Palestina: “No vamos a rendirnos»
Una nueva invasión militar de Israel contra toda Palestina, en especial en la Franja de Gaza, ya dejó más de 200 muertos y centenares de heridos.
Desde el lunes 10 de mayo, las fuerzas agresoras israelíes han lanzado innumerables ataques contra la población civil palestina. El sábado 15, pudimos observar cómo aviones de combate israelíes bombardearon una vivienda en el campamento de refugiados de Al-Shati, situado en el norte de la bloqueada Franja de Gaza. A raíz de dicha ofensiva, murieron ocho miembros de una misma familia, entre ellos, seis niños.
“El número de muertos por los ataques aéreos israelíes de anoche (por el sábado) ascendió a 42 personas, incluidas 16 mujeres y diez niños. 50 personas resultaron heridas, en su mayoría mujeres y niños”, informó este domingo el Ministerio de Salud de Palestina.
Es decir, desde la fecha de inicio de los ataques militares de la fuerza de ocupación sobre la Franja de Gaza, el total de palestinos asesinados fueron más de 200 (entre ellos 63) y unos 1.500 resultaron heridos.
La Nakba
Si bien el proyecto sionista sobre Palestina se va gestando mucho antes de la Primera Guerra Mundial (proyecto que acabaría con la convivencia armónica, que hasta entonces predominaba en esas tierras, entre judíos, musulmanes y cristianos), uno de los días más tristes de la historia del pueblo palestino es el 15 de mayo, el día de Al Nakba, la catástrofe o el desastre. Esta fecha simboliza la usurpación de Palestina, la expulsión de la mayoría de su población de sus hogares (más de 750.000 personas), la ocupación militar extranjera de sus tierras, el sometimiento de la población a todo tipo de opresión, crímenes de guerra y violaciones a sus derechos humanos.
La resolución 181 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 1947 indicó la partición de Palestina en dos partes iguales, una para un Estado judío y la otra para un Estado palestino. En la entrevista realizada en el especial por Palestina, co-producido por la Radio Popular Che Guevara y el portal de noticias Adelante, de Paraguay, la activista palestina Jaldía Abubakra señaló que la partición “se hizo sin consultar a la población autóctona. Hasta ese momento, los judíos que habían llegado no alcanzaban ni al 30 por ciento de la población y el 3 por ciento de judíos originarios vivían en paz con cristianos y musulmanes”. Pero el 15 de mayo de 1948, las organizaciones judías declaran el nacimiento del Estado de Israel sobre el 78 por ciento de la superficie de Palestina.
Para ello, y previamente, grupos terroristas sionistas -como Irgún, Haganá, Stern, entre otros- llevaron a cabo una campaña de asesinatos, masacres y destrucción de pueblos con la finalidad de obligar a los palestinos a huir y así vaciar la tierra de sus habitantes, para posteriormente ser reemplazados por colonos de religión judía, traídos de todos los rincones del mundo. Fueron más de 500 aldeas, siendo el caso de Der Yasin el más emblemático: una pequeña aldea cerca de Jerusalén, donde las tropas israelíes masacraron y degollaron a 254 campesinos desarmados, y posteriormente pasearon a los sobrevivientes desnudos en camiones para difundir el pánico en el resto de la población palestina, obligándola a dejar sus hogares.
Si bien la Nakba remonta a una fecha histórica, le preguntamos a Jaldía ¿qué significado tiene hoy? De acuerdo a ella, hoy en el exilio en España, “la Nakba para el pueblo palestino no sólo es el inicio de la declaración por parte de las Naciones Unidas de un Estado en nuestro territorio. La Nakba continúa, la limpieza étnica y las masacres continúan, los crímenes de lesa humanidad que cometen contra nuestro pueblo, contra nuestra gente en Palestina, día a día están ocurriendo. Todos los días están violando los derechos humanos de las palestinas y los palestinos”.
“Gaza vive bajo bloqueo por mar, tierra y aire hace más de 15 años -agrega Jaldía-. Gaza no dispone de medicamentos ni de electricidad, ni de agua potable desde hace más de 15 años. En Jerusalén, la limpieza étnica nunca ha parado. Lo que quieren es, mediante el terror, mediante las leyes de apartheid, mediante la violencia, barrer con los palestinos que llevan miles de años viviendo ahí. Lo mismo hacen con nuestra gente de la Palestina de 1948: en Haifa, Acre, Nazaret viven bajo un régimen de apartheid, de segregación”.
