¿Cómo trabajar una perspectiva feminista desde adentro del fútbol? La experiencia de Belgrano
A partir de las noticias de las últimas semanas, vinculadas a la violencia de género en el mundo del fútbol, muchxs hinchas nos preguntamos: ¿cómo atravesar el dolor y la bronca que nos genera la indiferencia y la falta de acción ante estas situaciones? Conversamos con Soledad Ceballos, del Club Atlético Belgrano, para conocer cómo se trabaja la perspectiva feminista desde adentro: las acciones que vienen desarrollando y el trabajo en red como la clave para construir espacios libres de violencias.
El viernes pasado, Sebastián Villa, actual futbolista del Club Atlético Boca Juniors, fue denunciado nuevamente por abuso sexual, sumando la tercera acusación formal en su contra por violencia de género. La noticia se instaló en la agenda mediática junto a los avances y retrocesos judiciales en sus causas. No es la primera vez que pasa esto en el mundo del fútbol. Otros jugadores de planteles masculinos de diferentes divisiones -en Boca y otros clubes- tienen denuncias por ejercer distintos tipos de violencia contra mujeres.
Mientras Villa sigue jugando de titular y es construido como “estrella” del equipo, muchísimxs hinchas, de diferentes clubes, nos preguntamos: ¿cómo atravesar el dolor y la bronca que nos genera la indiferencia y falta de acción ante estas situaciones?
Leemos noticias, escuchamos declaraciones, charlamos con amigxs y discutimos mucho en redes sociales. Nos movemos en un vaivén turbulento: por un lado, la urgencia por dirigencias y federaciones que se hagan cargo del lugar social que ocupan los clubes en la formación de personas y, por el otro, la confianza en quienes están trabajando y aportando la construcción y las transformaciones desde adentro. Muchas personas estamos atentas al fútbol, pero no participamos activamente de la vida de nuestros clubes y esa lejanía también nos habilita preguntas. ¿Qué pasa en las instituciones deportivas a raíz de estos episodios? ¿Qué responsabilidad y margen de acción tienen? ¿Cómo se trabaja una perspectiva feminista desde adentro?
Para comprender el panorama más amplio, repasemos algunas informaciones a nivel nacional. En abril de 2022, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) presentó el Relevamiento Federal por un Deporte Igualitario, realizado “con el objetivo de recolectar datos certeros sobre la realidad de diversos clubes para poder diseñar mejores políticas públicas y poder orientarlas de manera efectiva y precisa”. De este material, podemos recuperar:
—El 28% de los clubes relevados recibió talleres de formación en género y/o DD. HH. para entrenadores y dirigentes, el 17% tuvo talleres para deportistas, el 11% para socios, el 3% para empleados, el 62% no recibió ningún taller.
—Hay un 75% de clubes interesados en recibir talleres, un 24% en duda y un 1% que no está interesado.
—El 10% de los clubes tienen área de género y diversidad, el 9% tienen área de DD. HH. e igualdad, el 6% tiene área de género y DD.HH., y el 76% no tiene ningún área de este tipo.
—El 19% de los clubes tiene protocolo en caso de violencia de género, el 23% lo está elaborando y el 58% no tiene.
—El 9% de los clubes afirma que tuvo casos de violencia de género y el 91% restante declara no haber tenido.
Desde La tinta, conversamos con Soledad Ceballos, coordinadora del Área de Géneros y Derechos Humanos del Club Atlético Belgrano, para conocer la experiencia particular de esta institución cordobesa.
«Disculpen, pero el feminismo también llegó a los clubes»
La presencia de mujeres y disidencias dentro de los clubes y del fútbol no es nueva, tiene un recorrido tan largo como la vida de las instituciones -aunque siempre en condiciones desiguales-. La perspectiva de género, como tal, es más reciente. Impulsada por espacios feministas de hinchas, jugadoras, periodistas y dirigentas, y con mayor visibilidad a partir del año 2018. Para Soledad, enfocar el trabajo desde esta mirada “no es solamente necesario, sino que es una realidad. Desde un tiempo a esta parte, muchos clubes han dejado de ser solamente lugares donde se juega el fútbol, sino instituciones vinculadas a la cotidianeidad”.
Un poco más allá de lo posible, el camino parece hasta inevitable: “Particularmente en Belgrano, su propia historia hace que no se mire para un costado. El barrio en el que está anclado, la vida en relación al barrio, la Cervecería en frente, el Clínicas, la Reforma Universitaria, el Cordobazo, las poblaciones migrantes y su permanente diálogo con la comunidad. Nos quedaría a contramano no estar mirando y recogiendo el guante de una discusión que ya lleva muchos años”.
Hacer políticas de género
En una época donde los discursos cobran tanta centralidad, muchas veces resulta necesario volver a la acción. Entonces, ¿cómo se hace? ¿Por dónde se empieza a construir o ampliar esta mirada dentro de una institución tan grande y diversa como un club? En Belgrano, hace más de dos años, se creó el Área de Géneros y Derechos Humanos, un paso importante en la institucionalización de esta política, que implica el destino de recursos, tiempo y personas. Claro que no nació de un día para el otro: el antecedente viene de la mano de las trabajadoras del club que, históricamente, llevaron adelante un recorrido de demandas y que, luego, se tradujo en la existencia de la Red Belgrano Feminista: “Nos conformamos unidas por la misma camiseta, personas que venimos de distintos recorridos, de distintas formaciones y militancias, y nos encuentra el mismo sentido de entender que los clubes también pueden ser espacios amigables para que entremos todes”.
