Ely Burba y sus muñecas, conservar para resistir
Hasta el 16 de septiembre, más de 300 muñecas son expuestas en la Sala Farina de la UPC, en una muestra que desde julio -además- viene sumando actividades relacionadas a la educación musical, la conservación y la restauración, y conciertos abiertos al público. En un recorrido imperdible, Elizabeth Burba reúne y comparte sus muñecas para abrir diálogos en torno a las infancias, pero, sobre todo, disfrutar y «contagiar el interés por guardar y cuidar objetos valiosos que, en muchos casos, se constituyen en un elemento identitario de una familia y de una época».
Por Soledad Sgarella para La tinta
“No me identifico como coleccionista ni como artista ni como expositora, sino como docente; por eso, hoy suspendí la actividad prevista en Sala Farina”, aclaraba Elizabeth Burba en sus redes la semana pasada, el día del paro docente en nuestra ciudad.
Elizabeth, “Ely”, es una reconocida -y muy querida, según muchísimas voces cordobesas- educadora musical y psicopedagoga de nuestra provincia, con más de 40 años de trayectoria en el sistema educativo. “Ya jubilada, continúo mi tarea docente en distintos espacios y uno de ellos son las muestras de muñecas”, aclara; y aquí arranca nuestra nota sobre la muestra Las muñecas de Ely: para pensar las infancias, en la sala de exposiciones Ernesto Farina de la Universidad Provincial de Córdoba.
La “reunión de muñecas”, como ella le dice, nació en su Cruz del Eje natal, a partir del descubrimiento de una muñeca que su mamá guardó y que, con el aporte de muches, ya es una reunión de más de 600 piezas. En una de las paredes de la sala, parte del texto curatorial aclara uno de los ejes de sentido de la exposición: contagiar el interés por guardar y cuidar objetos valiosos que, en muchos casos, se constituyen en un elemento identitario de una familia y de una época. “Cuando el mercado propicia el descartar pronto todo para adquirir algo nuevo, el conservarlo se convierte casi en un acto revolucionario, un acto de resistencia”, escriben para la muestra.
En esta entrevista, conocemos más del proceso de trabajo, de la muestra y de las intenciones de la docente y el equipo de trabajo para la muestra y el libro “Entre Muñecas”, en proceso de edición.
—¿Cómo surge la idea de esta muestra?
—El camino de esta reunión de muñecas se remonta a mi infancia, mi madre guardó -sin que yo supiera- muchas de mis muñecas de niña. Allá, por los 90, ́inicié trabajos en distintos ámbitos con canciones de cuna y las muñecas estaban ahí, esperándome en un rincón de mi casa familiar. También estaba la muñeca de mi madre, de mi hermana mayor, de mis tías y empezaron todas a ser acunadas tanto por niños como adolescentes y adultos. También me acompañan para trabajar otro repertorio y así es como, en cada viaje de familiares, de amigos, de alumnos, llega una muñeca de algún lugar del mundo y se suma a esta difusión del repertorio que nos permite trabajar fundamentalmente la identidad cultural.
La muestra actual tiene su antecedente en la que se realizó hace cinco años, donde compartí el espacio con dos grandes artistas, Marcelo Nusenovich y Marcelo Tula. Es una línea de trabajo de la Sala Ernesto Farina el ofrecer, durante los meses de julio, agosto y septiembre, exposiciones de especial interés para los niños, aunque no son muestras exclusivas para el público infantil. En esta oportunidad, solo se exponen mis muñecas, en una muestra con entrada libre y gratuita.
—¿Sos coleccionista? ¿Cuál fue el camino para llegar a la colección?
—El nombre de la muestra y las actividades paralelas que se realizan dan cuenta que no soy una coleccionista, las muñecas son mi compañía -no me gusta decir recurso- para mi labor docente, donde día a día profundizo mis propuestas para reflexionar sobre las concepciones de infancias que están detrás de todo trabajo con los más pequeños. Porque en esto reside, aunque suene muy utópico, la posibilidad de una sociedad diferente de la que estamos viviendo.
Me defino como una «juntadora»… Reúno muñecas con una línea de trabajo, no encontrarán muñecas Barbie, por ejemplo, aunque es una muñeca icónica; todas las que hay -aun una que tiene más de 90 años- han estado en manos de niños. Reunirlas y participar, o generar estas muestras, solo tiene por objetivo compartir y tenerlas como excusas para pensar todas las problemáticas por las que hoy atraviesan las infancias.
