Fiebre gitana

Fiebre gitana
24 febrero, 2017 por Julieta Pollo

Casi una década ha pasado desde que la primer Fiesta Gitana sacudió Córdoba. Lo que comenzó como una reunión de amigos de lo exótico, se transformó en una celebración colectiva que cuenta con más de 150 ediciones y que esparció no solo la música sino también los rituales festivos de los balcanes. Dj Chico Parany pertenece a aquel grupo de artistas que apostaron a la diversidad foránea en una ciudad con una propuesta cultural amplia, pero que no conocía de ponches, gallinitas dulces y ruedas de la fortuna. Conversamos con él sobre el fenómeno gitano y sobre GypsyDiablo Beats que estará en el espacio alternativo de Cosquín Rock.

 

¿Cómo fueron los comienzos de las Fiestas Gitanas en Córdoba?

Lo que se generó con las Fiestas Gitanas, que vos lo viviste también, es una confluencia entre público, productores y músicos. En los años de gloria en Tsunami Tango la gente explotaba… yo capaz estaba cinco horas mezclando y se armaba un cachivacherío increíble arriba del escenario, trompetas, guitarras, percusión. Cada quince días había Fiesta Gitana y se llenaban siempre. Toqué en muchos lugares del mundo pero el público que más me sorprendió siempre fue el de Tsunami, siempre me partió la cabeza y nunca pudimos entender la locura con que la gente adoptaba todo el mambo.

De alguna manera, y lo digo humildemente, me siento un poco embajador de lo internacionalista en Córdoba porque junto con las pibas de Producciones Insurgentes y ahora con Peni (Franconi), muy de abajo, fuimos fortaleciendo la movida gitana.

 

La del DJ suele ser una profesión solitaria pero en las Fiestas Gitanas siempre se vio esa melange de bailarines, músicos y presentadores como Fer Belzagui o Marcelino Il Bambino, que conformaron una propuesta metasensorial. El mestizaje balcánico se resignificó una vez más en los cuerpos de los cordobeses que bailaban Fanfare Ciocarlia mientras bajaban un fernet. Y nuestros particulares modos sureños no dejan de asombrar a quienes viven esta cultura en otros puntos del mundo.

Las Fiestas Gitanas fueron creando un circuito que posibilitó la visita de referentes del género como Rafael Aragón, la Orchestre International du Vetex, DJ Click y Shantel, que vio nacer el 2017 en esta latitud: “Terminamos compartiendo año nuevo juntos, nos conocimos, tocamos…. Shantel flasheó con nosotros, se armó una fiesta gitana antes de ir a tocar, todos en la pileta tocando el acordeón, cantando… es muy loco, son los ciclos. Ahora en Cosquín va a estar DJ Click que yo cuando empecé en esto, hace años atrás, lo contacté por Facebook… o por Messenger en ese entonces. Me contacté y le dije ‘me encanta tu música, alucinante tu sello, ojalá algún día nos podamos conocer’. Un día llego a mi casa y me dice mi vieja ‘che, te llegó un paquete de Bélgica de un tal No Frigde´. Me mandó toda la discografía, diez discos adentro de un paquetito, de sorpresa. Fue increíble.”

El próximo domingo Chico Parany estará presentando uno de sus nuevos proyectos en la segunda jornada del Cosquín Rock: Gypsy Diablo Beats juntoa Gato Negro en percusión, el Chicho (Luciano Maro) en bajo, y Parany en las bandejas, un poco de acordeón, sintes, sample.

«Después de esta presentación nos metemos de lleno en estudio para terminar el disco que se va a presentar a mitad de año. Así que bueno, un año que empieza poderoso. Lástima que se da en este panorama político y económico totalmente desalentador a nivel municipal, provincial, nacional… si ya había crisis ahora está todo peor. Para la vida del artista es tremendo, cada vez se cortan más subsidios, se cierran más espacios. Igual es algo que veo hace tiempo… durante la época del Kirchnerismo me parece que los circuitos se daban mucho entre pares y colegas. Pero el panorama económico ahora es tremendo. Hay que estar de alguna manera preparado para la resistencia.»

Hubo un adelanto del disco, Nos robamos el vacío, que salió el año pasado. ¿Cuál es su conexión con el nuevo proyecto que presentarán en julio?

Nos robamos el vacío es una experimentación que sale antes de lo que tendría que haber salido. Estamos reversionándolo para darle un cierre más cercano a la canción. Ese disco es un manifiesto, es el resultado de la melaza y el sudor acumulado de los primeros cinco años de Fiesta Gitana en los que estuvimos con Gato Negro y Marcelino haciendo ese sound system, además de un montón de colaboraciones de músicos amigos.

Para la presentación en Cosquín también estuvimos trabajando con Aníbal Arce que nos hizo el vestuario. La parte estética es una búsqueda más conciente ahora para poder llevar el show a un lado más performático, apropiaros de todo el espacio escénico. El vestuario es una forma de decir y la gente esta viendo más allá de la música. Es toda una formación discursiva y simbólica que está arriba del escenario.

Y en ese sentido también estamos trabajando en las letras, que buscan relatar un poco las historias de Córdoba en las que nosotros estuvimos inmersos, que tal vez no forman parte del acervo cultural popular… pero sí. Hablamos de personajes de acá como por ejemplo Cocarlo que es un amigo bastante terrible. Le dedicamos un tema y el loco lo escuchó en cana y se volvió loco, se emocionó mucho.

 

[bandcamp width=100% height=42 album=1431162745 size=small bgcol=ffffff linkcol=0687f5 track=923812659]

 

Hay una canción que se llama Polaco, ¿quién es Polaco?

