En Los Surgentes, el Club San Carlos se renueva con el impulso de jóvenes
En la entidad deportiva del departamento Marcos Juárez, un grupo de jóvenes impulsa “Colores que unen”, un proyecto que busca mejorar los espacios comunes de la institución. Pintar las paredes, renovar los vestuarios y mejorar el buffet fue solo el comienzo de una propuesta que refuerza el vínculo entre las nuevas generaciones y la comunidad. “Córdoba es diversa y quién mejor que cada integrante joven en su territorio para expresar sus necesidades”, señaló José Ignacio Scotto, titular de la Agencia Córdoba Joven. «Trabajamos con una lógica de participación real, apoyando proyectos que nacen desde los territorios», agregó.
En el Club San Carlos, ubicado en Los Surgentes, en el departamento Marcos Juárez, un grupo de chicos y chicas se propuso un objetivo concreto: mejorar los espacios que usan todos los días. Lo hicieron desde la Subcomisión de Jóvenes, un espacio que nació hace un par de años con quienes, además de ser hinchas, practican distintos deportes en la institución.
Con esa energía colectiva, presentaron el proyecto «Colores que unen» al Programa MANOS, impulsado por la Agencia Córdoba Joven en nuestra provincia. La propuesta fue simple, pero potente: acondicionar los vestuarios, pintar los muros, mejorar el buffet. Pequeñas grandes transformaciones que apuntan a recuperar el club como espacio de encuentro.
“A nosotros nos viene bien la ayuda de contar con los materiales, la materia prima, para poder mejorar el espacio, pero también es muy beneficioso ir viendo, siendo y sintiéndonos parte del club”, contaron los protagonistas.
La experiencia no solo les permitió concretar mejoras físicas en el edificio: también les abrió una puerta de participación más activa. “Creemos que está muy bien pensado y direccionado, porque, por un lado, recibimos esa ayuda económica, pero además está la proyección del programa, que se haga con gente joven, y es una manera más fácil de acercarse a participar”.

José María Basualdo, coordinador general del club, fue uno de los nexos clave para que el proyecto tomara forma. En diálogo con este medio, valoró no solo el aporte en materiales, sino el proceso en sí mismo: “Es una manera de que las nuevas camadas del club se integren desde otro lugar, que lo sientan como propio, que entiendan qué implica sostener una institución así. No es solo pintar una pared, es empezar a construir ese sentido de pertenencia”.
Desde la Agencia Córdoba Joven, su presidente José Ignacio Scotto sostiene que este tipo de iniciativas no son excepciones, sino parte del camino por el cual se piensa la política pública juvenil en la provincia.
“Entendemos que las juventudes no son un destinatario pasivo, sino un actor central en el diseño y ejecución de las políticas públicas. Por eso, trabajamos con una lógica de participación real, apoyando proyectos que nacen desde los territorios y que responden a las necesidades concretas de cada comunidad”.

Scotto explica que los programas de la Agencia se sostienen sobre tres grandes ejes: participación, capacitación y emprendedurismo. Y agrega que recorrer los 26 departamentos de la provincia le permitió comprender en profundidad esa diversidad que define a Córdoba.
“Nuestra provincia es diversa en lo territorial, cultural y social, y esa diversidad se refleja en la manera en que los jóvenes viven su día a día. No atraviesa la misma realidad alguien que transita esta etapa de la vida en el límite norte de la provincia, en departamentos como Sobremonte o Río Seco, que quien vive en la ciudad de Córdoba o al sur, en el departamento General Roca. Cada región tiene sus particularidades y quién mejor que quienes están creciendo en sus comunidades para expresar sus necesidades e impulsar proyectos en beneficio de su comunidad. Por eso, consideramos que las políticas orientadas a esta franja etaria deben construirse de manera participativa y, desde la Agencia, las acompañamos y apoyamos”, señala el abogado.
El Programa MANOS funciona como una caja de herramientas flexible. Brinda materiales, recursos y acompañamiento a propuestas que van desde lo comunitario hasta lo cultural, lo deportivo o lo solidario. “Lo importante es que el proyecto nazca de ellos. Nosotros acercamos el apoyo, pero la construcción es de los jóvenes”, explicó Scotto.
Una experiencia similar se dio en el barrio Guiñazú, donde un grupo de jóvenes vinculados a un merendero creó una escuela de danza autogestiva. “Escuchamos su proyecto, qué necesitaban y los acompañamos. Terminaron diseñando sus propias remeras, participando en concursos locales y potenciaron una experiencia artística que salió de su propio barrio”, recuerda Ignacio Stivala, director de Capacitación de la Agencia Córdoba Joven. Para él, las políticas públicas para esta población deben pensarse como una dimensión transversal.

“No se trata de programas cerrados o enlatados. Lo que intentamos es ofrecer herramientas flexibles para que sean los propios jóvenes quienes definan sus prioridades. Nosotros los acompañamos para que esas ideas puedan tomar forma”, enfatiza Stivala.
En el caso del Club San Carlos, «Colores que unen» avanza gracias a la energía y el compromiso de la juventud local. Lo que empezó como una idea para embellecer los espacios que usan todos los días se convirtió en más: una forma de apropiarse del club y construir un verdadero tejido social desde adentro.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Agencia Córdoba Joven.
