Volver a las imágenes de la marea verde, un ejercicio de memoria activa

Volver a las imágenes de la marea verde, un ejercicio de memoria activa
22 enero, 2025 por Verónika Ferrucci

El fotolibro Marea verde: postales feministas del deseo, de Católicas por el Derecho a Decidir, hace un recorrido desde el primer Pañuelazo a la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. «Para imaginar lo que hubo antes de estas fotografías y para soñar lo que vendrá», dicen en el prólogo. Un recordatorio de lo que pudimos, una memoria activa para dialogar con los desafíos del futuro.

¿Quién no tiene en la retina imágenes de los días más movilizantes donde todo se teñía de verde? A la distancia, en el contexto regresivo y de amenaza al acceso al aborto legal, seguro y gratuito, y a los derechos conquistados, se nos presentan como escenas que nos vuelven a ilusionar cada vez más: «Pudimos hacer eso».

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Imagen: Analía Cid.

No hay dudas de que el registro fotográfico de los feminismos fue cambiando a lo largo de los años. Desde las fotos de feministas en tetas o pintando paredes en los Encuentros Nacionales de Mujeres al registro de las múltiples experiencias de trabajo en los territorios, de luchas y personas que aloja este gran movimiento. Sin dudas, desde el Ni Una Menos y, luego, con la marea verde, muchas cosas cambiaron, incluida la cantidad de fotoperiodistas que empezaron a mostrar sus contenidos, tener lugares para contar, ser protagonistas por sobre las coberturas que hacían los grandes medios o varones cis. Los registros se multiplicaron y también empezamos a hacerlos desde el celu y a subirlos a nuestras redes. No solo eran para nosotras y nuestros recuerdos, también eran para contarle al resto de la sociedad, porque necesitábamos disputar esas representaciones que se habían construido malintencionadamente. «El registro fotográfico fortaleció esa gran ola verde que se manifestó con fuerza en las calles, las plazas, las camas. Supimos que no estábamos solas”, dicen desde Católicas por el Derecho a Decidir.

Un libro, una muestra, una memoria activa

Marea verde: postales feministas del deseo es un proyecto que incluyó un fotolibro y una muestra, y que nació de la necesidad de pensar en qué queda de registro para el futuro. “Si no contamos nosotras la historia, quizás, nadie lo haga”, dice Diana Hernández, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir y una de las que llevó adelante la propuesta. «Lo pensamos como un sueño de contar una lucha inabarcable, más que como un libro y una muestra”, agrega. 

«Un aporte a esa historia colectiva que atravesó nuestro cotidiano, nuestras vincularidades en diversas formas. Recuperar aquellas postales gestadas como un oleaje imparable desde nuestras vísceras, para habitar las calles y conquistar derechos. Un sueño que parecía casi imposible se desplegó imparable y sacó del clóset un debate social que nos debíamos como pueblo. Una deuda histórica de la democracia para con las mujeres y personas con capacidad de gestar tuvo, al fin, el espacio para que nuestras voces ―muchas veces postergadas, criminalizadas, silenciadas― pudieran escucharse», dice el prólogo que escribieron desde Católicas por el Derecho a Decidir Argentina.

El fotolibro Marea verde es de descarga libre y gratuita.

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Imagen: Anita Pouchard Serra.

Natalia Roca, Débora Cerutti y Mar Sánchez Rial fueron las fotógrafas que hicieron la curaduría para la publicación del libro y la muestra. Diana Hernández cuenta que lo primero que hicieron, allá por 2021, fue abrir el juego a diferentes espacios colectivos feministas de fotógrafas que habían hecho registros en las diferentes provincias. «Recibimos cerca de 900 imágenes que llegaban desde los puntos más distantes del país. La intención fue recuperar historias en la diversidad de imágenes que existían». 

La publicación incluye 51 fotografías de Córdoba, Catamarca, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Río Negro, Santiago del Estero, Chaco, Mendoza, Jujuy, Tucumán y La Pampa, que recorren el período entre el #19F de 2018, día del primer Pañuelazo, hasta la jornada histórica del 29 y 30 de diciembre de 2020, de aprobación de la Ley 27610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo en Argentina.

«Fue una responsabilidad hacer un recorte sobre esa cantidad de imágenes para generar un relato que si bien es acotado y es uno entre muchos posibles. El trabajo de las fotógrafas que hicieron la selección permitió tener una trama amplia, a partir de diferentes frases y consignas que habían atravesado la lucha feminista en esos años que nos movilizaron a las calles», detalla Diana. 

Una de las preguntas que trabajaron mucho en este proyecto fue sobre cómo construir una memoria viva y colectiva que, además, se va rehaciendo con el tiempo. Para Diana: «Esas imágenes van tomando otros significados, otra fuerza, como ahora, que nos animan a lo que sigue. Así como una vez logramos el aborto legal, con el debate en los recintos y, sobre todo, en cada espacio de la sociedad, ahora hay que defender la conquista. Este trabajo no es una memoria estancada de un momento, de una imagen tomada en determinado contexto por una fotógrafa; esta memoria nos pone en diálogo con los desafíos que tenemos ahora».

En 2022, decidieron hacer una muestra con las imágenes del libro y con las que habían quedado fuera de esa selección y que ampliaban la genealogía feminista de esos días. Dirigida por la dramaturga Julieta Reyes, la muestra se realizó en el Museo de las Mujeres y “fue una propuesta de reencuentro con las fotos, con nuestras perspectivas, con los sonidos de esas calles, con todo lo que habíamos construido colectivamente. Julieta, desde la creación artística, ayudó a traspasar la frontera de la imagen a una propuesta en sitios específicos y con una propuesta inmersiva, volvimos a habitar esas calles”, cuenta Diana. 

“El arte nos permitió gestar más allá de las argumentaciones y fue un encuentro donde dialogaron las diferentes formas y expresiones que atravesaron estos años de nuestra vida política en el movimiento feminista de mujeres y diversidades. En estos registros, quedan plasmadas algunas de las formas en que nos atrevimos a nuevas narrativas cargadas con la esperanza y la necesidad urgente de un mundo más justo. Sabemos que las luchas políticas son también disputas por otras formas de narrar y de hacer, y en eso el arte tuvo mucho que ver. Hacer el libro y la muestra fue una apuesta política, un relato en el cual encontrarnos y volver a pensarnos en este contexto tan hostil que se nos plantea”, concluye Diana Hernández. 

Todas fuimos parte de esa marea y volver a esa memoria individual y colectiva es una forma de la memoria activa, pero, sobre todo, un refugio.

*Por Verónika Ferrucci para La tinta / Imagen de portada: Laura Rivas.

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Palabras claves: Campaña por el Aborto legal, Católicas por el Derecho a Decidir, feminismo, fotoperiodismo

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