Tal vez esa sea LA canción del disco anterior y Polaco debe ser el perro más conocido de la movida de Córdoba de los últimos años. El que fue a una Fiesta Gitana, a Favela, a 990 lo vio a Polaco. Estaba ahí siempre y sigue estando, en la piel, en cada lugar donde estemos está el Polaquito.

De un tiempo a esta parte el Cosquín Rock ha ido diversificando su programación y hoy son muchos los géneros y las expresiones que reúne: metal, reggae, jazz, clásicos nacionales, humor, performance… y sonidos balcánicos. ¿Qué te parece esta apertura?

Es como el Mussmano Rock Festival de Capusotto jaja… No, la verdad no lo sigo mucho, que estén las Fiestas Gitanas en el Cosquín yo lo tomo como un reconocimiento sobre todo al laburo de Peni que siempre fue una persona muy abocada a difundir esa cultura.


Chico Parany nació en la República de San Vicente y creció en las callecitas de barrio Parque Horizonte y, si bien los sonidos de Europa del Este lo encontrarían más tarde en sus años de estudiante de Comunicación Social, la búsqueda musical siempre fue una constante: “En la adolescencia había una dicotomía, tenía como dos personalidades: una cuartetera mal que iba a todos los bailes de la Mona Jiménez todos los fines de semana. Super Deportivo, Atenas, Alta Gracia, Mina Clavero… Pero la otra parte, me juntaba con el Pelado Santi y con el Negro Fata (Nenes Bian), y escuchabamos mucho trip hop, Massive Attack, Radiohead, Lou Reed. Por mis hermanos me llegó el reggae, el funk, el jazz, y con mi viejo aprendí a escuchar Atahualpa… pero, bueno, los fines de semana iba derecho a la Mona jaja”.

Kusturika fue, como a muchos de nosotros, el primero que lo introdujo al mundo balkan a través de una de sus películas, que llegó como parte de un trabajo práctico en la facultad. “Ví Underground y ya no hubo vuelta atrás. Le siguieron Gato negro, gato blanco, Tiempo de gitanos, me las vi todas… y ahí empecé a conocer a Goran Bregovic… Al tiempo empezamos con un programa de música del mundo que se llamó Buscapolos, y salía por la Revés, y en esos años empecé a mezclar también.”

¿Qué genera la música gitana en estas latitudes, con sus letras incomprensibles y sus vientos que van de lo alegre a lo dramático?

Yo creo que hay como un virus gitano, para mí es una música que está en todas las músicas. Está en el cuarteto viejo de la Mona, en la música banda del altiplano que es todo orquesta de bronce… tiene que ver con el espíritu nómade gitano de viajar siempre con sus instrumentos y su música. En México hay un movimiento balkan muy fuerte y viene del Imperio Astrohúngaro: el emperador y la emperatriz se fueron a vivir un tiempo a México y llevaron con ellos una orquesta de músicos que se quedaron ahí, entonces influyó de gran manera, incluso en lo mariachi escuchás detalles balkan.  Creo que está en la genética de nuestro oído, lo escuchás y si no sos cerrado, si no sos una persona obtusa, lo vas a sentir. En lo telúrico de la música gitana se nota que hay alegría en la tristeza, y tristeza en lo alegre, en la locura y la algarabía. 

Además de las bandejas, estás ampliando tu universo musical hacia el acordeón ¿no?

Sí, siempre me cautivó el acordeón y hace un tiempo, gracias a mi viejo pude comprarlo con la plata de una herencia. Obviamente que lo re gitanié jaja… Ahora estoy estudiando acordeón con el Jony de los Nenes Bian y va cambiando la perspectiva de cómo hacer música, antes era más desde el beat, el sample, el loop.

¿Qué es la Chúcara Raidband?

Es una banda que estamos armando con Gato Negro, Telma Cataldi y dos chicos de Entre Ríos, Taio y Pablo. La búsqueda sigue por el lado internacionalista, de lo mestizo, cumbias latinoamericanas con unas sonoridades más oscuras y cercanas al trip hop. Es muy interesante lo discursivo en la Chúcara, las letras tienen un contacto muy fuerte con lo que nos pasa en Córdoba, con el machismo, el abuso policial, contra el capitalismo y la búsqueda de organización de la gente. Esta banda me tiene atrapado.

Recién hablabas de la resistencia de los artistas ¿cómo ves la batalla cultural?

Estamos envueltos en la lucha de clases, aunque no estamos conscientes. En esta época, con la posmodernidad instaurada y el fin de la ideología, es difícil encontrar un discurso, un espacio, un pensamiento que nos aúne pero está,  o sea el colectivo está armado. Algunos son trotskistas, otros leninistas, anarquistas, pero de alguna manera  estamos dentro de un espectro de resistencia y lucha para cambiar las condiciones de existencia en las que vivimos y me parece que el arte, la literatura, el periodismo, todas las expresiones que tengan que ver con el pensamiento y el sentimiento pueden encontrar un espacio de encuentro en el que demos la lucha. Sea desde el arte, la política o la cultura nos vamos a seguir encontrando en la calle. 

GypsyDiablo Beats se presenta el domingo 26 a las 23 hs. en el Espacio Alternativo de Quilmes Rock 2017. También estarán Kumbia Queers, DJ Click, Quieto Poliester y Tranki Punki.

Por Julieta Pollo
Fotos: Fer Bordón

Palabras claves: Cosquín Rock, Dj Chico Parany, Fiestas Gitanas, Música balcánica

Compartir: