El libro de Cazzu trae debate: «Perreo, una revolución»


Ahora que vuelve una vez más la controversia feminismo vs. reggaetón, Cazzu presentó su primer libro, «Perreo, una revolución». Un texto que, entre otros aportes, aborda el interrogante sobre qué se siente ser mujer en un género musical tan machista, pregunta que habitualmente le realizaban a la artista en distintas entrevistas, cuya respuesta le llevó tiempo elaborar.
Por Vero Cocotte para La tinta
“Desde que empecé a escribir canciones, he querido construir en ellas a una
mujer que represente lo que no nos atrevemos a ser”.
Apenas me enteré de que Cazzu había escrito un libro, fui directo a comprarlo. Esperé cinco días a que llegara a mis manos y lo leí tan rápido como pude. Para mí, que soy lectora, que una de mis artistas contemporáneas favoritas escriba un libro es como estar invitada a un banquete o a una fiesta inédita. Si bien conocemos el arte de Cazzu a través de sus canciones y videos, un libro tiene otra intimidad, otro modo de acceder a los pensamientos de una persona.
Sigo a Cazzu desde Maldade$, su primer hit single y nombre de su primer álbum también, de 2017. Desde entonces, algo en ella me resultó magnetizante. Por aquellos años, veíamos cómo las nuevas generaciones de jóvenes comenzaban a utilizar las ventajas de las redes y de las múltiples herramientas digitales que se fueron socializando. Esto le permitió a muchas artistas femeninas surgir de la noche a la mañana con producciones simples, relativamente económicas, pero con gran contenido conceptual. Mucha creatividad, deseo y latinidad.
¿Qué hacía una joven que no conocíamos poniéndose en la boca una pistola brillante de cotillón mientras cantaba: “Subite a mi calabaza que te muestro el paraíso”? Para las que ya habíamos pasado los 30, fue como tocar el cielo con las manos, fue descubrir que todo lo que habíamos hecho empezaba a hacerse sentir en las que venían detrás nuestro, arrasando como topadoras, aprovechando todo. No, no fue una novedad que la sensualidad, el sexo y el cuerpo de una mujer provocan atención, marketing y dinero. Lo novedoso fue el cómo eso comenzaba a ocurrir con un interesante cambio de paradigma.
Y de eso viene el libro de “la jefa”, apodo que Cazzu se ganó con honores y laureles, por lo menos, para nosotras. El libro es un intento de responder a la pregunta sobre qué se siente ser mujer en un género musical tan machista como lo es el reggaetón, pregunta que habitualmente le realizaban a la artista en distintas entrevistas y que, agrega, fue una respuesta que le llevó tiempo elaborar. Desde nombrar a artistas que todes conocemos hasta exponer abiertamente cómo los hombres del género la subestimaron, Cazzu no se ahorra nada en este ensayo. La información es generosa y, sin dudas, toda artista que quiera emprender su camino personal puede sentirse menos sola con este libro en sus manos.

Página tras página y con un estilo simple y pedagógico, nos relata la historia de cómo logró posicionarse como una de las primeras mujeres argentinas dentro del género urbano; no sin un intenso trabajo, empujando desde abajo, desde el interior del país, con enfoque y pasión. “Odio que le digan machista a mi género”, comenta Cazzu, mientras realiza un análisis crítico sobre el lugar de las mujeres en el reggaetón. Descuartizando las letras de los artistas más destacados, esas que conocemos todes y que podemos cantar mientras leemos, abre un debate más que interesante sobre el giro que provocaron las mujeres de su generación cuando pasaron de ser coristas a ser la primera voz de un proyecto musical.
La música y, principalmente, el reggaetón, género al que se le adjudica ser denigrante para las mujeres, siempre se sirvió y le cantó a un modo de ser mujer creada a imagen y semejanza de los hombres, una mujer irreal, corriendo el riesgo de crear estereotipos de masculinidad que también perjudican a los varones, quienes deben ser capaces de abastecer a las depredadoras sexuales que ellos mismos crearon, comenta a lo largo del libro. El análisis de Cazzu es una crítica al patriarcado y no una ataque hacia los varones, aunque algunos puedan tomarlo como tal.
¿Qué ocurre cuando la imagen de mujer construida por los hombres del reggaetón se vuelve real y esa mujer a la que querían darle duro, ahora, a viva voz, pide que se la den? ¿Qué sutiles errores cometieron estos varones para habilitar un espacio por el cual algunas perras supieron filtrarse? El libro trata del encuentro entre reggaetón vs. feminismo y de las puertas que abrió este accidente histórico. Mucha tela para cortar y Cazzu lo hizo.



A lo largo del libro, deja en claro quiénes la trataron como compañera e igual, quiénes la apoyaron, quiénes la traicionaron y/o utilizaron, e invita a sus colegas hombres a reflexionar sobre este y muchos temas más. Otro de los abordajes en su escritura y uno de mis tópicos preferidos se relaciona con la venta del sexo en el arte siendo mujer. “Págame, págame, págame que este culo se lo merece” o “puta, pero no tarada”, cantó Julieta y nos conquistó para siempre. La alusión al trabajo sexual es una constante en la obra de la primera Cazzu que conocimos, ahora integrada a la de hoy en Latinaje, un disco diferente, en el cual pone en suspenso el trap y explora otros géneros musicales como pez en el agua.
No fue casual que todo avanzara de manera concomitante en el feminismo, en el arte, en los movimientos sociales y en todos los ámbitos de la vida cotidiana de las mujeres. Descubrir que podíamos girar la lupa y ver desde acá para allá fue una operación epistemológica que cambió el sujeto histórico contemporáneo desde el cual construimos trabajo, arte y saberes. Cobrar por lo que siempre fue gratuito, autoexplotarse en lugar de dejarse explotar, llevarse toda la ganancia: «Esta mujer exageradamente libre y sexual, mala y suelta, crea en el imaginario un grito de justicia e igualdad», nos dice Cazzu. Y agrega: “A lo largo de la historia, las mujeres nos hemos apropiado de cada uno de los ataques a nuestra inteligencia y los hemos resignificado”. Clink caja.
Sin intenciones de spoilear, el planteo de Cazzu es brillante y no solo logra responder a la pregunta de si el reggaetón es o no machista, sino que va más allá, tocando temas que, para las mujeres, son moneda corriente, en el arte y en la vida. La “nena trampa” nos habla de amor, amistad, de la importancia de la colaboración entre artistas, de las presiones estéticas que atormentan a la imagen de la mujer en la música, del malianteo y del fronteo como espacios prohibidos para las mujeres, de los impactos de tomar esos espacios, de la libertad y, por supuesto, de dinero, otro de los temas tabú en la vida de las mujeres.
Talento, trabajo y perseverancia es lo que se lee en Perreo, una revolución, el primer libro de Cazzu. Atrapante como todo lo que esta artista emprende y con un claro posicionamiento feminista prosexo, esta obra nos deja con ganas de más y más. La Jefa nos deja en claro que tiene con qué darnos a todas, que la creatividad es su superpoder y que la bronca y el odio bien direccionados pueden transformarse en dinero y respeto. Inspirador es poco.
*Por Vero Cocotte para La tinta / Imagen de portada: Mazza.
