Poemas para pasar agosto
4 agosto, 2024 por Redacción La tinta
Por Lola Dolores para La tinta
Pensando que este poema será leído un domingo de invierno de agosto, he aquí una apología a lo mejor que pueden hacer nuestras manos: amasar.
Un fragmento de Glauce Baldovin, poeta riocuartense que supo sobrevivirse y trascenderse, y dejarnos infinitos escritos llenos de seducción, fuga, fábula y dispersión.
Cuando amaso me siento diferente.
Olvidada de rencores.
Hago una rueda con la harina y en el centro pongo agua y sal.
Hundo la masa pegajosa, la estiro con el palo blanco
le doy la forma
Y me creo Dios.
El olor a pan sale del horno
inunda el campo, la casa, el ropero, mi corpiño.
Todo es pan ese día.
Y cuando saco agua del pozo
Un rostro joven me sonríe desde el fondo.
(de Libro de Lucía, 1986)