Papel, PlastiMonte, papel… ¡y cómo pega papel con papel!

Papel, PlastiMonte, papel… ¡y cómo pega papel con papel!
22 agosto, 2022 por Soledad Sgarella

En el paraje San Isidro, un grupo de nueve niñxs y sus docentes de la escuela rural fabrican su propia plasticola a base de brea, uno de los árboles nativos de nuestro monte. Con Traslasierra de escenario, los saberes comunitarios y ancestrales toman la forma de uno de los útiles escolares más necesarios y populares, pero, esta vez, local y sustentable. 

Por Soledad Sgarella para La tinta

Matías Fioretti es el director y maestro (“personal único” se le llama) de la Escuela Rural Primaria «Yapeyú» en el paraje San Isidro, a 6 km de la localidad de Luyaba, por camino de tierra, y a 35 km de Villa Dolores, en el departamento San Javier, Traslasierra, Córdoba.

Este año, la escuela tiene una matrícula de nueve estudiantes (desde Nivel Inicial a Primario -1° y 2° ciclo-) y las clases se desarrollan en plurigrado, es decir, compartiendo el mismo tiempo y espacio áulico, con contenidos y complejidades adecuadas a cada niñx. “Contamos con Silvia -personal de PAICor-; Romina, una mamá vecina que se organiza en la limpieza y orden del edificio; el profe Marcos de Música; la profe Rochi de Educación Física (con 2 horas semanales por profe) y las familias de lxs peques que se suman a todas las actividades propuestas, y, a la vez, conforman la cooperadora escolar”, explica Matías.

Para comprender un poco el contexto, el dire/maestro cuenta, en diálogo con La tinta, que las familias que viven más lejos recorren entre 2 y 7 km para llegar a la escuela. “Algunos viven más cerquita. Las personas adultas crían animales (vacas, gallinas, chivos), recolectan hierbas medicinales, durante el invierno venden leña, algunxs trabajan en las estancias vecinas en la construcción. La electricidad y el agua en los hogares más cercanos a la escuela es muy reciente, y los demás carecen de ambos servicios”.


Desde hace 3 años, en la Escuela Yapeyú, se usa la goma brea en diversas formas: como pegamento, para pintar o para moldear figuras, porque -como me cuentan-, una vez en contacto con el aire, se seca y toma la forma del molde utilizado. En marzo, en el Día Internacional del Agua, participaron de un evento en la plaza de Luyaba, con un stand donde presentaron al público la PlastiMonte, un adhesivo natural de goma brea, “ideal para uso escolar, el cual permite pegar adecuadamente papeles, cartulinas, cartones, etc., sustituyendo a la clásica plasticola o voligoma”.


Cuando les pregunto cómo llegan a producir este pegamento o de dónde vienen estos saberes, Matías empieza contando lo más importante: “Tenemos el privilegio de vivir en un lugar rodeado de naturaleza, monte y animales nativos: algarrobos, chañares, talas, piquillines, quebrachos blancos, breas, sachacabras, cuises, zorros y también muchas serpientes que comparten el espacio con campos de cultivos y crianza de animales de pequeñas superficies desmontadas”. Y continúa explicando que, simultáneamente a su trabajo docente diario, desde hace más de 20 años, emprende con su familia el proyecto productivo Viva el Monte en el que recolectan, seleccionan, secan, acopian y elaboran alimentos con frutos del monte nativo (harinas y torrados de algarroba y mistol, arropes de piquillín, tuna, chañar, etc.), y que viene compartiendo y transmitiendo con lxs alumnxs toda esa pasión y revaloración por lo que el monte brinda. 


“De ahí que, hace muchos años, conocimos en el norte de Córdoba -en la zona de las Salinas Grandes- a muchas familias recolectoras de algarroba y de la goma brea. Hablando con ellxs, nos convidaron toda la sabiduría en la recolección adecuada para extraer la goma brea y sus usos tradicionales, principalmente como golosina del monte. Cuando está exudando, tiene cierto sabor dulce y se utiliza como medicina para tratar los catarros y tos (la toman en infusión con miel y limón), se usa como pegamento casero y también para impermeabilizar los cueros. Agrego una linda anécdota: una señora contó hace poco que, cuando chica, su mamá juntaba la goma brea y se la vendía al señor de la estación de trenes para pegar las estampillas del correo”, relata Fioretti.


De esa circulación de saberes, nace PlastiMonte. Matías dice que uno de los primeros trabajos donde la usaron fue con las mamás, para pegar los trajes de cartulina de los soldados granaderos y de los españoles en un acto en homenaje al general San Martín, y “de esa forma, se ahorró un montón en plasticola… y aunque estaba la opción de hacer engrudo, probamos y con la brea vimos que pegó muy bien”.

