Pueblo Alberdi se anticipa: Córdoba realiza el primer simulacro de ola de calor
Organizarse para sobrevivir. Con temperaturas en ascenso y negacionismo oficial, Pueblo Alberdi impulsa un simulacro de ola de calor como herramienta de autoprotección colectiva. En un ejercicio innovador para la ciudad y el país, vecinas y vecinos de Pueblo Alberdi, junto a universidades, organizaciones y áreas del Estado, protagonizan el primer simulacro comunitario ante una ola de calor extrema. «La comunidad organizada es la primera medida de prevención», destacan desde la Red Pueblo Alberdi, impulsora de la iniciativa.
La siesta del próximo 18 de septiembre, Pueblo Alberdi será el escenario del primer simulacro de ola de calor en la ciudad de Córdoba. Se trata de un ejercicio inédito a nivel local y pionero en el país, impulsado por la Red Pueblo Alberdi en articulación con la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), a través de las facultades de Ciencias Médicas, Ciencias Sociales y Ciencias Exactas, y junto a organizaciones, instituciones educativas y algunas dependencias del Estado municipal.
Como detallan desde las organizaciones responsables, el evento “busca anticiparnos y entrenarnos para diseñar protocolos de acción, identificar golpes de calor, tejer redes de apoyo y probar un modelo de áreas climatizadas con energía sostenible”.
Alberdi, una isla de calor en la ciudad
Durante los últimos tres años, equipos de investigación de la UNC relevaron los impactos de las olas de calor en Alberdi, Villa Páez y Marechal. Los estudios identificaron zonas vulnerables que actúan como verdaderas islas de calor urbana, donde las altas temperaturas se intensifican en sectores con escasa vegetación, urbanización densa, pocas áreas sombreadas y falta de acceso a agua.
En estas condiciones, las personas más afectadas suelen ser niños y niñas menores de 10 años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. “El calor no afecta a todos por igual y los barrios populares son los que más lo padecen”, aseguran desde la organización.
“Son casas que no tienen aire acondicionado ni ventilación y, en algunos casos, ni siquiera acceso a los servicios básicos como el agua. Hay adultos mayores que viven solos, personas electrodependientes que no tienen cómo refrigerarse. El calor extremo puede ser mortal”, señala Vanesa Ullua, integrante de la Red Pueblo Alberdi.
Un simulacro que busca respuestas colectivas
Los recursos para enfrentar el calor extremo todavía no están claros, aseguran desde la Red: hay carencia de espacios climatizados, escasas alertas tempranas y pocas redes de apoyo entre vecinos. “Pero la comunidad organizada puede cambiarlo. El simulacro se trata de practicar colectivamente cómo actuar ante una ola de calor extrema, promoviendo una cultura de prevención comunitaria”, subraya Vanesa.
La actividad del jueves 18 forma parte de un proceso más amplio de construcción entre vecinos, instituciones barriales y la universidad pública. Si bien la coordinación general está en manos de la Red Pueblo Alberdi y las facultades, muchas organizaciones del territorio se han puesto a disposición: el Centro Vecinal de Alberdi, el Centro Vecinal de Villa Páez, el Centro Vecinal de Marechal, el Instituto de Culturas Aborígenes, varias escuelas de la zona, la Fundación Geer, Defensa Civil, el sistema de Emergencias 107 y otras áreas de la Municipalidad.
El objetivo es que la comunidad no solo sea espectadora, sino protagonista activa y que la respuesta ante emergencias se construya entre todos. El ejercicio se desarrollará en cuatro zonas del barrio identificadas como puntos críticos, donde se instalarán carpas sanitarias, puestos de hidratación y espacios de alivio térmico. En cada punto, se simularán escenarios reales: personas descompensadas, rutas de evacuación, asistencia médica inicial, derivación a centros de salud si es necesario.
Además, se pondrá a prueba un modelo de “Accesos”, espacios comunitarios climatizados con energía sostenible, pensados para brindar contención y alivio durante episodios de calor extremo que pueden funcionar en centros vecinales, bibliotecas, ferias o clubes barriales. En las semanas previas, se realizaron instancias de capacitación tanto para estudiantes como para vecinos y vecinas del barrio, en el marco de un proceso de formación territorial con perspectiva de salud comunitaria que incluye revisar cómo se comunican las situaciones, cómo se organizan los equipos y cómo se coordinan las distintas respuestas.
“Estuvimos ensayando roles: quién asiste, quién da la alarma, quién busca ayuda. Queremos que haya vecinos formados, que sepan qué hacer si alguien se descompone. La comunidad organizada es la primera medida de prevención”, destaca Vanesa.
El cambio climático no es una ficción
El negacionismo no es novedad, menos aún desde que asumió el Gobierno nacional Javier Milei. Frente a esto y la falta de respuestas estatales, en Pueblo Alberdi se organizan para cuidarse entre todos. En este contexto, el calor ya no es solo una molestia estacional, sino una amenaza real.
“El cambio climático existe y nos afecta fuertemente. Por eso, este tipo de experiencias son tan necesarias, tanto desde lo político como desde lo social y sanitario. Es urgente. Hay una negación enorme desde algunos sectores sobre la existencia del cambio climático. Y mientras tanto, los territorios populares sufrimos sus consecuencias todos los días. Y aunque ahí es donde la organización colectiva cobra un valor fundamental ―es la que da la primera respuesta, la que actúa, la que cuida―, necesitamos al Estado. Necesitamos políticas que reconozcan esta realidad. Queremos que este tema se discuta seriamente y que se generen políticas públicas que respondan a esta situación cada vez más urgente”, enfatiza Vanesa, en diálogo con La tinta, para concluir.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: La Radio de Totoral.
