ayuda a la murga a solventar los gastos que traen dos días de carnaval. Pollo, uno de los presentadores del corso e integrante de la murga, se hizo un ratito para comentarme cómo se sostiene económicamente el espacio. La autogestión es su manera de financiar las actividades; realizan diferentes actividades para recaudar dinero, en los meses anteriores al corso a través de la venta de comidas a los vecinos y, durante el festejo, con su Buffet y la venta de espuma loca. En esto es esencial la participación de los vecinos que son quienes apuestan a las propuestas de la murga. No dependen del Estado y esta es una decisión tomada: “con este Estado nosotros no queremos nada, nuestra lógica es la autogestión”, dice Pollo. Comentó además que los vecinos siempre participan anotándose en diferentes comisiones para la organización del evento.
Barrio con historia, construcción colectiva
La murga tiene un gran vínculo con el barrio.»Estamos convencidos de que Alberdi históricamente tiene cuestiones engendradas solas, que tiene que ver con la historia del pueblo (el Cordobazo, la Reforma Universitaria, etc). Este es un barrio en movimiento constante, de sangre popular, de movimiento en la calle” introdujo Pollo. Los Descontrolados tienen vínculos cercanos con los vecinos, con los feriantes de la plaza, con los comerciantes de la zona. Ensayan en la plaza todas las semanas desde hace 8 años; son reconocidos por la gente del barrio, se saludan en las calles y el vínculo va más allá de la murga. Es la costumbre de avecinarse y sentarse en la vereda a conversar de lo que sucede todos los días y los vínculos son así no por la murga, sino por el barrio.
En este territorio comechingón, la lucha y la organización suceden constantemente. La murga articula durante todo el año con diferentes centros vecinales y forman parte de la conducción del centro vecinal de Alberdi. Están en contacto permanente con los demás actores del barrio como El Pueblito de La Toma, el Club Belgrano y Defendamos Alberdi, entre otros. La murga realiza varias actividades en la zona a lo largo del año, tal es así que la Dicha que Tuve en Alberdi se ha convertido en un reconocido espacio que lucha por la recuperación de las fiestas populares además de intervenir los espacios públicos que han sido abandonados por los diferentes gobiernos que han pasado.
También participan junto a Defendamos Alberdi, en la defensa del patrimonio histórico cultural del barrio para frenar el avance inmobiliario y la demolición de monumentos históricos. Otra actividad fuerte de los Descontrolados es El Agitazo, evento que se realiza con cierta periodicidad en la puerta de La Piojera, el teatro que el Estado municipal no se hace cargo de poner en manos de los vecinos.
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Si algo llenó de euforia los corazones, fue la entrada de la murga local, en la presentación que daba cierre al corso:
Vivimos bajo un estado policial represivo. En nuestro país cientos de pibes y pibas son asesinados en manos de las fuerzas armadas policiales. En nuestra ciudad de Córdoba cientos de pibes y pibas son detenidos por portación de rostro y merodeo, avalados por el inconstitucional Código de convivencia. A diario los pibes y pibas en nuestros barrios pagan el miedo que te venden en los medios. Porque lo que realmente se llama INSEGURIDAD es que los pibes y pibas no tengan futuro.
Así se dio inicio a una fuerte y constante crítica al narcoestado policial cordobés. La Coordinadora de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil participó en la entrada de la murga y en el momento de la crítica. Hace tiempo que la murga y la coordinadora vienen construyendo un vínculo para fortalecerse y apoyarse en las luchas. Su articulación surgió de las reuniones organizativas de la Marcha de la Gorra, la marcha más grande que hay en Córdoba para denunciar la violencia del estado policial.
“Muchas de las personas que integramos la murga sentimos la responsabilidad de darle al espacio de la murga un carácter político, de resistencia”, comentó Pollo, y es por eso que desde la murga consideran que tienen un rol muy importante en generar identidad desde el trabajo sistemático en los aspectos políticos del barrio, en las diferentes luchas. Todo eso se ve reflejado en sus canciones, en su manera de construir horizontalmente, “ somos parte del barrio, somos un eslabón en la resistencia ”.
Los Descontrolados de Alberdi son una murga cordobesa cuya columna vertebral es el barrio, y llevan en sus banderas y acciones un profundo compromiso político desde la cultura de la resistencia y la construcción colectiva. En Alberdi, todo el año es carnaval.
Por Ana Reales / Fotos: Colectivo Manifiesto