Crónica de lo que pasa en Palestina desde una mirada argentina
El martes 3 de diciembre, se realizó el conversatorio “¿Qué pasa en Palestina? Una mirada desde Argentina”, con la participación de Jorge Yaser, Pablo Sigismondi y Gabriel Sivinian. Con música, testimonios, información y argumentos, hubo un mensaje claro: no es una guerra; es un genocidio en curso. Y, en Córdoba, a miles y miles de kilómetros de distancia, “casi 200”, que no somos muchos, pero sí somos un montón, abrazamos a quienes resisten, pensamos en quienes resisten y, como podemos, gritamos: ¡Viva Palestina libre!
Por Ibero Martínez para La tinta
Es un martes luminoso, es diciembre, estamos en Córdoba. Parece no pasar nada en esta ciudad; se percibe algo así como una forma de escepticismo o resignación en el último mes del año que recién comienza. Pero, silenciosamente, algo sucede —mejor dicho, algo falla— en la realidad que transitamos; algo parece mutar o transformarse de un modo extraño. Quien no tiene dificultades en el trabajo anda con problemas de pareja o las dos cosas. Nos falta plata, pagamos una tarjeta con otra y, así y todo, parece no pasar nada. Pero, entonces, algo pasa, muy suave, como un susurro o una canción que nos gusta escuchada a lo lejos. Se acaba un año horrible, lo cual debería ser bueno. El asunto es lo que vendrá y, más importante aún, lo que seremos y qué haremos con eso que vendrá.
Entonces, pese a todo —diciembre, martes, año de mierda—, aquí estamos: «Casi 200” cordobeses y cordobesas colmando el Centro Cultural Córdoba, a metros de la Plaza España, en el centro del centro de Córdoba. Una de las capitales mundiales de la distopía libertaria, el corazón gorila, la guarida de la mafia evasora de la soja mutante y sus millones, la ciudad de los abogados y los curas, la provincia con uno de los índices más altos de desocupación y pobreza del país, pero también una ciudad que guarda orgullosa, en sus cajones lacrados, la rebeldía y la organización obrera-estudiantil.
El escenario del CCC primero se oscurece. Luego, las luces enfocan intensas una mesa con tres disertantes. Junto a ellos, una gran bandera palestina. Mejor decir, una orgullosa gran bandera palestina que brilla, emociona, parece decirnos: el mundo se volvió horrible a fuerza de algunos humanos crueles, pero aquí estamos juntos. Somos apenas “casi 200”, que sí, es poco, pero también es un montón. Abrazados a una bandera bonita, pero también la más sufrida del mundo.
¿Qué hacemos “casi 200” cordobeses y cordobesas un martes luminoso de diciembre, del peor año que recordemos, juntos en un auditorio, en vez de estar en nuestras casas? Resistir como se puede y, sobre todo, sentirnos acompañados y acompañar como se puede. También, así, a la distancia, a quienes sufren las bombas, las balas, las muertes; el cruel genocidio perpetrado por el Estado de Israel contra el heroico pueblo palestino. En la mesa, junto a la bandera de Palestina, están Jorge Yaser, Pablo Sigismondi y Gabriel Sivinian. Presenta y coordina todo, con su voz mágica y segura, Gaby Estofán, una amiga de hierro que hace que Córdoba sea más linda y que todo suene siempre mejor.
Comenzó Jorge Yaser, quien es hijo de palestinos y un referente orgulloso del pueblo palestino en Córdoba. Recorre con sentimiento la historia palestina, llena de recuerdos de su padre, de su profundo sentir argentino, pero también de sus dolores ancestrales. Quien les escribe estas palabras, pretendiendo una crónica, es un simple criollo; su sangre es más gaucha que nada. Imagino que, si mi viejo hubiese nacido en la tierra de Canaán, me temblaría la voz como le tiembla a Jorge al hablar de su padre, de su tierra.
Siguió Pablo Sigismondi, que tiene el superpoder de haber viajado más que nadie y “cantar las cuarenta” sin miedo, siempre. Dice lo que tiene que decir y lo dice sin vueltas: “Estamos frente a un genocidio cruel, perpetrado sin vergüenza por el Estado sionista de Israel”. Y lo dice Pablo, con una claridad que no deja lugar a dudas. Pablo es una mezcla perfecta entre emoción e información.
Llegó el turno de Gabriel Sivinian, sociólogo, docente y coordinador de la “Cátedra Libre de Estudios Palestinos Edward Said” de la UBA. Es el espacio institucional más importante de Argentina en defensa del pueblo palestino que se sostiene a fuerza de coherencia, seriedad y apoyo de la comunidad. Además, Gabriel, junto a Miguel Ibarlucía están a cargo de la Editorial Canaán, única en el mundo, absolutamente dedicada a la cuestión palestina.
Detalla, con paciencia docente, una información fundamental para entender con precisión lo que sucede en los territorios palestinos ocupados: el informe «El genocidio como supresión colonial«, elaborado para la ONU por Francesca Albanese, relatora especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967. “El informe señala que, en Gaza, hay un genocidio en curso como medio para alcanzar un fin: la completa expulsión o erradicación de los palestinos de su territorio histórico. Un genocidio que no se detiene ni se castiga y que existe riesgo de que se extienda a Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental”. El documento no deja lugar a dudas: lo que sucede en Gaza es un genocidio. No lo dice Palestina ni la Liga de Países Árabes, ni grupitos de izquierda, ni jefes de Estado medio progres. Lo dice la ONU.
Cerró la actividad el Ballet “Casa de Danza”, dirigido por Carla Dolcini, con una bella interpretación que culmina desplegando otra bandera Palestina, y luego Ismael Adriss con su Al Hakima Ensamble, que interpreta tres temas fusionando maravillosamente música de Medio Oriente con grandes clásicos del folclore argentino.
*Por Ibero Martínez para La tinta.