
El mapuzugun en las calles de un Santiago insurrecto
Hasta antes del 18 de octubre, el mapuzugun no estaba en la calle, no era un idioma público, su uso era más bien simbólico; sin embargo, la semilla sembrada por los kimelfe en escuelas, universidades y colectivos autónomos floreció en la primavera chilena. Hoy no solo es la wenufoye la que se alza con resistencia, orgullo y esperanza de un Chile que respete a los pueblos originarios; no son solo las estatuas de los colonizadores que han sido derribadas (como la de Francisco de Aguirre, en La Serena, o la de Pedro de Valdivia, en Concepción); es también la lengua mapuzugun que se emplea para decir aquello que el castellano no puede expresar, para escribir la historia de la plurinacionalidad que se inicia en las calles. Por Elisa Loncon y Belen Villena.