El más «A pesar de todo, les hicimos el encuentro» que tuvimos

El más «A pesar de todo, les hicimos el encuentro» que tuvimos
14 octubre, 2024 por Verónika Ferrucci

Desde 1986, los feminismos se encuentran cada año en el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries para debatir política, compartir la agenda de luchas y las estrategias de organización. También es una fiesta llena de abrazos que nos conmueve cada vez. Y mal que les pese, somos un montón y estamos en las trincheras para denunciar el avance neofascista contra la vida y los recursos, y, a riesgo de que suene un cliché, cuando nos quieren desesperanzadas y desarticulades, los transfeminismos son esperanza siempre. 

«¡A pesar de todo, les hicimos el encuentro!», dice la canción que cantamos todos los años y muestra que siempre hay dificultades, resistencias y avatares del contexto que sortear para que el encuentro se realice con tranquilidad. Y, quizás, ese canto tiene una nueva vigencia hoy, porque somos el enemigo público del gobierno de Milei y toda la cultura de odio que han propulsado desde plataformas e instalado como un signo de revanchismo en lo cotidiano. Empecinados en desarmar todas las conquistas en el Estado, las leyes, las políticas implementadas, sin saber que no somos solo un feminismo institucionalizado. Quieren desarticular la organización barrial apuntando contra lo básico del cuidado de la vida, no entregando alimentos y no reconociendo el trabajo comunitario. Apuntando contra lxs jubiladxs y la educación. Tienen una matriz de desposesión y ajuste que recuerda el abecé patriarcal y colonial. 

En tiempos en que la crueldad es la norma para gobernar y pretende imponerse como una forma de vida, en los que los señalamientos y hostigamientos a transfeministas y militantes de la disidencia aumentan, y los discursos de odio escalan: ¿dónde están las feministas? Bueno, vaya este hermoso recordatorio: las mujeres y disidencias se encontraron, como lo hacen desde 1986, en el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersex y No Binaries. ¿Se imaginan? Desde todo el país, juntando peso a peso, viajaron más de 80.000 para ser parte de este movimiento que debate política, estrategias de organización, y comparte experiencias de defensa del territorio y el ambiente. 

Imagen: Juli Carrizo

Fueron 130 talleres y más de 200 actividades culturales, una marcha contra los travesticidios, transfemicidios y lesbicidios, y la marcha multitudinaria de cierre del segundo día que visibilizó todas las organizaciones y luchas que se congregaron. Luego de 38 años, para muchas y muches fue su primer encuentro; de todas las edades, participaron por primera vez y, como siempre decimos, después de pasar por esta experiencia, ya no somos las mismas personas. ¿Cómo perder la fe en el futuro si siempre somos más?

Sin embargo, sabemos que no es fácil, nunca lo fue. Mientras estábamos en el Encuentro, el sábado, hubo un femicidio, ahí cerca de donde llenamos las escuelas y calles. Una mujer de 68 años fue asesinada por su expareja. Es el segundo femicidio en los últimos 15 días. La violencia machista sigue matando mientras recortan presupuestos y programas de asistencia a la violencia de género que, sabemos muy bien, no se resuelve solo con un Ministerio o una ley.

Jujuy es la tierra que grafica esa idea tan repetida acerca de que somos cuerpos atravesados por los territorios, los cuales reflejan el saqueo y expoliación de los recursos, y el avasallamiento sobre las comunidades. La vigencia del poder neocolonial que somete y reprime mientras depreda es una foto de lo que el RIGI viene a profundizar.

El próximo año, Corrientes será sede del 38° Encuentro. Como cada año, los transfeminismos acompañan las luchas que las organizaciones enfrentan en sus territorios y posibilitan hacer eco de esas agendas. Estaremos allí, en esas tierras fronterizas expuestas al tráfico de mujeres y niñxs. «Loan es un nombre que resonó en todo el país y es solo una muestra de la realidad de lo que pasa en nuestro país. Y que está conectado con el femicidio de la periodista Griselda Blanco, que venía denunciando al comisario Maciel, ahora implicado en la desaparición de Loan. Somos testigos silenciosos de esta tragedia. Atravesadas por un conservadurismo feroz alimentado por la clase política que está en el poder hace décadas, mientras el pueblo está sumido en la pobreza estructural y sin reconocer los avances en derechos conquistados”, expresaron lxs encuentrerxs que nos recibirán el próximo octubre.

Una de las facultades que está en pleno centro y donde se realizaron talleres, en el ingreso, tenía el cartel: «Facultad tomada». Una realidad que toca a muchas estudiantes y docentes que llegaron al encuentro y que venían de las tomas en sus provincias. Volvimos a reconocernos en las preocupaciones diarias, en la incertidumbre ante la falta de laburo, las formas de precariedad que asume la economía formal en las contrataciones, los empleos que están amenazados en las áreas estatales en los testimonios de las compañeras de ATE o de las compañeras de la Asociación Personal Aeronáutico (APA), acopladas con Aerolíneas Argentinas e Intercargo con su bandera para que no se privatice la línea, también las compañeras del Sindicato de Correos Argentinos. 