La activista remarca que “Cisjordania está sufriendo incursiones del ejército diariamente, secuestros de niños, de activistas, de mujeres. Los checkpoints, el muro, son innumerables los crímenes que comente la ocupación de Israel con nuestro pueblo palestino. Pero hoy en día, y todos los días, nuestro pueblo está demostrando que no se rinde, que sigue luchando, que nos seguimos sintiendo palestinas y palestinos. Cuando atacan Jerusalén, responden desde Gaza y, cuando atacan a Haifa, responden desde cualquier sitio de la Palestina histórica. Somos un pueblo unido luchando en todos los territorios de la Palestina histórica”.
Es decir, para el Pueblo palestino, la Nakba representa un punto de inflexión en su historia, es un momento de quiebre, de ruptura que modificó todos los órdenes de la vida de la sociedad. Pero no es el inicio ni la culminación de ese proceso colonialista, racista, de exterminio y desplazamiento por parte de Israel.
La resistencia en Jerusalén
Los medios hegemónicos (y los no tan hegemónicos) suelen “informar” sobre los muertos y heridos, responsabilizando a las “dos partes en conflicto”, y omitiendo la historia de la ocupación. Sin ir al fondo del meollo, pero para entender el surgimiento de este nuevo levantamiento, tenemos que hacer un repaso sobre el problema de las viviendas del barrio de Sheikh Jarrah, en la capital de Palestina.
Desde 1948, el barrio recibió a varias familias que fueron desplazadas de sus aldeas originarias en las tierras ocupadas debido a la Nakba. En 1956, se llegó a un acuerdo entre el gobierno jordano (quien tenía el control del territorio en aquel entonces) y las Naciones Unidas para proporcionar viviendas a unas 28 familias desplazadas para que vivieran en el barrio. El gobierno jordano donó el terreno y construyó las casas, y los residentes se convirtieron propietarios después de tres años.
La guerra de 1967 y la ocupación de Jerusalén Oriental interrumpieron los procedimientos para que los residentes obtengan sus documentos de propiedad. En 1972, los colonos ilegales israelíes iniciaron una gran campaña para expulsar a los residentes locales y apoderarse por la fuerza de las viviendas.
El Tribunal de Ocupación “reconoció” la propiedad de los hogares por parte de los colonos ilegales, después de que estos presentaran documentos falsificados. Los residentes nativos palestinos se negaron a abandonar sus hogares y exigieron al gobierno jordano que les proporcionara los documentos de propiedad.
En 2008 y 2009, se produce el primer incidente, donde tres viviendas fueron desalojadas por la fuerza y ocupadas por colonos ilegales israelíes. Hoy, las decisiones de los tribunales de ocupación sionista planean el desplazamiento de otras cuatro familias palestinas, mientras que a principios de agosto considerarán el desplazamiento de otras tres. En total, son 25 familias (500 palestinos) que están amenazados de desalojo en el barrio. Como señaló a la Radio Popular Che Guevara la periodista y militante feminista palestina, residente en Jerusalén, Bodour Hassan, “en Jerusalén se iniciaron y continúan las movilizaciones en contra del desalojo forzoso en el barrio. Pero la represión israelí, tanto por el ejército de ocupación como por los colonos, ha aumentado”.
Los habitantes de Jerusalén, en las masivas oraciones colectivas en el complejo de la Mezquita de Al Aqsa (cuando finalizaba el Ramadán), fueron los primeros en movilizarse. Una nueva generación de jóvenes en Palestina, nacida luego del “Acuerdo de Oslo” firmado en la década de 1990, recuperando la historia de su pueblo, se levantó contra la fuerza ocupante. Según nos relata Bodour, “los líderes de esta protesta son una nueva generación. A pesar de los intentos de Israel de contener esta generación, los jóvenes no tienen miedo de nada. Esta generación, a pesar de no estar involucrada en algún partido político en particular, tiene ese amor por la patria y la tierra. Y ese amor es muy grande para empezar esta resistencia. Estos jóvenes han dado una prueba de que esta participación puede ser algo más grande, que puede transformarse en un movimiento revolucionario y que puede inspirar a otros”.
