Israel intercepta la Flotilla de la Libertad que viajaba con ayuda humanitaria hacia Gaza


A menos de 24 horas de su arribo a las costas palestinas, el barco en el que se trasladaban 12 activistas de diferentes países fue abordado en alta mar por fuerzas israelíes. Lo último que se supo es que cinco barcos del ejército rodearon la nave Madleen y se perdió conexión con la tripulación. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, felicitó al ejército por la “rápida y segura toma de control”.
Greta Thumberg, de Suecia; Rima Hassan, francesa palestina; Yasemin Acar, de Alemania; Baptiste Andre, Omar Faiad, Pascal Maurieras, Yanis Mhamdi, Reva Viard, de Francia; Thiago Ávila, de Brasil; Suayb Ordu, de Turquía; Sergio Toribio, de España; y Marco Van Rennes, de Países Bajos, son los tripulantes que estaban a bordo del Madleen.
El barco de 18 metros de eslora por 5 metros de manga integra la Flotilla de la Libertad, un movimiento de solidaridad internacional destinado a acabar con el bloqueo a Gaza para poder llevar ayuda humanitaria. Llevan leche maternizada, harina, arroz, pañales, productos sanitarios para mujeres, equipos de desalinización de agua, material médico, muletas y prótesis para niñxs. «Intentamos quebrar este bloqueo en un contexto de hambruna y genocidio» dijo la eurodiputada Rima Hassan que va a bordo en el ejercicio de su mandato.

El asedio israelí ha bloqueado la entrada de ayuda humanitaria por más de 90 días, mientras más del 90% de la población enfrenta condiciones de hambruna severa. Desde el 7 de octubre del año pasado, al menos 53 mil personas fueron asesinadas, entre los que se contabilizan 18 mil niñxs y más de 12 mil mujeres. Es el genocidio mejor documentado de la historia: en vivo y en directo.
En medio de la impotencia que genera los crímenes que Israel comete contra el pueblo palestino, en medio de la mudez de gran parte de la sociedad, un barco con 12 activistas partió el 1 de junio desde Sicilia rumbo a Gaza.
Un gesto de esperanza contra la sensación de la muerte permanente, abrir un corredor solidario y humanitario contra la crueldad de la intención deliberada de exterminar un pueblo. La Flotilla de la Libertad busca inspirar una movilización global que pueda expresarse y demanda un alto al fuego total, inmediato y permanente en Gaza, el fin del genocidio y el fin de la ocupación ilegal en Cisjordania.
Especialistas de la ONU ya habían reafirmado la legalidad de la flotilla, que pretende abrir un corredor humanitario marítimo de los pueblos, que ayude con el hambre en Gaza. Van desarmados, solo llevan ayuda. Sin embargo, las amenazas de intercepción a la tripulación, estaban circulando desde que se supo de la misión. Días pasados, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, había expresado su orden a las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) para que actúen e impidan que la flotilla llegue. “A la antisemita Greta y a sus amigos, digo claramente: dad la vuelta porque no llegaréis a Gaza”. También han ironizado llamando flotilla del odio al Madleen.
Ni bien se conocieron las noticias de asedio al barco, la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, expresó: “Dado que, según se informa, el Madleen fue interceptado e incautado por fuerzas israelíes en aguas internacionales, el gobierno del Reino Unido debe obtener urgentemente una aclaración completa y asegurar la liberación inmediata del buque y su tripulación. Se debe permitir que el Madleen continúe su legítima misión humanitaria en Gaza”.

Atacar a civiles desarmados en alta mar, agredir a una misión humanitaria, es una violación del derecho internacional humanitario. Detener a una eurodiputada significa además la violación de su inmunidad parlamentaria. Pero Israel sostiene que esta misión se trata de una provocación mediática. ¿Hasta cuando se puede permitir tanta impunidad del estado israelí?
Anoche, el Ministerio de Exteriores Israelí comunicó: “Todos los pasajeros del «yate selfie» están sanos y salvos. Les proporcionaron sándwiches y agua. El espectáculo ha terminado”.
Como expresó el diputado del Parlamento Europeo, Jaume Asens, “lo que han atacado no es solo una embarcación. Es una idea: la de que la ayuda humanitaria es un derecho, no un delito. La de que la solidaridad, cuando desafía al poder, se convierte en un acto de resistencia. Que el zumbido de los drones no acalle el clamor de la dignidad”.
Lejos de ser una cuestión de seguridad, Israel ataca la solidaridad. También vale recordar que en otras oportunidades, como en 2010, atacó a otros barcos de la misma coalición, con consecuencias de muertos, heridos y detenciones ilegales.
Piden desde la misión, que nuestros ojos, nuestros corazones y nuestra esperanza estén atentos sobre la cubierta del velero The Madleen. Que se exija a los países la presión internacional, la responsabilidad con sus tripulantes. “La esperanza también es un compromiso. Cuando nos rendimos, simplemente nos quedamos en casa y nos volvemos cínicos. Tener esperanza es un compromiso de solidaridad. Es un compromiso con las posibilidades. Es un compromiso con tu propio poder, con ejercerlo. Y ya sé que no todo el mundo quiere esa responsabilidad”, expresó recientemente la escritora estadounidense Rebecca Solnit, en una entrevista en el DiariAr.
En simultáneo, miles de activistas se organizan para llegar por tierra desde Egipto en la llamada «Marcha Global a Gaza». La marcha comenzará en El Cairo el día 13 y pretende alcanzar la frontera de Rafah en torno al 15 de junio. Allí se realizará una concentración de tres días «para generar presión moral y mediática internacional» sobre la tragedia que está teniendo lugar en Gaza. «Si los Estados fallan, la población debe intervenir», manifiestan en su web.
* Por Redacción La tinta. Imagen de portada: AP: Salvatore Cavalli.
