
La culpa no es del chancho
No se trata de una falta de educación, a esos chicos bien comidos y educados no les falta disciplina, les falta ternura, empatía, sensibilidad, no son bestias salvajes, responden a códigos, patrones culturales. ¿Nadie lo vio? Dicen que era una crónica anunciada. ¿Por qué se los dejó tan solos librados a sus propias impulsiones? ¿Eso no es también un poco cruel? Nadie los escuchó. Por Ariana Lebovic.