«La ideología del Estado israelí permite colonizar, ocupar y saquear a Palestina»
Martín Martinelli es el autor de Palestina (e Israel), entre intifadas, revoluciones y resistencia, una investigación profunda sobre un conflicto que perdura desde hace décadas y en el que confluyen desde identidades originarias hasta decisiones geopolíticas que marcan la agenda internacional.
Por Leandro Albani para La tinta
Palestina (e Israel), entre intifadas, revoluciones y resistencia es un libro para entender en profundidad una problemática mundial que, en poco más de 20 años, ya será centenaria. Su autor, Martín Martinelli, realizó una investigación completa, detallada y precisa sobre las historias, particularidades y desarrollos de los pueblos palestinos y judío. Pero, en el libro, no solo muestra “los hechos”, sino que analizó sus fuentes primarias, las ideologías detrás de las acciones y, sobre todo, se colocó en la larga lista de historiadores, intelectuales y escritores que dejan sentado cómo, desde 1948 -con la creación del Estado de Israel-, se inició una política planificada –y sistemática- para expulsar a los y las palestinas de sus tierras originarias. Para esto, y como es constatado a diario, el establishment gobernante en Tel Aviv –sostenido e impulsado por la ideología sionista- y sus temibles fuerzas militares y de seguridad no escatiman en los métodos para lograr la conquista total de la Palestina histórica.
Doctor en Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Nacional de Lujan (UNLu), y profesor de Historia Contemporánea en el mismo centro de estudio, Martinelli hace años que investiga y trabaja sobre el “conflicto palestino-israelí” de una forma silenciosa, pero persistente. Su libro, recientemente publicado por el editorial de la UNLu, es el fruto de un esfuerzo por explicar, difundir y contextualizar una problemática que está muy lejos de resolverse.
Un punto por demás de destacado del libro es su prólogo, escrito por el reconocido intelectual israelí, Ilan Pappe, que enfatiza en la necesidad urgente de descolonización en Palestina, pero a través de una iniciativa “desde abajo” y en manos de los propios palestinos y palestinas, algo que desde la ocupación ilegal israelí nunca sucedió.
Palestina (e Israel), entre intifadas, revoluciones y resistencia se presentará este martes a las 16 horas en la Librería Universitaria de la UNLa, en la cual participarán el autor, Alan Rebottaro y Omar Gejo, ambos geógrafos e integrantes del Observatorio Geohistórico de la Universidad de Luján.
En diálogo con La tinta, Martinelli reflexionó sobre cómo abordar la cuestión palestina desde América Latina y, en particular, desde Argentina. Para el autor, una de las formas “es el desarrollo que hubo en los últimos años de temas internacionales, en este caso, visto desde la historia contemporánea”, algo que, según el investigador, “han mejorado, o han proliferado más, los estudios en general desde América Latina sobre Palestina, aunque siguen sin ser un campo muy extenso”.
Desde Argentina, explicó Martinelli, este panorama coincide con “contrarrestar un poco la imagen que dieron los medios hegemónicos acerca de los palestinos y del mundo árabe, en general, como terroristas. Es un campo que todavía tiene mucho por crecer, ya que no es tan conocido, sobre todo el caso palestino, porque es un pueblo que no tiene del todo consolidado su Estado hacia el exterior. Al vivir bajo la opresión israelí, le cuesta mucho más difundir sus ideas”.
El profesor, además, apuntó que “en cuanto a las universidades, en particular en Argentina, sí hay un desarrollo de grupos que abordan el tema, pero no es un campo de los más extensos. Sí hay una mayor divulgación de lo que es Palestina, en líneas generales, pero todavía no llega al gran público, porque sigue existiendo una visión sesgada”.
Martinelli también analizó que, a la hora de abordar la cuestión palestina, hay que revertir “la voz, la interpretación y la narrativa israelí de todos los sucesos que tuviesen que ver con lo palestino. Ahí tiene que ver muchas veces la posición ideológica”.
Nacionalismo y resistencia
El nacionalismo palestino fue la punta de lanza para resistir la ocupación israelí. Con el tiempo, esta ideología chocó con sus propias limitaciones y, en el plano político, derivó en un movimiento dirigido por líderes cuestionados dentro del propio pueblo palestino. Según Martinelli, al nacionalismo palestino hay que “definirlo”, al mismo tiempo que “diferenciarlo del Movimiento de Liberación Nacional Palestino”.
El autor explicó que “en los años recientes, se mantiene una diferenciación política, pero hay unidad del pueblo, como se vio en 2018 con la Gran Marcha del Retorno o como en 2021 en las huelgas y en las protestas que hubo, al unísono, cuando Israel se avanzó sobre el barrio de Jerusalén, Sheikh Jarrah, con expulsiones”. “En una interpretación, el nacionalismo palestino viene a darle una cierta esperanza al pueblo de poder resistir a la ocupación”, expresó.
