Mujeres Músicas, un abrazo político
Esta tarde en el Centro Cultural Alta Córdoba, SONAR presenta la tercera edición de esta memoria viva de la música cordobesa. Mujeres que hacen historia desde el aquí y el ahora de Córdoba, mujeres que se encuentran en sus vivencias fortaleciéndose unas con otras, mujeres que baten cuerdas y tambores para decir, hechas música, «somos y resistimos».
Por Julieta Pollo para La tinta
Hoy miércoles 21 de noviembre, el Centro Cultural Alta Córdoba se llenará de canciones con motivo de la presentación de Mujeres Músicas vol. III, libro digital que guarda en sus páginas las vivencias, pensamientos y sentires de cordobesas que vibran a través de la música. Será a las 18:30 hs. y Alejandra Migliore será la encargada de poner voz a los textos que componen este libro. También habrá músicas de todos colores que nos convidarán muchas de las mujeres que participan de esta edición.
Quienes dieron vida a Mujeres Músicas vol. III y nos hablan desde cada página son las artistas Elizabeth Burba, Romina Daniela Cannistraro, Clara Cantore, Josefina Di Bert, Julia Gómez, Lorena Jiménez, Daniela Mercado, Mari Polé, Clara Presta, CCI KIU, Negra Marta Rodríguez, Alborotadas por la luna, Las Rositas y Piedra Papel Tijera. También Ana Kayen -arte de tapa y gráficas-, Baila Catalá –diseño editorial-, y por supuesto la familia de SONAR.
La primera edición (marzo de 2017), la segunda (agosto de 2017) y la que esta tarde será presentada, reúnen en total de 41 textos escritos de forma libre por mujeres músicas nacidas, residentes o formadas en Córdoba, tanto solistas como agrupaciones, con la única consigna de relacionar dos ejes transversales de forma libre, en este caso: “mujer” y “música”.
Paula, integrante del Área Mujeres Músicas de Sonar e integrante del equipo coordinador de este proyecto junto a Trinidad Bertero, Pamela Merchán y Mery Paz, recuerda que, en el ejercicio de unir estos dos conceptos, se encontraron con la palabra como camino.
“Creemos que la palabra es muy poderosa y, si bien nos costó, también valoramos los lugares a los que nos hizo llegar y profundizar el tratar de conectar “mujer” y “música”, en esto de interpelarnos como mujeres músicas que somos. Pensamos que era importante no salir a hablar en nombre de todas las mujeres músicas, sino poder, más bien, habilitar un espacio para que surjan las propias voces protagonistas. Entonces, por un lado, el libro nos pareció una forma de recopilar textos escritos por las propias mujeres, con la única consigna de relacionar estos dos ejes de forma libre, también para que cada una encontrara su propia forma de poder expresarse a través de la palabra. Y cuando empezamos a invitar a las mujeres a participar de este proyecto, nos encontramos con un poco de resistencia a la idea de escribir. Muchas que nos decían que no sabían escribir, que no podían, o que lo intentaron y desistieron en el camino… y muchas otras que se animaron al ejercicio, a pesar de la dificultad que nos implicó a todas, y mandaron unos textos increíbles de hermosos y conmovedores. No sé si hubo algún volumen de los tres que salieron que no nos hayan gallineado la piel porque, justamente, lo valioso, creo, es la entrega que nos brindaron y poder conocerlas más, o por primera vez, leyéndolas, a partir de su propia voz, en primera persona, de los lugares y temáticas que les movilizan a escribir”.
Paula también cuenta que, al encarar el proyecto, encontraron que no había ninguno del estilo que recopilara las voces de las mujeres músicas que aportan, desde sus actividades y roles, a la cultura de Córdoba. “Creemos que el formato libro funciona como un material al cual se puede acceder en forma de archivo histórico en un futuro también. Y como nos gusta decir, estamos escribiendo nuestra propia historia, con toda la importancia y el peso que tiene hacernos cargo de esa historia y poner la voz”, agrega la música.
