La verdad de los pies, mordaz biopsia humana
Los sábados de octubre DocumentA/Escénicas presenta un estudio equívoco del comportamiento humano, que condensa absurdo, humor y drama.
La verdad de los pies expone una a una las finísimas capas que componen al humano; desde la costra orgánica y sus mecanismos reflejos va adentrándose en la espesura cultural, poblada de mandatos y patrones de comportamiento que asfixian la libertad y ensanchan el vacío. Porque no hay dioses, solo humanos replicándose en otros humanos, inmersos en una matriz cultural arcaica que es condición de existencia. Estremece la criatura de ojos abismales que desde su bocanada inaugural comienza a tragar lo tangible y lo intangible del universo al que ha sido arrojada.
La obra de Jazmín Sequeira explora este pacto social inapelable a través de temáticas como la lascivia política enmascarada en discursos “lógicos”; la fantasía de la rebelión y el costado amargo de los deseos que se estrellan en la realidad; la mujer y la maternidad desde la resignación, desde el abandono del otro para encontrarse a sí misma y viceversa: desde la fagocitación, obligando a los hijos a crecer como injertos.
Con tintes de relato mítico y humor absurdo, La verdad de los pies va posicionando al espectador frente a un espejo ineludible. La risa impúdica y políticamente incorrecta se impone sin aviso ni permiso, porque cuando el drama humano está en el centro de la escena emerge la comedia más genuina. Los cuatro personajes -interpretados por Ana Margarita Balliano, Carolina Cismondi, Gabriel Pérez y Martín Suárez– se arrinconan en situaciones extremas de las que una no ve cómo puedan volver sin un apagón, sin irse al mazo y repartir de nuevo. Sin embargo, la puesta en escena matiza los distintos momentos que se continúan con fluidez mientras actores y actrices componen un cuadro ecléctico en el que la parquedad de un discurso científico se disuelve en desenfreno corporal y éste, a su vez, en el mutismo que acentúa miradas sumamente conmovedoras.
El remate corona el despliegue sonoro que caracteriza toda la obra a través de un registro de cotidianidad urbana que repentinamente se desmorona en un completo caos. Un relato estremecedor que encierra la pasión de un Víctor Hugo que, en vez de un gol, anuncia la catástrofe y sus hordas. Un extremo verosímil, como La verdad de los pies.
► Sábados de octubre 21,30 hs. en DocumentA/Escénicas -Lima 364-.