En consonancia, para el autor, en los últimos años, hubo modificaciones en cuanto a la aceptación y compresión de la lucha del pueblo palestino por sus derechos. Como ejemplo, nombró a organizaciones como Human Right Wacht o B’tselem –el grupo de derechos humanos israelíes-, que denominaron públicamente “como apartheid al sistema israelí”. Al mismo tiempo que sucedió esto, Martinelli advirtió que, en las últimas décadas, también se observó cómo “fue empeorando la situación de los palestinos en los territorios, con el plan de judaización de Jerusalén o el cercamiento a través del muro, desde 2002, en Cisjordania”.
“La situación ha empeorado, pero la lucha y la resistencia palestina mantiene diferentes maneras. Eso no quita que la situación, en ese sentido, empeoró, por eso una forma de resistencia es el nacionalismo palestino para tratar de oponerse a la opresión israelí”, sintetizó.
Sionismo y ocupación
Uno de los capítulos más interesantes de Palestina (e Israel), entre intifadas, revoluciones y resistencias es el que aborda el sionismo, sus orígenes, sus conceptos ideológicos y cómo se instrumentaliza hasta estos días no solo para justificar la ocupación de Palestina, sino también para acallar cualquier voz crítica con el Estado israelí.
“Al igual que el nacionalismo palestino, la ideología sionista se modificó a través del tiempo. Lo que sí hay que marcar es que es una ideología que permite colonizar, ocupar e ir saqueando, por diferentes formas legales, las tierras de los palestinos”, aseguró el autor. “Eso no quiere decir un ataque intrínseco contra el pueblo judío –remarcó Martinelli-. Lo que cambió entre el siglo XIX y el XX, es que ese pueblo judío se convirtió en una idea de nacionalismo o nacionalista de los judíos”.
Desde 2018, el Estado israelí se caracterizó legalmente como judío, algo que conlleva, según el docente de la UNLa, “un racismo estructural que se manifiesta en diferentes niveles, como en la educación y en la prensa”.
A su vez, Martinelli apuntó cómo el poder israelí utiliza hechos históricos para justificar sus políticas. El profesor de la UNLa indicó que el pueblo judío ha sido perseguido, “que sufrió en la Shoá durante la Segunda Guerra Mundial, donde también murieron 27 millones de soviéticos, unos 20 millones de chinos y entre 60 y 70 millones de personas en total. Fue un momento terrible para la humanidad, donde se tiraron las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki. Corriendo de foco esa cuestión, que todavía tiene reminiscencias y una pervivencia en Israel, eso va por otros carriles de lo que sucede con respecto a los palestinos desde hace 100 años, por lo menos, y que se hace de manera más marcada desde la creación del Estado de Israel en 1948”.
Una identidad que perdura
“La identidad palestina no tiene riesgo de desaparecer –afirmó Martinelli-. Su lucha sí puede ser perseguida, como ha sido en todos estos años, pero ha crecido el reconocimiento internacional respecto del apartheid y de cómo es un pueblo que resiste día a día a incursiones y encarcelaciones”.
La identidad del pueblo palestina nunca dejó de ser avasallada, pero tampoco pudo ser erradicada, aunque la vida en Cisjordania y la Franja de Gaza empeoren con el correr de los días. A esto, hay que sumar el plan de “normalización” que impulsan Estados Unidos e Israel con los países árabes, para que acepten al Estado hebreo y dejen de lado la defensa de la causa palestina. Aunque esta maquinaria militar, política y diplomática esté en plena marcha contra los y las palestinas, hasta ahora, no pudo detener una resistencia histórica.
Por último, el autor se refirió a las relaciones entre el pueblo palestino y América Latina, donde la comparación de las diferentes conquistas por poderes extranjeros es inevitable. “La lejanía espacial no separa que hayan sido procesos similares, aunque en tiempos diferentes –enfatizó Martinelli-. Tenemos muchos más en común de lo que se podría pensar con pueblos como el palestino, iraquí o afgano. La diferencia puede ser la cantidad de invasiones y sometimientos que han sufrido los pueblos de Medio Oriente durante los siglos XX y XXI. En nuestra América, también tuvimos la bota opresora estadounidense imponiendo dictaduras o gobierno afines a sus políticas. Somos pueblos que tendríamos que tener la tendencia a entendernos. Con la multipolaridad que está apareciendo en el mundo, puede haber más oportunidades para que haya más acercamientos entre estas poblaciones”.
*Por Leandro para La tinta / Foto de portada: Mahmud Hams – AFP.