Nosotras en la música, la música en nosotras
¿Cómo nos visibilizamos? ¿Cómo nos reconocemos y constituimos como referentes en nuestros ámbitos de trabajo? ¿Cómo rompemos con los imaginarios sesgados que nos sitúan en lugares estandarizados en la música, donde no nos vemos representadas realmente?
SONAR es una asociación civil de músicos y músicas independientes de Córdoba que nació en 2014 con el objetivo de nutrir el ecosistema musical desde la perspectiva del trabajo colectivo, autogestivo y diverso. Desde este colectivo, pensado como espacio horizontal, abierto e integrador, defienden el trabajo independiente, no como algo que se hace de manera aislada, sino que “tiene que ver más con la capacidad y necesidad de autonomía que buscamos para todos los procesos que llevamos a cabo desde la música, sin tener que responder a criterios impuestos por el mercado y demases”, sostiene Paula.
En 2017, en el permanente ejercicio de los colectivos sociales de mirar para adentro y deconstruir, se dieron cuenta de que, en un grupo de trabajo de 12 personas, había solo tres mujeres. Así fue que empezó a gestarse el área de Mujeres al interior de SONAR y también proyectos específicos como los libros Mujeres Músicas. Paula asegura que no es un puerto, sino lanzarse al mar: problematizar la propia práctica, la perspectiva de género que construimos al interior de los colectivos y el trabajo por la inclusión de las disidencias e identidades no binarias son discusiones permanentes.
—¿Cuál fue el criterio con el cual curaron cada libro?
—En primer lugar, iniciamos la tarea infinita de armar una base de datos de las mujeres músicas de Córdoba que conocíamos o por conocer. Nos encontramos con que muchas de estas mujeres no han nacido en Córdoba, pero sí se han desarrollado o residen en la provincia. También, intentamos ordenar un poco ese archivo en base a qué lugares o roles ocupan en la música, y nos dimos con que la diversidad es también infinita. Compositoras, instrumentistas, cantantes, docentes, sí, pero también mujeres que trabajan con la música en otros escenarios menos conocidos tal vez, en organizaciones barriales, en radio, traduciendo partituras al braille, preservando la riqueza cultural en una copla y más. Mujeres de todas las edades, afines a diversos géneros y estilos musicales, que han construido de formas muy diversas, en mejores o peores condiciones, con trayectorias y experiencias de vida muy distintas y únicas. Podría resumir, entonces, en que el criterio fue abarcar la mayor diversidad posible, sabiendo que no podríamos abordar todo en un libro, teniendo en cuenta, también, que muchas de esas mujeres ya son reconocidas en el ámbito musical por su trayectoria, pero muchas otras vienen trabajando arduamente desde lugares menos visibles.
Entonces, poder mostrar esta diversidad y convidar a que se haga desde la participación protagónica de las mujeres que pusieron sus voces en esos textos nos pareció fundamental para poder ampliar la perspectiva de la música de forma cada vez más inclusiva. Trabajamos también con mujeres en el resto de las cuestiones que atañen al proyecto: diseño editorial, arte de tapa, registro audiovisual, en las presentaciones de los anteriores volúmenes con moderadoras, susurradoras y narradoras… aporte fundamental para realizar este proyecto y entender que compartimos la música desde lugares bien distintos, pero todos igual de necesarios e importantes.
—¿Qué ha brotado a partir de este proyecto?
—En principio, visibilizarnos, conocernos, reconocernos, encontrarnos cara a cara para escucharnos, no sólo desde lo musical, sino desde las reflexiones profundas que pudimos hacer en conjunto acerca de todo lo que nos atraviesa e interpela, de nuestras necesidades y problemáticas dentro del ecosistema musical que habitamos y en el que coexistimos, así como también desde nuestros deseos y ganas de construir. Se viene tejiendo una red inmensa, hermosísima, poderosa, no sólo entre las mujeres músicas y artistas de distintos puntos de la provincia de Córdoba, sino también con compañeres de otras provincias, como Santiago del Estero, que nos convidaron un encuentro maravilloso de música de mujeres a principio de este 2018, Tucumán, Rosario, La Plata, Bs. As. y más, con quienes venimos encontrándonos acá, allá y en todos lados. Es que, como dice una artista y amiga muy querida, la Mari Polé, “estamos haciendo historia, transformando la realidad desde una pequeña grieta”, abriendo espacios para la música, el arte y la cultura que, ojalá, cada vez nos hermanen e incluyan más a todas y todes.