En la muestra, encontrarán fragmentos de un libro (aún en etapa de edición) que se llama «Entre Muñecas” y que reflexiona sobre infancias, juegos, diversidad, identidades y canciones en el aula. Es un trabajo compartido con el profesor Horacio Corsetti y con colaboradores de distintas disciplinas que permiten abordar temáticas específicas. El libro surgió a partir de fotos que él tomó de mis muñecas y fuimos trabajando juntos en la idea de proyectos más pequeños hasta que llegó la idea de escribir un libro.
—¿Cuál es el espíritu de la muestra? ¿Cuáles son sus ejes de sentido?
—Esta muestra, que cuenta con la curaduría de Verónica Molas, se organiza en base a tres ejes: el espacio, el tiempo y los materiales. Encontrarán muñecas en un espacio de tiempo de más de 90 años, de más de 30 países y de materiales diversos para que los asistentes perciban que pueden ser hacedores de muñecas con materiales que tienen a su alcance y no son costosos. También encontrarán un espacio donde se muestran los procesos de arreglos de muñecas que me llegan y no están en buenas condiciones.
—¿Por qué “conservar para resistir”?
—La curadora ha puesto especial atención en estos muros y se ha realizado una mesa redonda donde participaron quienes han trabajado arreglando, vistiendo a las muñecas y contando su experiencia. Buscamos la palabra de especialistas que han conceptualizado lo que es conservación, restauración, reciclado, etc. Ha sido Horacio Corsetti, en el proceso de gestación del libro, quien trabajó sobre el concepto: en tiempos donde el mercado obliga a descartar todo para generar nuevas compras, conservar se convierte en un hecho revolucionario.
La muestra es visitada por personas de todas las edades y, a la fecha, han asistido más de 4.000. Y muchas de ellas, que solo iban como compañía de hijos o nietos, pudieron encontrarse con una parte de su infancia al ver muñecas con las que habían jugado de niñas o no habían jugado, pero las tenían, porque era muy común no darles esas muñecas porque «se rompían».
También hay una muñeca de las que entregaba Eva Perón y he visto a personas no solo recordar esos momentos (de recibir una muñeca, cuando no era común tenerlas), sino llorar frente a la misma -por haber sido guardada, arreglada y compartida-; permite desandar recuerdos y, en mi trabajo con futuros docentes, contar una parte de la historia que a veces desconocen o hablar de “políticas de infancia” en distintas épocas (esto más allá de cualquier mirada partidista).
—Por último, sabemos que, además, han hecho algunos ensayos abiertos. ¿Nos contás más de eso?
—La muestra ha tenido diversas actividades tendientes a reflexionar sobre Educación Musical e Infancias, ha sido el lugar donde los colaboradores del libro han podido conocerse personalmente -porque, surgido en la pandemia, solo se pudo trabajar virtualmente-. También hubo una conferencia a cargo de Daniela Pellegrinelli, una figura referencial de los juguetes argentinos y de la muñeca Marilú en particular. Se han realizado ensayos abiertos o pequeñas actuaciones de los niños del Conservatorio «F. T. Garzón» y los alumnos del profesorado de Música han trabajado las obras corales del músico venezolano Andrés Barrios. La Trova Coral (un nuevo coro que ha surgido en Córdoba), con la dirección de Alejandro Pittis, ha compartido un ensayo abierto mostrando canciones de Silvio Rodríguez con arreglos de músicos cordobeses. Este repertorio fue parte de la actividad por ser Cuba donde surge el Movimiento de la Canción Infantil Latinoamericana y del Caribe.
En adelante, han seguido y seguirán visitas de la Escuela Alegría Ahora, de Collegium, de la Facultad de Educación y Salud, de talleres de adultos mayores y otras para finalizar con un espacio para canciones de cuna, ya que ellas son el origen de todo lo demás. Esta ronda de canciones de cuna se llevará a cabo el viernes 16 de septiembre a las 17 horas con entrada libre y gratuita.
Cuando esta muestra concluya, las muñecas volverán a la ciudad de Cruz del Eje, donde en mi casa familiar, aquella donde transcurrió mi infancia y que ahora llamamos «Una casa con muñecas», estarán expuestas para compartir canciones y juegos con los niños, como hemos hecho desde hace cinco años. También han llegado ofrecimientos de muestras en distintas ciudades de Córdoba y otras provincias, y, en la medida de lo posible, se concretarán, ya que las experiencias de hacer muestras pequeñas en centros vecinales, escuelas de Córdoba y de Villa del Rosario han sido espacios muy movilizantes y generadores de proyectos educativos de gran valor para quienes estamos comprometidos con la educación.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Comunicación UPC.