El club de la pelea: “Segurola y Habana 4310”
Un regreso. Una pelea. El circo mediático noventoso en pleno auge. Un Diego como mito viviente vuelve a Boca. Toresani hace de villano. En el medio, el nombre de dos calles y cuatro cifras pasan a formar parte del glosario maradoniano. De ahí, a la jerga popular. Todo en un día como hoy, hace 21 años.
Por Redacción La tinta
Fue un 7 de octubre de 1995. Habían pasado casi catorce años del último encuentro de Diego Armando Maradona con la camiseta de Boca, que se remontaba al 2 de diciembre de 1981, en el triunfo sobre Vélez por 2-1, por el Nacional de ése año.
Ese 7 de octubre la Bombonera explotaba, repleta como en las más grandes jornadas. Diego, con su mechón amarillo, volvía a su casa. El conjunto Xeneize enfrentaba a Colón por la novena fecha del Apertura’95. El recibimiento de los hinchas fue fenomenal. Globos, humo de colores, bombas de estruendo, banderas grandes, Dalma y Gianinna llorando en el campo de juego.
Comenzó el encuentro y a los siete minutos empezaron los roces. Diego fue a saltar y Horacio Ameli lo golpeó en el aire. El 10 quedó en el piso y justo pasaba por su lado Julio César «Huevo» Toresani, quien le reclamó que se levantara. El Diego se puso loco. Palabra va, palabra viene, el clima del encuentro se empezó a poner espeso y todo explotó a los 38 minutos del primer tiempo.
Claudio Cannigia le dio una durísima patada a Dante Unali, Francisco Lamolina no cobró nada y entonces los santafesinos se volvieron locos. Se armó un terrible revuelo que el árbitro no podía controlar. Acusaciones de un lado y del otro. Como solución a la historia, Lamolina le sacó una segunda tarjeta amarilla a Toresani y lo expulsó.
Boca ganó finalmente 1-0 con gol de Darío Scotto, pero la cosa se puso más picante en las declaraciones después del encuentro. Luego del partido, el Huevo dijo: “Maradona manejó el partido. Él me echó de la cancha, me gustaría encontrarlo para ver si me repite en la cara todo lo que me dijo”. Y Diego, fiel a su estilo, respondió con los tapones de punta. “A ése muchacho le digo que vivo en Segurola y Habana 4310, séptimo piso. A ver si me dura 30 segundos”.
“Hasta el día de hoy la gente me pregunta acerca de la pelea con Maradona”, contó Toresani hace cinco años. El villano del regreso del Diez sigue afirmando que se tomó en serio su papel aquella tarde: “Si tenía que boxearlo, lo boxeaba en el medio de la Bombonera. En ese momento me lo quería comer, por eso dije que esa tarde me echó Maradona”.
Sin embargo, todo quedaría en la nada. A tal punto que el mediocampista fue transferido a Boca un año más tarde y compartió equipo con Maradona: “Los muchachos del plantel me cargaban. Me decían que Diego me iba a sopapear. Cuando apareció Diego no pasó nada. Lo pasado, pisado”.
Fuente: dxtv.gob.ar