Tres Mujeres Músicas nos cuentan por qué sembrar música en un libro
Julia Gómez: «Este material es un abrazo político»
«Me parece importante que ese decir cosas sea compartido y que veamos que somos muchas las mujeres que queremos decir estas cosas. Y decir, las que podemos, también a los fines de convidar la posibilidad de la expresión artística a otras miles que no tienen o tuvieron esa oportunidad. Si somos conscientes de que ha habido una historia de invisibilización de mujeres en estos espacios, una intencionalidad de mantenernos en los espacios domésticos, con nuestros trabajos de cuidados siempre no remunerados, con una sobrecarga de trabajo donde, muchas veces, no nos queda tiempo para agarrar un instrumento… me parece importante que aquellas que sí tuvimos la oportunidad, nos visibilicemos. Pero no individualmente, sino como todo este colectivo de mujeres que vienen expresándose artísticamente. Si tuvimos esta posibilidad, debemos tratar de ampliarla e invitar a otras a vivir la expresión musical que, bueno, para mí, es fantástica en todo lo que me da y todo lo que puedo dar a través de ella. En la memoria viva de la cultura de Córdoba, nosotras tenemos que estar y esto es ahora y es hacia adelante. Este material es un abrazo político o, por lo menos, así lo vivo yo: político, afectivo, filosófico, histórico y, por supuesto, musical».
CCI KIU: «Es una cuestión de identidad, de unión, de fuerza»
«Trabajar y poder compartir con otras mujeres en el mundo de la música te hace sentir que no estás sola, que tu mensaje y tu música tienen llegada; sentís que hay otra que está pasando por lo mismo. Es una cuestión de identidad, de unión, de fuerza, en estos momentos donde se está luchando tanto para que la mujer tenga su lugar en la sociedad. Me parece que tantas mujeres trabajando y compartiendo sus pensamientos hace a un sentimiento de lucha, de fuerza y de reivindicación de la mujer en la sociedad. Hace poco, tuve la posibilidad de estar en Europa y vi una muestra de mujeres artistas en la pintura. Y mostraban, en el paso del tiempo, cómo siempre fueron ocultándose porque los maridos y artistas hombres siempre estaban adelante… tenés que estar buscando con lupa el trabajo de estas artistas mujeres que fueron silenciadas o durmieron su arte. Por eso, es tan importante que hagamos este libro: para que la mujer haga historia, ¿no? Porque siempre la hizo, solo que, a veces, tenemos la posibilidad de mostrarlo abiertamente».
Josefina Di Bert: «Es importantísimo generar un registro para volver a él las veces que haga falta»
«Creo que, históricamente, Córdoba ha tenido muchísimas mujeres músicas de gran calidad, algunas, inclusive, han marcado historia… con gran diversidad de géneros, múltiples instrumentos. La posibilidad de hoy juntarnos aporta crecimiento, como siempre aportan los encuentros, desde el lugar de que está buenísimo vernos reflejadas en compañeras que venimos teniendo trayectorias similares y aprender, y enriquecernos con la experiencia de esas otras. Juntar fuerzas en el labor que nos toca de abrir paso para las generaciones venideras y que cada vez haya mayor igualdad de condiciones. Creo que en eso es en lo que más aportan los encuentros: en crecer y juntar fuerzas. Hoy, nuestro trabajo es mucho más visible gracias a muchas compañeras que militan para que esto sea así. Creo que es importantísimo generar un registro para volver a él las veces que haga falta para ver cómo fueron los caminos recorridos o cómo fueron los tránsitos de muchas mujeres músicas de esta ciudad y esta provincia. Siempre es útil y es una manera de visibilizar y reconocer a través del tiempo el trabajo que se viene haciendo».
*Por Julieta Pollo para La tinta.