Tengo un quiste en el ovario… ¿qué hago?

Tengo un quiste en el ovario… ¿qué hago?
22 septiembre, 2022 por Redacción La tinta

Al sistema que nos quiere fragmentades, le oponemos la rebeldía del (auto)conocimiento. Partimos desde nuestros propios cuerpos, territorios y memorias para hacer un camino de autoconciencia, abriendo márgenes de libertad para decidir. Hoy, vamos a hablar de quistes de ovarios: ¿qué son, cómo se tratan y previenen?

Por Redacción La tinta

¿Cuántas veces hemos escuchado que une amigue tiene quiste de ovario? Pero… ¿qué sería esto? Es una acumulación de líquido dentro o sobre un ovario. Las personas que tienen útero suelen tener dos ovarios, cada uno tiene el tamaño y la forma de una almendra, y está ubicado a un lado del útero. Los óvulos que se producen y maduran en los ovarios se liberan en ciclos mensuales durante los años fértiles.

Es muy común tener quistes ováricos en algún momento de la vida. La mayoría de estos no dan molestia (o muy poca) y no resultan perjudiciales. En el mayor de los casos, desaparece sin tratamiento en unos pocos meses. Sin embargo, un quiste ovárico grande puede provocar dolor de distintas intensidades en la parte inferior del abdomen o del lado del quiste, y sensación de pesadez y/o hinchazón.

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¿Cuándo consultar al sistema de salud?

Sería bueno buscar atención inmediata ante un dolor abdominal intenso o repentino, o si aparece un dolor acompañado de fiebre o vómitos. También si la piel está fría, húmeda y empieza a haber respiración rápida y debilidad generalizada.

¿Qué tipos de quiste hay?

La mayoría de los quistes de ovario se producen a raíz del ciclo menstrual y se los conoce como quistes funcionales. En los ovarios, normalmente, crecen estructuras similares a los quistes -llamadas folículos- todos los meses. Los folículos producen las hormonas estrógeno y progesterona, y liberan un óvulo durante la ovulación. Si un folículo continúa creciendo, se lo conoce como quiste funcional. Son generalmente inofensivos, rara vez provocan dolor y suelen desaparecer por sí solos en dos a tres ciclos menstruales. Puede ser un hallazgo en una ecografía, pero no es necesario ningún tratamiento específico.

Hay otros quistes que no están relacionados con el ciclo. Algunos de ellos son dermoides o teratoma, que suelen tener tejido como cabello, piel o dientes, porque se forman a partir de células embrionarias. La mayoría no son malignos. También están los cistoadenomas que se forman en la superficie de un ovario y pueden estar llenos de material acuoso o mucoso. Y los endometriomas que se forman por tejido del útero (endometrio) en el ovario, lo que conocemos como endometriosis. Parte del tejido se puede adherir al ovario y formar un bulto.

Si los quistes dermoides y los cistoadenomas se agrandan, pueden provocar que el ovario se desplace de su posición. Esto aumenta la posibilidad de que se produzca una torsión de ovario. El tamaño del quiste se puede valorar con un examen ginecológico y también con ecografía.

En algunas personas, los ovarios forman numerosos quistes pequeños que se conoce como ovario poliquístico

Es importante resaltar que los quistes malignos son inusuales y es más común que aparezcan luego de la menopausia. 

¿Qué complicaciones pueden traer los quistes?

Es muy raro que haya complicaciones en un quiste. Puede que se genere la torsión del ovario, que se manifiesta con un repentino dolor intenso en el abdomen, náuseas y vómitos. Otra complicación sería la rotura de uno, que puede provocar dolor intenso y sangrado interno. Cuanto más grande es el quiste, el riesgo de rotura es mayor. 

¿Cómo se tratan?

Aunque las pastillas anticonceptivas combinadas se utilizan para el tratamiento de los quistes ováricos funcionales, no parecen tener efectos beneficiosos. En general, lo adecuado es esperar durante dos o tres ciclos. En caso de que los quistes persistan, se suele proponer una cirugía. 

Existen otras formas de acompañar los síntomas. La acupuntura puede ser una técnica que contribuya a calmar las molestias. Las infusiones medicinales con diente de león, cardo mariano y trébol rojo son las más efectivas para combatirlos. Se recomienda ingerir las infusiones de hierbas al menos durante seis semanas. Estas hierbas son efectivas, a su vez, para tratar desórdenes hormonales. El yoga y la aromaterapia son aliados para sanar quistes ováricos, ya que ayudan con el dolor y mejoran el equilibrio hormonal. Los masajes en el abdomen con aceites esenciales de jazmín, almendras o geranio, y el uso de bolsas de agua caliente alivian los síntomas.

Para prevenir la aparición de los quistes, se puede ingerir hinojo, salvia y ginseng. A su vez, las Flores de Bach pueden ser de utilidad. Se recomienda, además, consumir fibras para prevenir una posible constipación y dolor abdominal.

Resulta importante contar con información para comprender lo que nos sucede y cómo podemos acompañar algunas molestias que tenemos sin la necesidad de medicalizar nuestras vidas. Es fundamental compartirnos saberes para sobrellevar algunos malestares e, incluso, para aliviar ciertos miedos. 

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: A/D.

Palabras claves: salud, Salud sexual y no reproductiva

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