Manos a la obra: las OMAS y el sistema BENO del CONICET

Manos a la obra: las OMAS y el sistema BENO del CONICET
30 mayo, 2023 por Soledad Sgarella

Un grupo de cinco mujeres de Chacras de la Merced conforma una unidad productiva de prestación de servicios de albañilería, especializada en uno de los 14 componentes y sistemas constructivos registrados del AVE-CEVE CONICET: el sistema BENO. Con placas prefabricadas de bovedilla realizadas en un taller (que incluyen la instalación eléctrica, muro y estructura de hormigón armado) y que, luego, se “montan en obra”, las OMAS no solo levantan su propia sede, sino módulos que darán soluciones habitacionales a viviendas de Villa El Libertador, Alta Gracia, Argüello y Calera.

Por Soledad Sgarella para La tinta

En pleno Villa Siburu, sobre la calle Igualdad, a unas cuadras de la Zípoli, están ubicados el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE -Unidad Ejecutora de CONICET) y la Asociación para la Vivienda Económica (AVE), instituciones en las que se investigan sistemas e implementan constructivos racionalizados con impacto social.

Hace unos años, cuenta a La tinta el arquitecto del CEVE, Alberto Floreano, se conocieron con las OMAS en un proyecto junto al biólogo Federico Kopta, quien estaba trabajando en las lagunas de la zona de Chacras de la Merced -surgidas de la extracción intensiva de áridos- y una consiguiente remediación de las viviendas que tenían problemas con los desagües cloacales allí. “Nuestro Centro fue convocado para plantear un módulo de baño, en el que tenían que participar los propios beneficiarios. Ahí tomamos conocimiento de la existencia de las OMAS, que si bien ya contaban con una personería jurídica, aún no tenían la fuerza que tienen hoy por hoy. Empezamos a conocer las problemáticas de muchas de las mujeres de la zona, la mayoría sostén de familia”, relatan desde el CEVE.

La Asociación Civil “Las OMAS” (Organización de Mujeres Argentinas Solidarias) está en el km 6 y ½ del camino a Chacra La Merced y es un espacio de formación y contención, donde más de 500 mujeres realizan talleres y desarrollan emprendimientos productivos.  Ahí, Gabriela Mansilla, Elizabeth Bazán, Rosa Trejo, Paula Alí, Jaqueline Medina y Gabriela Ruiz (tras un par de años de capacitaciones con el CEVE y con otras instituciones) conforman un grupo productivo de albañilería y construcción, con lógicas cooperativas de trabajo, asociativo y colaborativo. 

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Imagen: CEVE

El sistema

Floreano cuenta a La tinta cómo siguió este trabajo en red. La Asociación Civil Ingeniería Sin Fronteras Argentina (con Esteban De Olmos y Sofía Sánchez a cargo) inició, junto con las OMAS, el proyecto para construir su sede -un espacio-taller con las instalaciones sanitarias pertinentes-, tomando uno de los sistemas constructivos del CEVE: el sistema BENO.

Este sistema es uno de los 14 componentes y sistemas constructivos registrados de la institución del CONICET, que trabaja desde 1966. El BENO es, como nos explican, un sistema constructivo que se conforma con placas prefabricadas de bovedilla armada que incluyen la instalación eléctrica, muro y estructura de hormigón armado. Esas placas son fabricadas en un taller y, luego, se “montan en obra”, tarea que no requiere mano de obra especializada. Tanto las ataduras entre placas como los encadenados que las solidifican acercan la construcción a una pieza estructural única y está planteado como un sistema que, por sus características, favorece los procesos sociales de capacitación autogestionaria.

“Intentamos, a través de nuestras intervenciones, utilizar los sistemas constructivos que tenemos y que han sido concebidos con la idea de que sean más apropiados por la gente: de primero, que  utilizan tecnología muy sencilla y que no requieren saber de los oficios de la albañilería, sino que eso se va adquiriendo con el tiempo.  Son muy simples de ser ejecutados porque requieren de un equipamiento y herramientas de un uso común, prácticamente no se necesita ninguna herramienta especial. Las veces que nosotros hemos transferido esta manera de construir, efectivamente, la gente lo toma y, después, le va introduciendo sus propios cambios, pero es parte de lo que el sistema pretende, ya que es un sistema abierto, con una lógica diferente a la de los sistemas constructivos más comerciales que son cerrados y en los que te tenés que comprar un solo tipo de material, herramientas especiales, etcétera”, sostiene el arquitecto.

