
Las villas, el otro grupo de riesgo
Vomitando corolarios imposibles para conmover a funcionarios inconmovibles, tosiendo campañas de donaciones en las redes y caminando por las paredes, entre los yugos de verdugos que nos ponen de cuclillas y la curva del dengue disparada cada día más arriba, nuestras villas también están entrando a terapia intensiva, sin respiradores para los comedores que siguen salvando abuelas e hijos, sin guantes ni barbijos para sus laburantes. Por Nacho Levy.