Declaración de emergencia nacional de incendios: ¿y ahora qué?

Declaración de emergencia nacional de incendios: ¿y ahora qué?
7 octubre, 2024 por Redacción La tinta

Ya van más de 70 mil hectáreas arrasadas por el fuego. Este fin de semana, aún estaban activos tres focos en la Quebrada de la Mermela, Berrotarán y San José de la Dormida, que se lograron apagar, y ahora al alivio lo trajo la lluvia. Sin embargo, la complejidad de lo que queda después del fuego y las dudas sobre un plan responsable y acorde de manejo y prevención del fuego plantean un escenario incierto en la provincia.

Luego de que el país se hiciera eco de los incendios en la provincia y de que múltiples organizaciones y sectores pidieran la declaración de emergencia ambiental, el 26 de septiembre, el Senado finalmente aprobó la medida de “emergencia ambiental, económica y habitacional por 180 días”, con 55 votos a favor y 3 abstenciones de parte de legisladores de La libertad Avanza. La semana pasada, la Cámara Baja declaró la emergencia con 218 votos a favor y ninguno en contra. El bloque de LLA se diferenció del accionar de sus pares en la Cámara Alta. 

Por su parte, el pasado 3 de octubre, la Legislatura de Córdoba, en una sesión unánime, aprobó el beneplácito a la declaración de emergencia, proyecto presentado por el legislador del Frente Cívico, Walter Gispert, para quien «la declaración de emergencia es un paso crucial para gestionar los recursos necesarios para combatir los focos de fuego y asistir a las comunidades afectadas».

Desde el Ejecutivo Nacional, no se han pronunciado y es desde donde debe salir la partida presupuestaria y fondos para atender la emergencia declarada. Pero ¿qué impacto real puede tener esta medida en caso de ejecutarse? Hablamos con el abogado y ex juez civil de la ciudad de Córdoba, Aldo Novak, quien ayuda a complejizar lo que trae una declaración de este tipo en material ambiental. 

«En principio, toda declaración de emergencia tiene efectos simbólicos y visibiliza el conflicto, pero también posibilita la adopción de ayudas económicas y dispensas tributarias para los damnificados, esto es: con desastres ocurridos o en curso, es decir, con escasa función preventiva. Es común también con las inundaciones. En materia específica de incendios, la Ley de presupuestos mínimos 26.815 prevé la creación del Sistema federal de Manejo del Fuego, que lo administra el Servicio nacional de Manejo del Fuego, con mecanismos de intercoordinación, por lo que las acciones concretas en la lucha contra los incendios deberían funcionar por esa vía, pero está claro que la política y la economía se mezclan, y la ayuda no parece ser suficiente»

Para Novak, los desarrollos inmobiliarios y las explotaciones intensivas agrícolas, especialmente, suelen interferir para ello. El especialista explica: «El artículo 8 de la Ley prevé que la autoridad nacional de aplicación articulará, en el ámbito del Consejo Federal del Medio Ambiente (COFEMA), la implementación de políticas preventivas, el apoyo a las estrategias de manejo del fuego, la alerta anticipada y el combate rápido y eficaz de los incendios, a efectos de hacer posible el mantenimiento de los ecosistemas y sus procesos con una gestión integral». 

El magíster en Derecho y Argumentación, y profesor titular de la Cátedra B de Derechos de los Recursos Naturales y Ambiental de la UNC destaca que han existido políticas públicas en materia de la lucha contra los incendios, en las leyes de bosques 8.066 (1991) de Córdoba, 13.273 nacional (1948), leyes anteriores a la reforma constitucional y la incorporación de la cláusula ambiental del art. 41 y de las leyes de presupuestos mínimos dictadas en consecuencia, con otras previsiones protectorias, como la citada Ley de manejo del fuego 26.815. 

«En Córdoba, a fines del año pasado, se dictó la ley 10.958, de medidas de emergencia preventivas para mitigar la propagación de incendios forestales/rurales, que prevé la creación de una comisión técnica para que asesore a la autoridad de aplicación (Ministerio de Seguridad o el órgano que lo reemplace) en la elaboración de un plan de prevención, que no conozco que haya sido ya elaborado. También, desde el inicio, se ordena, de manera muy poco clara y sujeta a los que disponga la autoridad de aplicación y la comisión técnica, la realización de picadas y contrafuegos para prevenir y facilitar la lucha contra los incendios”.

Para Novak, la declaración de emergencia no resuelve la prevención y lucha contra los incendios. “Sirve más para paliar las terribles consecuencias como han tenido y tienen en estos días los incendios en nuestra provincia. Sin embargo, hacen falta las mejores tres «e»: eficiencia, eficacia y efectividad en las políticas públicas ambientales y, específicamente, en la lucha contra los incendios”.

*Por Redacción La tinta.

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Palabras claves: incendios forestales

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