Las universidades y el sistema científico bajo amenaza
El miércoles pasado, en Córdoba -y en todo el país-, hubo movilizaciones a Tribunales para exigir la nulidad del DNU presidencial. Allí estuvieron todas las centrales sindicales. La CGT y la CTA de los Trabajadores de Córdoba hicieron entrega de un documento dirigido al fiscal general de la provincia, en el que expresaron un enérgico repudio a la represión y al DNU que incluye el congelamiento de los recursos destinados a los sistemas educativo y científico. Esa misma noche, Milei anunció la llamada Ley Ómnibus.
Leticia Medina, secretaria general de la CTA-T, secretaria adjunta de la Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (ADIUC), e integrante de la Intersindical de Mujeres, en conversación con La tinta, hizo una lectura del escenario que se abre para el sistema universitario en general -y de la UNC en particular- a partir de los anuncios presidenciales.
“Hay un proyecto que queda perfectamente expresado en esa Ley Ómnibus orientado a la venta, a la transformación y a la entrega de los recursos naturales, del patrimonio nacional y del conocimiento producido localmente. Un modelo de país que solamente se plantea como un territorio de interés para el desarrollo y para la inversión extranjera, que no requiere ni educación de calidad ni un sistema científico-tecnológico, ni desarrollo del conocimiento autónomo ni conocimiento estratégico”, dice la docente e investigadora.
Como enfatiza Medina, las universidades y el sistema científico quedan, en esta coyuntura, en una situación de profunda vulnerabilidad. «Si no hay una actualización del presupuesto -tal como pide, también, el Consejo Interuniversitario Nacional- habrá un congelamiento de las partidas para el funcionamiento de las universidades y, por supuesto, también, para hacer los necesarios incrementos del salario en un contexto hiperinflacionario”.
La secretaria adjunta del gremio de docentes de la Casa de Trejo explica que la cuestión salarial está vinculada, además, con la negociación colectiva, asegurada hasta ahora a través del convenio colectivo de trabajo, que les ha permitido, en función de la normativa y de la capacidad de negociación de los sindicatos, acompañar el proceso inflacionario más allá de los límites que impone el presupuesto: “Esto nos ha permitido amortiguar el deterioro de los salarios. Durante el gobierno de Macri, perdimos más del 30%. En el gobierno posterior, si bien la negociación fue muy dura y no siempre logramos alcanzar la inflación, la vigencia de la negociación colectiva, por fuera del presupuesto, nos permitió aproximar nuestros salarios a la inflación. Hoy, la negociación colectiva está amenazada por un gobierno que no solamente viene a proponer reformas en la legislación laboral, sino que se ha expresado en contra de esta conquista histórica que está en el corazón del modelo sindical argentino. Sobre todo, en contra del rol mediador del Estado en la negociación colectiva, que, como sabemos, no es una negociación entre iguales, sino entre empleadores que tienen más poder de decisión que trabajadores que solo tienen de su lado la organización”.
Otra enorme preocupación de la comunidad universitaria tiene que ver con la desjerarquización del Ministerio de Educación, de la Secretaría de Políticas Universitarias y del Ministerio de Ciencia y Tecnología, así como los anuncios vinculados al congelamiento de salarios, de la planta de trabajadores del Estado y de los despidos: “Evidentemente, todas esas políticas o ese horizonte político, ese proyecto de país, es coherente con la idea de poner entre paréntesis e ir desarticulando todo el sistema autónomo soberano de ciencia y tecnología, de producción, de conocimiento y de inclusión educativa en el nivel superior que venimos desarrollando durante estos últimos 40 años de democracia”.
Desde ADIUC, reforzaron que, durante el receso de verano, el sindicato permanecerá en estado de alerta y movilización, “sosteniendo encuentros con los distintos actores de la comunidad universitaria y otras organizaciones; atentos a las resoluciones que vayan adoptando las centrales sindicales, elaborando materiales para dar estos debates con los estudiantes y realizando asambleas en todas las dependencias en el inicio del ciclo lectivo”.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Ana Medero y Ezequiel Luque para La tinta.