Por su parte, el ejército israelí irrumpió con su brutal violencia. Balas de goma, gases lacrimógenos y arrestos sin límites se dieron en la Explanada de la Mezquita y en el interior de la propia mezquita. Luego, las protestas no tardaron en extenderse en ciudades como Gaza, Ramallah, Acre y Haifa, entre otras.
A las ya masivas y extensas movilizaciones de la juventud y de la resistencia palestina, el Estado israelí respondió con agresiones militares a la asediada Franja de Gaza, donde los movimientos de resistencia, con Hamas a la cabeza, prometieron unificar criterios. Tras culminar el ultimátum para que Israel detenga sus atrocidades en Al-Quds, una lluvia de misiles de la resistencia palestina impactaron, el lunes 10 de mayo, en territorio ocupado por Israel.
“Los ataques misilísticos contra el enemigo responden a sus crímenes cometidos en Al-Quds y las agresiones contra los residentes de Sheij Yarrah”, han asegurado las Brigadas de Ezzeddin Al-Qassam, rama militar de Hamas, mediante un comunicado.
En este contexto, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), lejos de acompañar las protestas y los movimientos de resistencia, sigue recurriendo a vías diplomáticas con organismos internacionales, que siempre terminan favoreciendo a la ocupación.
Por su parte, Mahmud Abbas (presidente de la ANP), bajo la excusa de los “obstáculos de Israel”, decidió, semanas atrás, aplazar las elecciones legislativas del 22 de mayo y las presidenciales del 31 de julio. A pesar de la existencia de un verdadero hostigamiento de la fuerza de ocupación sobre los candidatos palestinos, para Bodour la decisión de Abbas está motivada por la posible derrota de su partido, Al Fatah: “La mayoría de los palestinos no tienen esperanza en el proceso electoral. Es algo muy simbólico que no tiene la fuerza ante la ocupación. Los que tienen la decisión última de todo es Israel”.
En el mismo sentido, Jaldía sostiene que “las elecciones que querían celebrar en Gaza y Cisjordania no representaban a toda la población. Los ocho millones que vivimos en el exilio, y las y los palestinos de 1948, no iban a participar. Estas elecciones iban a estar bajo el mandato de la ocupación y de Estados Unidos, por lo tanto no podían ser democráticas, transparentes”. Jaldía continua: “Tampoco tenían la garantía de que iban a aceptar el resultado, como ha pasado en 2006, cuando había ganado el partido Hamas y nadie lo aceptó ni los dejaron gobernar”.
Recordemos que Hamas no sólo ha sido el ganador de las últimas elecciones realizadas en la Palestina ocupada en 2006, sino que era la organización con mayores posibilidades de triunfar en los truncados comicios presidenciales. Por otro lado, este movimiento, junto a la Yihad Islámica, son quienes enfrentan militarmente a Israel desde la asediada Gaza, mientras la ANPa cede a cada una de las demandas del gobierno israelí, fungiendo como fuerza represiva contra los propios palestinos.
Para la activista Jaldía, “lo que hay no es un gobierno, es una administración” surgida en 1990, “cuando (en 1991, en Madrid) se sentaron a negociar los líderes de los gobiernos árabes y los líderes sionistas. La Autoridad Palestina hoy en día es una administración bajo ocupación que cumple órdenes del ocupante”.
Por su parte, en el programa Desde los márgenes del jueves pasado, pudimos dialogar con Watan Saadeh, médico del Hospital Gubernamental de Hebrón, en Palestina. Para Watan, el futuro es incierto, pero no cabe duda de la dignidad y rebeldía del pueblo palestino. “El apoyo de algunos países árabes a Israel siempre ha sido lo mismo –manifestó-. Nos importa que todo el mundo sepa, porque estamos tirando piedras contra armas de fuego. No importa el apoyo que vamos a recibir, ya sea pequeño o grande. La causa palestina siempre va a estar. Esto no va a ser en vano. Algún día vamos a llegar donde queremos. Queremos un país para nosotros, en donde podamos estar en paz. Queremos vivir libres. Nosotros hoy no tenemos ni un mínimo derecho bajo la ocupación. Nosotros no vamos a rendirnos”.