Desde la creación del área, se propusieron avanzar en espacios de formación como uno de los ejes centrales para entender y fortalecer el sentido de pensar el club desde una perspectiva de género. Con esta intención, comenzaron a desarrollar encuentros, diálogos y discusiones sobre la temática. “A fines del año pasado, se hizo un recorrido sobre masculinidades que involucró a trabajadores varones del club, de distintas áreas, facilitado por el Centro Integral de Varones de la provincia. Además, hubo un encuentro con integrantes de la comisión directiva para pensar el club desde una perspectiva de género y también hicimos con las personas que están a cargo de juveniles y del femenino de Belgrano”, explica la coordinadora.
En 2020, crearon el Protocolo de acción para la prevención e intervención en situaciones de discriminación y violencias por género, orientación sexual o identidad de género. «El protocolo fue espejo de lo que venía y viene pasando en muchos otros clubes del país, que iniciaron este camino desde hace más tiempo. La articulación que las feministas tenemos históricamente nos encontró siendo parte de distintos clubes. Entonces, aquellos que ya contaban con protocolo nos lo compartieron, lo leímos, lo miramos lo analizamos, lo reescribimos en función de la realidad propia de Belgrano y, sobre eso, avanzamos”, detalla Soledad sobre el proceso de construcción.
En estos dos años de existencia, recurrieron al protocolo cada vez que fue necesario: “No es una fórmula para resolver situaciones problemáticas, sino una herramienta de orientación. En ese sentido, ante las situaciones que se han dado, nos ha permitido generar el diálogo necesario para el abordaje de cada una. Las situaciones no son iguales unas a otras, cada una te interpela de diferente manera, entonces, en ese camino, vamos aprendiendo cómo lo implementamos”.
Por otro lado, en 2021, Belgrano incorporó una cláusula en los contratos de los futbolistas profesionales. De acuerdo con el comunicado que publicó el club en aquel momento, esta medida fue retomada de las experiencias de San Lorenzo y Vélez Sarsfield, y dispone que “aquellos jugadores que estuvieran imputados en una causa judicial por violencia de género podrán ser excluidos del plantel preventivamente hasta tanto quede esclarecida la situación judicial. A la vez, si la denuncia prosperase y hubiere una condena firme por parte de la Justicia, Belgrano podrá rescindir automáticamente el vínculo con el jugador sin resarcimiento económico alguno”.
La coordinadora explica que, a la hora de pensar la perspectiva de género en los clubes, se encuentran con las mismas resistencias que en cualquier otro ámbito: “No hay especificidades, tal vez es un camino un poquito menos andado, porque hay otros ámbitos a los que el feminismo ha llegado antes. Tratamos de sortear esas mismas resistencias y está bien que sucedan, sería más extraño que no pasen y que todo fluya como si nada, como si todos ya hubiésemos aprendido todo”.
Redes y efecto contagio: el diálogo entre muchas
En la provincia de Córdoba, Belgrano fue el primer club en contar con protocolo, Área de Géneros y cláusula. A partir de este primer paso local, otros clubes -como Instituto Atlético Central Córdoba- construyeron su propio protocolo. “Se da un efecto contagio que es muy alentador”, indica Soledad. Sin dudas, la palabra clave para pensar y hacer este trabajo es redes. Todas las decisiones en las que viene avanzando el club fueron construidas desde el diálogo con otrxs. Particularmente, Soledad detalla que la Red Belgrano Feminista, Futboleras Organizadas a nivel provincial y la Coordinadora Sin Fronteras de Fútbol Feminista son los espacios colectivos desde donde se sostienen.
“Una de las primeras situaciones que se dio dentro del club nos llevó a comunicarnos con compañeras de Rosario Central para consultarles: ‘Che, una situación más o menos así, ¿la tuvieron? ¿Cómo la resolvieron? Nos parece que podemos hacer esto, ¿qué les parece a ustedes?’. Me da mucha satisfacción en ese sentido, porque es también entender los clubes desde otros lugares. Más vale que, si jugamos contra Rosario Central, quiero ganar el partido, pero en términos de pensarnos hacia adentro y de la construcción política de una mirada feminista, sabemos que nos tenemos ahí y eso esta buenísimo”, explica Soledad.
Otro ejemplo tuvo lugar en el marco del Ni Una Menos: “Para el 3 de junio, muchos clubes de la B Nacional salimos con la misma consigna y eso habló de una construcción que nos hizo dialogar y ponernos de acuerdo con nuestros rivales también. A Belgrano le tocó jugar de local contra Deportivo Morón, entonces el vínculo fue directo, no solo con la compañera de género, sino con el club en general. Hay un diálogo que empieza a ser distinto y eso está bueno”.
En las malas, mucho más
Ya sabemos, los clubes son grandes por su gente. Y por lo mismo, son complejos, diversos y atraviesan, en sus tiempos y modos, las mismas problemáticas y disputas que encontramos en cualquier ámbito social. El dolor y la bronca que generan las desigualdades e injusticias, así como la incomodidad y la contradicción, también son un insumo. El desafío es encontrar las alianzas para seguir ensayando lo colectivo y llenarnos de preguntas nuevas, porque desde el conflicto y la tensión podemos “ir corriendo los límites de lo posible”. El fútbol es el placer de los pueblos y construir lo común es su acción más cotidiana. No se trata de diluir el enojo, sino de que sea motor para la acción, porque si algo sabemos en los clubes y en el feminismo es juntarnos con otrxs, llenar las calles y las canchas, y hacerle frente a lo que sea con alegría y pasión. Como dice Soledad, “el camino es largo y el deseo sigue siendo siempre el mismo”.
*Por Jazmín Iphar para La tinta / Imagen de portada: Julieta Cementerio.