Incorporan lactarios móviles en las unidades judiciales: el derecho a maternar y trabajar
Apoyar la lactancia implica el despliegue y puesta en marcha de programas y acciones para reducir las desigualdades vinculadas al acto de la lactancia, más aún en momentos de crisis y desmantelamiento de políticas integrales para madres, familias y niñxs. El gremio de Judiciales de Córdoba acaba de presentar lactarios móviles para las unidades judiciales como parte de un proyecto amplio de democratización de tareas de cuidado.
Para quienes no están en entornos con maternidades y periodos de lactancia, puede que algunas conversaciones se les escapen. No es un dato menor que aún existe tabú por las miradas o situaciones incómodas que se suelen atravesar por amamantar en la vía pública o, incluso, en espacios con otras personas. Esto se vincula no solo con la falta de espacios seguros para la lactancia, sino con las políticas públicas para las tareas de cuidados, entre ellas, la maternidad. ¿Y qué pasa cuando se regresa al trabajo luego de la licencia por maternidad y se es lactante?
La primera semana de agosto, se pone en agenda la lactancia materna y, este año, la insistencia desde la Organización Mundial de la Salud y los organismos internacionales es con una campaña que lleva como lema: “Cerrar la brecha: apoyo a la lactancia materna”. Desde UNICEF, han hecho especial hincapié en la “necesidad de mejorar los programas de apoyo a esta práctica como medida imprescindible para reducir las desigualdades en materia de salud y proteger el derecho de las madres y los bebés a sobrevivir y prosperar”. ¿Por qué estaríamos hablando de apoyo a la lactancia cuando pareciera que es un tema que goza de un amplio consenso social?
El gremio de Judiciales de Córdoba junto a autoridades del Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal general Juan Manuel Delgado y la fiscal adjunta Bettina Croppi, y al Tribunal Superior de Justicia, representado por Luis Rubio, pusieron en marcha lactarios móviles en unidades judiciales de toda la provincia. Esta política es parte de un trabajo sostenido y amplio que llevan adelante desde la Oficina de la Mujer del TSJ. Y es el primer paso en el marco del proyecto de democratización de las tareas de cuidado dentro del Poder Judicial que presentaron el 8M al TSJ.
Agostina Noccioli es secretaria adjunta de la Comisión Directiva de la Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial (AGEPJ) y tiene mucho que ver con este proyecto que se concretó. En diálogo con La tinta, nos cuenta: “Para nosotras, ha sido siempre un reclamo histórico las condiciones de trabajo, sobre todo, las edilicias de las unidades judiciales, que en Capital son 23, ubicadas estratégicamente en distintos barrios de la ciudad de Córdoba, junto con comisarías, además están las especiales y todas las del interior provincial. Las características de los edificios varían: no es lo mismo la Unidad Judicial de pleno centro del Polo Judicial o del Palacio de Justicia en Tribunales I o de los edificios más nuevos, como el de familia de San Jerónimo. Es así, que desde las unidades judiciales existe un reclamo específico porque en muchos casos son edificios que tienen grandes déficits, por ejemplo, una llegó a funcionar en una cochera de una casa durante mucho tiempo”, detalla.
Como parte del compromiso que vienen tejiendo hace años, desde el gremio, realizaron un relevamiento sobre cuestiones vinculadas a las tareas de cuidado dentro de Poder Judicial. Una de las situaciones que se destaca es la falta de espacios de higiene adecuados para las sumariantes que desempeñan sus trabajos en las Unidades Judiciales. “En algunos casos, el baño que disponen se comparte con la comisaría o con el público, siendo oficinas que trabajan 24 horas todos los días del año. Al no disponer de un baño propio o para un número reducido de personas, surgía la pregunta de qué pasa cuando una de las empleadas está en periodo de lactancia y tenía que hacer su extracción de leche materna, ya sea en los baños compartidos o, en muchos casos, recurrir al baño que se encuentra en otra sala, sin privacidad ni condiciones de higiene”, detalla Noccioli sobre las condiciones objetivas existentes.