Desde el CEVE, agregan que lo que se persigue es la real generación de circuitos productivos, de puestos de trabajo en los sectores más vulnerables y con el valor agregado de la formación y el aprendizaje: “Incorporando cuestiones centrales como tener el trabajo en tiempo y en forma, de calidad, de formas de comportarse con el par, en el compromiso de asistir y no dejar clavado a nadie, la puntualidad o el trabajo colaborativo. En todos estos procesos, como se trabaja asociadamente (en el sentido de que no se puede hacer una tarea si la otra no se cumplió), se van sentando la base de los pilares para poder tener una cooperativa de trabajo que es, en definitiva, lo que buscamos:  que se conforme un grupo o una unidad que pueda producir componentes, que, a su vez, los pueda introducir en el mercado formal de la construcción bajo una forma cooperativa, donde no existe un dueño, sino que es el conjunto el que se beneficia”. 

La palabra de las protagonistas

Gabriela Mansilla nos cuenta que llegó a las OMAS hace aproximadamente tres años: “Porque llevaba a mi hijito al colegio, ahí, al colegio de cerca… Y para no quedarme en la plaza, me quedaba con las mujeres haciendo capacitaciones de peluquería, de pastelería. Con mi hija -en ese tiempo, de 15 años más o menos- pasábamos cuando se había empezado a hacer lo de las unidades productivas, que era para hacer el salón propio de las OMAS. Mi hija quería ir a ver cómo trabajaban los chicos de ingeniería… Lourdes quería ver cómo era y, como era chica, entonces yo sí o sí la tenía que acompañar, y nos involucramos. Y, bueno, empezamos a llegarnos los sábados nosotras ahí y, después, ya me gustó. Y, de ahí, salieron las capacitaciones en el CEVE para hacer las placas, salieron las capacitaciones para poner los pisos y todas cosas así que suman mucho”.

Paula Alí participa en las OMAS hace ya 12 años, “para 13”, aclara. “Estoy trabajando, hace un año y medio, con ingeniería en el nuevo taller. Para nosotras, significa un gran avance poder construir nuestro salón, con nuestras propias manos. Es una genialidad que haya mujeres que hacemos este trabajo, me encanta trabajar, me encanta saber, aprender. Nosotras llegamos al CEVE por las OMAS, nos llevaron una capacitación para que sepamos sobre las placas, cuando se decidió que así se iban a hacer las paredes del salón. Ellos nos enseñaron (fueron varias veces que estuvimos yendo) todas las técnicas, cómo se ponían, cómo iban, desde qué llevaban hasta lo último; después, los transcribimos nosotros en la obra, con nuestro grupo de cinco personas,  cinco mujeres haciendo placas.  Tuvimos mucha ayuda de voluntarios los sábados… Hemos hecho muchísimas placas, muchísimos días”, relata Paula, orgullosa.

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Imagen: CEVE

El grupo de las cinco hace todos los componentes del sistema BENO. El CEVE forma parte del Banco de Materiales, un proyecto radicado en AVE y conformado además por una cátedra de la Universidad Católica de Córdoba, “Septimus” -una empresa privada- y Cáritas como adherente: “La primera parte del proyecto contemplaba capacitar a microemprendimientos que quisieran adoptar la tecnología y ahí surgió convocar a la OMAS para perfeccionarse con el manejo del sistema. Cáritas le compró al Banco una serie de 10 kits para dar soluciones habitacionales a gente de Villa El Libertador, Alta Gracia, Argüello y Calera. Son unos módulos que propusimos de dormitorio-baño o cocina-baño, baño solo o dormitorio solo. Las OMAS es la productora que proveerá los componentes de los cerramientos y la otra productora que tiene AVE, la de los premoldeados de hormigón para los techos”, detalla Floreano.


El grupo de las cinco, además, sabe hacer otras actividades dentro del servicio de la construcción: colocan pisos mosaicos y proveen la materia prima del vidrio reciclado. La proyección es que se afiancen como un equipo de trabajo permanente y hacia allá van las cinco, con un horizonte de permanencia, crecimiento e independencia económica, siempre en red.


Asociación Civil “Las OMAS”: Alida Weht (presidenta), Elizabeth Bazán, Rosa Trejo, Paula Alí, Gabriela Mansilla, Jaqueline Medina y Gabriela Ruiz.
AVE-CEVE: Alberto Floreano, Federico Strzelecki, Aron Sosa, Luis González, Livio Carigñano, Vanina Greppi, Natalia Fernández, Lucio Sacrdino y Daniela López.
Ingeniería Sin Fronteras: Ing. Esteban De Olmos – Ing. Sofía Sánchez.

*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: CEVE.

Palabras claves: cooperativismo, trabajadoras, vivienda

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