Alerta nacional por lotes de fentanilo contaminado que siguen en circulación
En Argentina, ya se registraron al menos 76 muertes en lo que va del año, vinculadas a lotes de fentanilo contaminados con bacterias peligrosas. A pesar de la clausura del laboratorio responsable, más de 90.000 ampollas podrían seguir en circulación. Desde el colectivo Ciencia Anti Fake News, la bioquímica Guillermina Calo explica sobre su uso y advierten sobre la importancia de organismos como la ANMAT y el rol activo de pacientes e instituciones en la prevención.
Hace unos meses, Giovanni, un bebé nacido en abril, fue internado de urgencia en Córdoba tras una intervención médica en la que habría recibido fentanilo de un lote contaminado. El caso fue detectado luego de que el pequeño desarrollara una infección severa y la hipótesis más firme apunta a que el fármaco anestésico estaba contaminado con bacterias. Su familia, del barrio Yapeyú, busca respuestas mientras el bebé continúa en terapia intensiva. Sus padres presentaron una denuncia —a través del conocido abogado Carlos Nayi— para que se investigue al Ministerio de Salud de la Nación, el de la Provincia y la clínica privada donde se aplicó el fentanilo.
El caso de Giovanni se suma a otros cuadros que se investigan en la provincia. En abril, el Ministerio de Salud de Córdoba activó una alerta sanitaria luego de que se detectaran complicaciones postoperatorias compatibles con el uso de medicamentos contaminados. Aunque no se brindaron mayores precisiones, las autoridades sanitarias provinciales reconocen que aún hay dosis de estos lotes en circulación. En lo que va del año, ya se confirmaron al menos 76 muertes relacionadas con lotes contaminados de fentanilo en Argentina. Frente a esta situación, la verificación del origen de los insumos es una medida de seguridad clave antes de cualquier intervención médica.
Desde La tinta, hablamos con Guillermina Calo, bioquímica, doctora de la UBA y una de las fundadoras de Ciencia Anti Fake News, un colectivo autogestivo nacido durante la pandemia que se dedica a verificar y difundir información científica de forma clara y comprensible.
¿Qué es el fentanilo y para qué se usa?
«El fentanilo es un opioide sintético muy potente que se utiliza como anestesia o analgésico en combinación con otros fármacos durante procedimientos quirúrgicos», explica Calo y añade: «Tiene una potencia superior a la morfina, lo que significa que se necesitan dosis más bajas para lograr el mismo efecto».

Al igual que otros opioides, el fentanilo también se consume fuera del ámbito médico, como droga recreativa. La bioquímica explica que, al igual que la heroína y otros opioides, actúa sobre receptores en regiones del cerebro que regulan el dolor y las emociones, «lo que suele generar la sensación conocida como ‘subidón'». Su consumo descontrolado, especialmente cuando se combina con otras sustancias, puede ser mortal. En Argentina, el uso recreativo no es muy frecuente, pero en Estados Unidos se reportaron más de 110.000 muertes relacionadas con esta droga solo en 2023.
¿Qué pasó con los lotes contaminados?
A partir de una serie de muertes y cuadros graves en varias provincias, la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) investigó y confirmó que al menos tres lotes de fentanilo inyectable estaban contaminados con bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, agentes que pueden provocar infecciones severas y neumonías resistentes a tratamientos antibióticos.
Los lotes afectados son de la marca HLB Pharma Group y corresponden al producto FENTANILO HLB / CITRATO DE FENTANILO (0,05 mg/ml, solución inyectable, frasco ampolla de 5 ml). Los números de lote identificados son: 31202, 31244 y 31200 producidas por el laboratorio HLB Pharma.
Según informan desde Anti Fake News, la empresa fue clausurada y se prohibió la comercialización de los lotes, pero se estima que todavía hay unas 90.000 ampollas pendientes de ser recuperadas, muchas de las cuales podrían encontrarse en centros de salud públicos y privados de todo el país.

¿Qué podemos hacer como pacientes?
La doctora Calo destaca que «los equipos de salud trabajan con protocolos muy estrictos y debemos poder confiar en ellos. Pero también es saludable y necesario preguntar». En estos meses, desde Anti Fake News, recibieron consultas de personas que estaban por operarse y tenían miedo de recibir fentanilo. «En muchos casos, el miedo al medicamento era más fuerte que al procedimiento en sí y eso es un problema que puede evitarse con información clara», apunta y remarca la diferencia entre instituciones habilitadas, que cuentan con fiscalización y control, y espacios clandestinos: «Los centros que no están habilitados no cumplen con los controles básicos. Ahí es donde el riesgo es mayor».
¿Por qué son importantes los organismos de control?
«El debilitamiento o el desfinanciamiento de estos organismos tiene un impacto directo en la salud pública», advierte Calo. «No se trata de una discusión técnica, sino de algo que afecta a diario cualquier consultorio o quirófano».
Para que podamos tomar una aspirina con tranquilidad o aplicarnos una crema antiinflamatoria en la rodilla, explica Guillermina en diálogo con La tinta, hay muchos pasos previos que no vemos, pero son fundamentales. En el caso de los medicamentos, eso implica años de investigación, ensayos clínicos, control de materias primas, inspecciones edilicias, formación del personal, trazabilidad, entre otros procesos rigurosos. A esto, se suman los controles que realiza el Estado, a través de entes como la ANMAT, que auditan laboratorios, toman muestras aleatorias y responden a alertas sanitarias, como la que permitió detectar estos lotes.
Ante cualquier procedimiento médico, incluso odontológico, es importante:
- Consultar con profesionales si hay dudas o síntomas luego de un procedimiento.
- Preguntar si se utilizará fentanilo.
- Solicitar el número de lote del medicamento que se va a aplicar.
- Verificar que el centro de salud esté habilitado y cuente con controles adecuados.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Fiscales.
