
Caña con ruda y a pasar agosto
Llega el mes de los vientos y, automáticamente (y por fortuna), nos convertimos en curanderes. Tres tragos en ayunas de algún aguardiente con ruda en maceración y aguantaremos con entereza el año que, como sabemos, en nuestras latitudes, recién comienza. Por Soledad Sgarella.