Y agrega otra variable: “Cuando las trabajadoras judiciales regresan de sus licencias por maternidad en las unidades judiciales, muchas veces se encuentran con situaciones difíciles, ya que, en esa área del Ministerio Público Fiscal, no siempre se respeta la continuidad del lugar o el horario de trabajo. A esto, se le suma que, en el período de lactancia, no tenían un lugar digno para realizar las extracciones de leche. Hicimos una encuesta e indagamos sobre la experiencia, su maternidad en la previa, durante el embarazo y en el regreso, y, en la mayoría de los casos, se viven situaciones de discriminación”.
Ante las dificultades presupuestarias de poder construir un lactario en cada oficina, ya que en algunos ni siquiera hay baño solo para lxs sumariantes, o de edificios que no se pueden remodelar, y en la complejidad que presenta el mapa de la descentralización territorial de las unidades judiciales, tanto en la ciudad como el resto de la provincia, investigaron y trabajaron en cómo generar espacios dignos con los requisitos mínimos de higiene que tiene que tener un lactario. “Reclamamos lo que consideramos justo y propusimos soluciones. La propuesta fue tomada por el Ministerio Público Fiscal y convertida en política pública. Con este paso que dimos, podemos decir que se hizo un poco más de justicia y que hay otro avance hacia el cumplimiento pleno de los derechos de las mujeres trabajadoras hacia dentro del Poder Judicial«, expresó la secretaria adjunta.
Fruto de la investigación de antecedentes de cómo se solucionó en otras oficinas e instituciones del sector público y privado, tanto nacionales como internacionales, dieron con un Informe del Ministerio de Salud de la Nación del año 2021. La entrevistada comenta que allí se proponía la implementación de espacios amigables con la lactancia para los casos en que las instituciones públicas o privadas no tuvieran los recursos suficientes o el espacio para tener un lactario permanente. En las opciones que se presentaban, estaba la posibilidad de que sea móvil, que se pueda armar para el periodo de lactancia de esa compañera que dura seis meses y, cuando termina, se lo desmonta y se lo puede usar en otra oficina. En esa experiencia, nutrieron los lactarios que se acaban de presentar.
“Los lactarios móviles, de los que dispondrán las unidades judiciales de la provincia, son un biombo que, al montarse, se convierte en lugar cerrado, con sillón ergonómico y configurando un espacio cómodo, con una heladera para el refrigerio de la leche materna y un kit de higiene. Se lo instala en la oficina durante los seis meses que dura el periodo de lactancia en el Poder Judicial, que además viene acompañado de la reducción de una hora de la jornada laboral. Hay varias unidades de lactarios para que puedan ser utilizados simultáneamente en distintos puntos de la capital y el interior”, detalló Noccioli.
A partir del análisis de datos que vienen haciendo sobre el relevamiento de las tareas de cuidados, confirman dentro del Poder Judicial local la tendencia de la sociedad global en la distribución inequitativa de dichas tareas. “En una institución que tiene un 70% de población femenina, con una edad promedio de 42-43 años, esa circunstancia de desigualdad y sobrecarga de tareas no es una excepción. Hoy, celebramos que, fruto del trabajo que venimos haciendo, contamos con estos lactarios, que es solo una parte de la agenda de pensar el mundo del trabajo desde una perspectiva de género, que es mucho más amplia. También es un avance en materia de negociación colectiva con el Poder Judicial, porque, a diferencia del resto de los sectores de trabajo formal, no contamos con convenio colectivo ni con mesas paritarias de negociación para discutir, no solamente las cuestiones salariales en las condiciones de trabajo o cualquier otro de los ejes que hacen”.
Llevando ideas, diagnósticos y propuestas concretas, y teniendo del otro lado una autoridad con la empatía suficiente para gestionar y resolver, como en este caso, es un avance. También es importante el hecho de que «se haya dado en la semana de la lactancia con una respuesta concreta de achicar la brecha y que cada institución se adapte un poco para mejorar esa situación con una iniciativa gremial. Cuando las trabajadoras que deciden maternar reciben apoyo y se garantizan sus derechos, la sociedad se beneficia».
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Judiciales Córdoba.