
La madre que lo gestó
Yo también gesté al monstruo que hoy insulto, aunque insultar no sea enfrentar. Y lo que es peor: sin llegar a la investidura presidencial, que es allí donde hay que llegar. A todas las investiduras, imposturas y vestiduras con las cuales el absoluto poder represor se presenta elegante y perfumado en sociedad para ser votado. Y como bien dice la Sociedad de Putas, es la yuta que lo parió. Pero con la salvedad que la yuta también somos nosotros. Porque la cultura represora nos atraviesa a todos y todas. Aunque puedo afirmar que no a todos ni todas de la misma manera. Por Alfredo Grande.