Abuelas Córdoba informó que una nieta recuperada será la nueva titular de la institución
Por primera vez, una nieta presidirá la filial cordobesa de Abuelas de Plaza de Mayo. Belén Altamiranda Taranto ocupará el lugar que dejó la gran Sonia Torres, que murió el pasado 20 de octubre.
«Las Abuelas siempre dijeron que cuando ellas no estén, les que iban a continuar con la búsqueda eran las y los nietos restituidos. Belén recuperó su identidad en 2007 gracias a la búsqueda de las abuelas y hoy, después del fallecimiento de nuestra querida abuela Sonia Torres, pasará a hacerse cargo del funcionamiento de la casa de Abuelas en Córdoba», expresaron desde @abuelas_cordoba
Belén nació en junio de 1977, durante el cautiverio de su madre, Rosa Luján Taranto. La joven había sido secuestrada el 13 de mayo de 1977, embarazada de siete meses, junto con su pareja, Horacio Antonio Altamiranda. Ambos fueron vistos en el centro clandestino “El Vesubio”. Rosa fue llevada a dar a luz al Hospital Militar de Campo de Mayo y tras el parto, fue devuelta al Vesubio, allí le relató a otra detenida que había tenido una beba y que se la habían sacado.
La niña fue entregada al Movimiento Familiar Cristiano, que a los tres meses de vida de la pequeña la dio en adopción.
En 2005, Belén decidió comenzar su búsqueda y se presentó voluntariamente en la filial de Abuelas Córdoba. A mediados de 2006, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) tomó su caso y, el 29 de junio de 2007, el Banco Nacional de Datos Genéticos informó que la joven era la hija de Rosa y Horacio.
Tuvo la suerte de poder abrazar a sus cuatro abuelos, entre ellos, la abuela Irma Rojas, quien fue una de las primeras Madres y Abuelas de Plaza Mayo que luchó sin descanso para encontrar a su hijo, a su nuera y a su nieta.
«Asumo este rol de titular, de llevar adelante la filial con mucha responsabilidad, pero también con alegría, como siempre lo hicieron y hacen las Abuelas. Estoy llena de gratitud y amor infinito hacia Sonia que siempre me cobijó, preparó y acompañó en este camino de estar en Abuelas», expresó Altamiranda Taranto.
Y agregó: «Este es un trabajo colectivo, en donde los nietos, hermanos y los trabajadores son los que sostienen la institución, siempre con la guía de las Abuelas. Este es un ámbito de lucha, trabajo y militancia en donde Choni siempre va a estar presente en nuestros corazones y memoria, guiándonos desde la estrella en que esté para darnos fuerzas para seguir con esta convicción y fuerzas. Esta búsqueda sigue hasta que encontremos a los nietos que nos faltan. Es una búsqueda de amor, militancia y resistencia”, sostuvo Belén.
*Por Redacción La tinta.