Las trabajadoras sexuales siguen reclamando y construyendo una ley de reconocimiento que permita mejores condiciones de trabajo y acceso a los derechos básicos. Las organizaciones de la diversidad se expanden con debates que se actualizan, pero que también vuelven a lo básico del cuidado de la vida ante los discursos de odio y la precarización que impone la falta de oportunidades. La pluralidad de voces es inmensa y es la riqueza del federalismo que tenemos y la diversidad de nuestras luchas. Plurinacionales, con todas las identidades que nombramos, le incomode a quien le incomode, con el reclamo por la libertad de Milagros Sala, con el grito contra el genocidio en Palestina y la defensa del agua y de los territorios ante las industrias extractivas, con la memoria de Norita, la madre de todas las luchas, pasó este 37° Encuentro. Comparto un mosaico de relatos que son apenas algunos de los temas conversados y abordados, pues siempre es injusto el registro de la magia y todo lo que acontece en el encuentro.

«Fuerzas del cielo, llévatelo lejos», coreaba la Asamblea de Feministas del Abya Yala, un punto clave del Encuentro, donde cada año, escuchamos las voces de los territorios en lucha y nos vemos más allá de las fronteras. Campesinas, indígenas, defensoras ambientales, docentes, jubiladas, militantes de la disidencia, brigadistas, madres protectoras compartieron sus agendas.  

“En nuestros territorios estamos criando la vida, poniendo el cuerpo, la sangre y los huesos. Es importante que entendamos de una vez que somos hijes de la madre tierra que nos dona todo. Y que nos deslindamos de los trabajos dignos para pelearnos por el poder. La culpa es la ganancia del sistema y no nos sentimos autorizados en ser parte de una lucha digna. Hermana, yo la reconozco más allá de sus estuches, el espíritu es uno solo. Vivimos en estados de guerra, de dolor y de carencia. La lucha es diferente, esta es la lucha, la insurgencia. Traer nuestras memorias, nuestras plantas, minerales, despertar la vida desde otro lugar”, fue la invitación en la apertura de la Asamblea.

“Hay que campesinizar la agenda feminista ante la crisis alimentaria que existe”, fue una de las propuestas desde los feminismos campesinos populares. Caro integra el Movimiento Nacional Campesino Indígena Somos Tierra y llevaron la urgencia de que los feminismos tomemos la bandera de la soberanía alimentaria. “Reconocer el urbanocentrismo y que se visibilicen las realidades de las mujeres y diversidades del campo, y la relación de dependencia y dominación campo-ciudad. La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a decidir qué comemos, para quién producimos y quién lo consume. Cuando luchamos por la soberanía alimentaria, nos enfrentamos al sistema capitalista, racista y patriarcal, a la falta acceso a la tierra y el agua. Así como desde los feminismos luchamos por la soberanía de nuestros cuerpos, nos planteamos la soberanía sobre lo que comemos, donde está uno de los mayores avances de este sistema corporativo que nos impone alimentos que no son verdaderamente alimentos”.

Bahía también participó del taller «Luchas de tierras por sectores campesinos e indígenas, y comentó que “se habló sobre el resguardo de semillas criollas y las condiciones de trabajo de las trabajadoras de la tierra que, en muchos casos, están sometidas a explotación por parte de los dueños de las fincas y que no tienen acceso a derechos laborales. Y se propuso una reforma agraria integral, feminista y popular para el acceso a tierras de las campesinas e indígenas, y para frenar el avance de proyectos inmobiliarios de barrios cerrados sobre tierras productivas y cinturones hortícolas”. 

Los pañuelos no se bajan

“Algunas pensaban que no íbamos a tener la carpa y los pañuelos verdes”, dijeron las compañeras de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que llevan 19 años organizadas, a partir de uno de estos encuentros. Y lo cierto es que el aborto estuvo presente durante todas las jornadas. «La ley fue el piso y hay que defenderla, pero también hay que dar continuidad a las discusiones y recordar cómo llegamos a la vigencia del aborto legal, porque fue un camino largo y para nada simple, y ahora tampoco lo es. Tanto en los talleres sobre implementación y estrategias para el aborto legal, expresaron su preocupación porque no se aplica la Ley federal en igualdad de condiciones. La situación es alarmante en la desigualdad de acceso y la falta de cumplimiento de la ley, la falta de formaciones permanentes para equipos docentes y de salud, faltan instrumentales para garantizar la AMEU y el 0800 de salud sexual y reproductiva funciona de manera deficiente”, cuenta Romi, que fue parte de esa conversación.  