La complicidad del gobierno argentino
Esta política de exterminio de Israel está amparada por gobiernos, instituciones y empresas de todo el mundo. Durante el período 2009-2018, Estados Unidos proporcionó ayuda militar a Israel por valor de 30.000 millones de dólares; y otras compañías en todo el mundo exportan armas y servicios de seguridad a Israel.
Los ataques contra la población palestina son usados por las compañías militares israelíes para publicitar sus armamentos y tecnología. Las empresas militares israelíes comercializan sus productos como “probados en el terreno”.
En Argentina, los acuerdos militares, culturales y políticos con Israel son históricos. Sin ir más lejos, el 10 de febrero del 2021 (en plena pandemia, crisis económica y escases de recursos para salud) en Tel Aviv, se firmó un acuerdo entre el director de la Agencia de Cooperación Internacional del Ministerio de Defensa israelí, Yair Kulas, y el embajador argentino Sergio Urribarri.
Como señaló la agencia nacional de información Télam, “el gobierno encarará la modernización de 74 tanques de guerra del Ejército, en un proyecto de cooperación con Israel. Retoma así un contrato iniciado en 2015 por Agustín Rossi siendo también ministro de Defensa de Cristina Kirchner”. El acuerdo establece que por un monto de 115,6 millones de dólares, y en un plazo de cinco años, la empresa Elbit System¹ va a reparar 74 unidades de los llamados Tanque Argentino Mediano (TAM). Cada unidad será dotada de capacidades de combate nocturno, de un sistema de control de tiro digital, otro de movimiento eléctrico de la torre. Se le hará la estabilización en dos ejes y se le colocará un detector de amenazas láser, una unidad de potencia auxiliar más un sistema de supresión de incendio.
La puesta en marcha del proyecto fue aplaudido por la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, que destacó la importancia de rescatar “tanques que estaban en el olvido”, en un plan que es la antesala de nuevos acuerdos en defensa y seguridad, y de otros que se están conversando con otras empresas. Es el caso de la negociación de la ampliación del sistema de Ciberdefensa, que la compañía Rafael Advanced Systems² instaló en la Argentina para el inmenso aparato de seguridad que se desplegó durante la cumbre de líderes del G20, que se hizo en Buenos Aires a fines de 2018.
Estos acuerdos militares, de seguridad, de defensa y de formación de las fuerzas represivas en nuestro continente no son casuales. Los acuerdos son parte de una estrategia geopolítica del imperialismo norteamericano en la región para garantizar los planes de ajuste, a sangre y fuego, como viene sucediendo en Colombia y Chile.
Desde hace tiempo, la sociedad civil palestina ha llamado a un embargo militar total e inmediato sobre Israel. El llamado exige poner fin a la transferencia de armas y tecnología militar desde y hacia Israel. Ante un sinnúmero de declaraciones de gobiernos e instituciones que han quedado en el papel, desde el exilio, Jaldía Abubakra (como miembro del movimiento de mujeres palestinas Alkarama) llama a “pensar estrategias que permitan una acción efectiva. Estando fuera de Palestina se puede acompañar a nuestro pueblo. Sabemos que Israel no hubiera existido ni existiría si no fuera por el apoyo de las potencias occidentales y el imperialismo, que se benefician de la ocupación de Palestina. Tenemos que hacer llegar la voz y la solidaridad de los pueblos, y no la de los gobiernos, que muchas veces representan los intereses del capital. La solidaridad tiene que ser efectiva, exigiendo sanciones y que los gobiernos dejen de colaborar con esa entidad criminal. Tenemos que llamar al boicot”.
¹Elbit Systems Ltd. es una de las principales empresas fabricantes de materiales electrónicos de Defensa de Israel. Creada en 1966, promociona sus productos como “testeado en combate”; o sea, masacrando un pueblo. Suministra la tecnología de vigilancia desplegada a lo largo del «Muro del Apartheid» levantado por Israel dentro de Cisjordania y desde el 2014 hace lo mismo en la frontera entre México y EE.UU.
²Rafael Advanced Defense Systems Ltd es una empresa de tecnología de defensa. Fue fundada como laboratorio de Investigación y Desarrollo para la Defensa nacional de la entidad genocida de Israel, para el desarrollo de armamento y tecnología militar dentro del Ministerio de Defensa.
*Por Radio Popular Che Guevara / Foto de portada: RTVE