Histórica victoria de la izquierda en Francia
La victoria de la izquierda en Francia, sumado a cambios de gobierno en Inglaterra, marcan un giro político significativo en Europa.
Cuatro días después de que Emmanuel Macron convocara elecciones anticipadas tras los decepcionantes resultados en el Parlamento Europeo del pasado 9 de junio para su formación Ensemble, un grupo de partidos se unió bajo la bandera del Nuevo Frente Popular (NFP). Esta coalición, evocando el espíritu del Frente Popular de 1936 que emergió para enfrentar el ascenso de la extrema derecha, promete revitalizar las políticas sociales progresistas de aquel tiempo, como la semana laboral de 40 horas y las licencias remuneradas para los trabajadores.
La alianza es muy amplia y está liderada por Jean-Luc Mélenchon, quien fuera tres veces candidato presidencial (en 2012, 2017 y 2022, con resultados mejores en cada elección) y cabeza del partido Francia Insumisa. A él, se han sumado socialistas, comunistas, los Verdes y la Place Publique, del popular miembro del Parlamento Europeo (MEP), Raphaël Glucksmann. La izquierda logró la victoria, sin embargo, sin alcanzar mayoría absoluta para colocar a su propio primer ministro, lo que deja abierta la puerta a un escenario incierto de cara a lo que viene.
El panorama político en Francia se configura de la siguiente manera: el Nuevo Frente Popular obtendría entre 172 y 215 escaños, seguido por la coalición oficialista Juntos por la República, de Macron, con entre 150 y 180 escaños, y la Agrupación Nacional (RN) junto a sus aliados con entre 115 y 155 escaños. Para alcanzar la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, se requieren 289 escaños, de un total de 577; ya se adjudicaron 76 escaños en la primera vuelta, por lo que quedan por distribuir 501 escaños. Con estos resultados, aún pendientes de confirmación oficial, parece que no se ha disuelto completamente el cordón sanitario destinado a restringir el avance de la RN.
Los votantes franceses han optado mayoritariamente por la opción del centro, la izquierda más radical y la izquierda en general, como lo ha delineado Macron, quien, si bien no logró los resultados que quería, dentro de lo que cabe, tampoco tiene grandes motivos para lamentarse. Los grandes derrotados, finalmente, fueron Le Pen y su delfín, el joven Jordan Bardella, quien había anunciado que quería ser primer ministro, dando por hecho una victoria de la RN.
El secretario general del partido Renacimiento, Stéphane Séjourné, expresó este domingo, tras la publicación de las primeras proyecciones de la segunda vuelta de las elecciones legislativas, que es «evidente» que el Nuevo Frente Popular de Mélenchon «no está en posición de gobernar Francia». Argumentó que ninguna coalición ha alcanzado la mayoría en la Asamblea Nacional. Séjourné también ocupa el cargo de ministro de Exteriores en funciones y es uno de los primeros funcionarios de Macron que salió a rechazar un eventual co-gobierno de Mélenchon. La izquierda, por su parte, le exige al presidente que el lugar de primer ministro, dados los resultados electorales, sea para uno de los suyos.
Mélenchon ha declarado que “nuestro pueblo ha votado con conciencia” y que «el presidente tiene el poder y el deber de convocar al Nuevo Frente Popular para que gobierne”. En un discurso ante cientos de personas reunidas en la capital para celebrar la victoria de la izquierda, el político expresó su alivio por la ausencia de la anunciada victoria de la extrema derecha. Sin embargo, también argumentó que los resultados «confirman la derrota del presidente y de su coalición», instándolo a no intentar evadir esa derrota con artimañas. El líder de la izquierda afirmó que el próximo jefe de Gobierno debe ser del NFP y «debe implementar su programa y solo su programa», enfatizó Mélenchon, rechazando cualquier negociación con la coalición de Macron. Mélenchon propone volver a bajar la edad jubilatoria a 60 años, contrario a las reformas del presidente. Una co-habitación en el gobierno galo podría ser bastante interesante y hay fantasmas de parálisis del ejecutivo en caso de que esto finalmente suceda.
Macron dijo que planea tomarse un tiempo para evaluar los resultados de las elecciones legislativas de este domingo y la configuración de la nueva Asamblea Nacional antes de decidir sobre la formación del próximo gobierno. Fuentes del Elíseo señalaron que Macron «esperará a la configuración de la nueva Asamblea Nacional para tomar las decisiones necesarias» y que, en su rol de garante de las instituciones, se asegurará de que se respete la decisión soberana de los franceses. Este mensaje llegó después de que los líderes de la coalición de partidos de izquierda expresaran su intención de formar gobierno basándose en los resultados electorales preliminares, que los posicionan como el principal grupo parlamentario, aunque lejos de obtener una mayoría absoluta.
Este resultado inicial representa una sorpresa en comparación con las encuestas de los últimos días de campaña, que pronosticaban que la extrema derecha terminaría en primer lugar e, incluso, tendría posibilidades de alcanzar la mayoría absoluta. El grupo parlamentario de La República en Marcha (LREM), partido de Macron que tenía una mayoría relativa en la Asamblea Nacional saliente y apoyaba al gobierno dirigido por el primer ministro Gabriel Attal, está en disputa por la segunda posición con el partido Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen. Attal presentó su renuncia al presidente de la República este lunes, aunque lo hizo afirmando que continuará desempeñando sus funciones «el tiempo que el deber lo requiera”.
Tanto en Francia como en Inglaterra, donde también se llevaron adelante elecciones la semana pasada, la derecha sufrió duras derrotas mientras que distintas facciones de la izquierda lograron avances, variando en moderación y radicalización según las regiones. La idea de que el ascenso imparable de la extrema derecha es inevitable es simplemente una narrativa. Sumado a esto, se observa claramente una derrota del centro liberal y del progresismo liberal atlantista, a pesar de que incluso el Labour también comparta esa orientación atlantista.
La jornada de ayer en Francia representa igualmente un revés para Putin, Vox, Milei, Orbán y todos aquellos que se oponen a un mundo basado en la fraternidad, la solidaridad y la ilustración.
*Por Gonzalo Fiore Viani para La tinta / Imagen de portada: ANDRÉ PAIN / EFE.