Dentro del predio escolar, tienen varios arbolitos de brea (o chañar brea, o palo verde, según la región) y lxs niñxs realizan la experiencia del exudado de la goma, mediante el corte de la corteza en una sola cara del tronco o ramas principales: “Cada 20 a 25 cm, se tajea con machete o serrucho, y a los 10 o 15 días, ya se puede recolectar la goma (a la que llamamos ‘lágrima’ o ‘lloro’ por la forma en que sale del tronco). Luego, se termina de secar para guardarla hasta su uso. Como es soluble en agua, tenemos que tener la precaución que, ante una lluvia, se recolecte lo que se pueda, ya que se desprende fácilmente cuando llueve y se va al suelo. Respetando las distancia entre cortes y el reposo del árbol mientras cicatriza el corte, durante más de 10 a 15 años se puede recolectar del mismo árbol. El proceso continúa diluyendo en agua caliente lo recolectado para luego filtrar, separando pedazos de corteza o elementos extraños. Para disolverla, vamos calculando el peso de goma brea con la cantidad de agua, así no queda ni demasiado líquida ni tan espesa, ideal para su envasado y aplicación (buscamos una consistencia justa)”. Es por esto que PlastiMonte es presentada como un sustituyente natural de la plasticola industrial y como una alternativa productiva de triple impacto. 

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(Imagen: Escuela Rural Primaria Yapeyú)

¿Y esto qué significa? “Hablamos de lo ambiental-sustentable, de lo social y de lo económico. Por un lado, creemos que esta práctica sustentable favorece a la revalorización y mantención en pie del monte nativo (la goma brea es un producto forestal no maderero), lo que contribuye a un ambiente sano. Por otro lado, en relación a lo social, el proyecto involucra a las familias campesinas a trabajar colectivamente en sus territorios, cuidando la naturaleza. Y por último, podemos generar ingresos económicos locales y genuinos. Este noble arbolito es un regenerador del suelo, es pionero (colonizador) ante un disturbio ambiental ocasionado por sobrepastoreo, incendio, desmonte. Para agregar, tenemos la intención de trabajar en el vivero escolar reproduciendo esta especie y otros árboles nativos, para sumar a la gran superficie afectada (3.000 hectáreas) por un gran incendio del 2020. Se perdió gran variedad y cantidad de árboles, plantas y animales nativos, además de pérdida de ganado, alambrados y algunas casas afectadas”, desarrolla Fioretti.


Además del adhesivo para papeles, cartulinas, cartones y maderas livianas -como la de los palitos de helados-, el equipazo de la Yapeyú elabora témperas caseras a base de almidón de maíz o tiza en polvo, sal, vinagre, pigmentos o “colores» (ferrites, arcillas de colores o colorantes alimenticios), y, por supuesto, la goma brea, que le da adherencia a la superficie pintada, brillo y textura.


Para poder comercializar los primeros frascos de adhesivo, lxs alumnxs usaron unos envases reciclados de las tintas de la impresora y cuentan, orgullosxs, que se vendieron casi todos y que algunos los regalaron para que prueben el producto. A partir de ahí, y con la ayuda de algunas madrinas y padrinos de la escuela, pudieron comprar envases plásticos de 100 ml e imprimir etiquetas en una gráfica.

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(Imagen: Escuela Rural Primaria Yapeyú

“Todo el proceso vivenciado por lxs chicxs, y luego por la familias, enriquece el aprendizaje porque se desarrollan contenidos de todas las áreas curriculares: medimos, pesamos (Matemáticas), estudiamos las partes del árbol (Ciencias Naturales), sus usos y costumbres (Ciencias Sociales), el proceso productivo (Tecnología) y, por supuesto, el lenguaje oral, la producción de textos, etiquetas, folletos, etc. (Lengua). Estamos muy felices con todo este trabajo colaborativo y las salidas para compartir la experiencia que pudimos hacer: la Feria de Luyaba, el taller de arte de la Biblioteca Popular de Travesía, la presentación en la Escuela Superior Normal Dalmacio Vélez Sarsfield de Villa Dolores ante lxs estudiantes y profesorxs del magisterio, participación con un stand en Chancani en el Encuentro de Productorxs del Monte Nativo o las entrevistas en la Radio Comunitaria de las Chacras Sur”, concluyeron desde la escuela.

*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Escuela Rural Primaria Yapeyú.

Palabras claves: escuela rural, Monte Nativo, yapey

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