El Gobierno nacional no continuó la compra de Mifepristona y Misoprostol (tratamiento combinado para el aborto medicamentoso que alcanza hasta el 98% de efectividad), y hay falta de provisión de anticonceptivos, incluido el preservativo. Los gobiernos provinciales están comprando medicación de una manera muy inequitativa, dependiendo de las economías locales y de las tensiones que se dan dentro de los ministerios para priorizar la atención del aborto. 

Es con todes

Se realizaron dos talleres por primera vez: «Activismo disca en primera persona» y «Madres protectoras y sobrevivientes». Esto es la muestra de los tiempos que demoran ciertas temáticas en tener su lugar, aun en la amplitud que construimos.

Aimé participó en el taller de Activismo disca y me cuenta: “Fue un espacio necesario para reconocernos, compartir preocupaciones, experiencias, información y humor, desde un lugar más relajado. Tener este lugar es una forma de abandonar el rol de formar y explicar cada vez que se interviene de manera incorrecta, empezando por tener que recordar que, ante todo, somos personas y que la discapacidad no significa carencia de toda capacidad, virtud e inteligencia, entre muchas otras cosas. Salir de ese lugar nos permite accionar, buscar juntes herramientas para nuestras vidas y qué vamos a hacer mientras vulneran todos nuestros derechos, quitando pensiones y el derecho a la movilidad, sin acceso a trabajo, salud y educación, obligando a las personas a elegir si compran medicación o comen. A pesar de que el encuentro tampoco fue muy accesible, algunas llegamos a encontrarnos, a pesar de que tuvimos que defendernos en la marcha encuentrera para que no nos atropellen, nos hicimos presentes, a pesar de todo, nos hicimos el encuentro”.

Flor es integrante del colectivo Akelarre Feminismo Popular y de la Campaña Yo sí te creo, y celebra la conquista política del primer taller de «Madres protectoras y sobrevivientes» dentro del Encuentro, que permitió compartir la agenda común en la lucha contra los abusos sexuales en las infancias, la inacción judicial en esas causas frente a la judicialización de las madres que denuncian. «Después del extenso y profundo proceso de lucha de madres protectoras, sobrevivientes de violencia sexual y compañeras y organizaciones transfeministas, alrededor de 200 personas nos encontramos en Jujuy. Y reivindicamos nuestro compromiso con las infancias, adolescencias y maternidades para que tengan vidas libres de violencia sexual, y condenamos las múltiples violencias (económica, institucional, psicológica, etc.) que nos atraviesan al denunciar, que son estructurales y funcionales a la conformación del patriarcado. El abrazo comunitario nos fortalece y el acompañamiento transfeminista es fundamental para lo que tenemos que afrontar”.

«No son ‘libertarios’, son fascistas». Se realizó por segundo año el taller de «Antifascismo», que nació como respuesta a la coyuntura que estamos viviendo. Ahí estuvo Gabi y me cuenta que hubo preocupación por el avance fascista en expresiones de diferentes partes del país. Una compañera advirtió sobre la autoorganización de vecinos que, frente a situaciones de retiro del Estado de sus funciones, se reúnen para instalar mayores medidas de control como cámaras e, incluso, promover el uso de armas o de la organización de grupos armados que tienen como objetivo perseguir a integrantes del colectivo LGBTIQ+, que salen de la lógica virtual donde hay una violencia en escalada. 

“El fascismo se alimenta de la tibieza y tiene más terreno para avanzar cuando evitamos nombrar lo que sucede. Por eso, es necesario identificar causas y sujetos para poder pensar cómo abordar lo que nos pasa. Tenemos que insistir en disentir y sostener miradas diversas. La conversación también giró en torno a la pregunta sobre cómo deconstruir la pedagogía de la crueldad. Hay que recuperar el debate de ideas, que no se agote en provocaciones o chicanas porque, quizás, la respuesta a la crueldad está en vivir y volver a lo comunitario”, cuenta Gabi sobre algunos de los temas conversados.

El Encuentro es una fiesta, un abrazo constante en cada compañere que participa, las nuevas que conocemos y con quienes compartimos un taller, un aula de escuela para dormir, un debate, el agite en la marcha. Lejos de desarticularnos, este encuentro refuerza la convicción de que estamos en los territorios poniendo el cuerpo y organizadxs, porque, como siempre, quienes resisten, las mujeres, las travas, las lesbianas, son quienes saben hacer trincheras transfeministas y que no es tiempo de ningún paso atrás. 

*Por Verónika Ferrucci para La tinta / Imagen de portada: Juli Carrizo.

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Palabras claves: 37 Encuentro Plurinacional, Encuentro Plurinacional de Mujeres, Transfeminista

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