“El brazalete”: la Ciudad Sagrada de los Quilmes y las resistencias calchaquíes

“El brazalete”: la Ciudad Sagrada de los Quilmes y las resistencias calchaquíes
12 agosto, 2022 por Soledad Sgarella

Esta tarde en el Museo de Antropologías de la UNC, la Doctora en Ordenación del Territorio, el Medio Ambiente y el Urbanismo, Beatriz Giobellina, presenta su primera novela histórica. Con una mesa de lujo -como dice ella-, la autora tucumana estará acompañada del antropólogo José María Bompadre, el historiador Pablo Reyna y la escritora Ivana Alochis, para hablar sobre el libro que aborda la vida cotidiana de la antigua ciudad de los Quilmes y sus habitantes. 

Por Soledad Sgarella para La tinta

“Esta novela surge a raíz de descubrir, cuando yo tenía ya como 20 años y estaba en la facultad, que existía esta historia a ciento y pico de kilómetros de mi casa en Tucumán”, cuenta la autora en diálogo con La tinta, arrastrando la erre.

Beatriz Giobellina es tucumana. Doctora en Ordenación del Territorio, el Medio Ambiente y el Urbanismo por la Universidad Politécnica de Valencia, ha sido docente e investigadora de las Facultades de Arquitectura de las Universidades Nacionales de Tucumán y Córdoba durante más de treinta años. Habiendo vivido más de una década en Europa, regresó en el 2012 gracias al Programa de Repatriación de Científicos del Estado Nacional y, en la actualidad, es investigadora del INTA y trabaja temas nacionales de ambiente y sociedad, en particular, orientados a los periurbanos y ciudades sustentables frente a los escenarios críticos que se avecinan. 


El brazalete es su primera novela histórica y está basada en datos científicos e históricos de la cultura Calchaquí-Diaguita, yendo y viniendo entre el pasado y el presente, ambientada en el mundo prehispánico del Valle Calchaquí que recorre las actuales provincias de Catamarca, Tucumán y Salta. 


La trama se basa en la vida de Colana (una niña que vive en el cerro Ampitahao), entrelazándose con las andanzas de una periodista tucumana del siglo XX, quien, habiendo decidido “reinventarse”, elige España para lograrlo y es desde allí que, entre secretos de familia y amores prohibidos, reconstruye verdades ocultas. “La historia de los Quilmes, de su extrañamiento, de las resistencias Calchaquíes, no estaba ni dentro de la historia que estudiábamos ni dentro de la memoria colectiva. Te estoy hablando de los años 80, cuando el tema de los pueblos originarios, el sometimiento y los genocidios todavía era muy chiquito en cuanto a reivindicación, incluso antes de los 500 años de la conquista, que de algún modo puso más en vigencia el tema de los pueblos originarios”, dice Beatriz.


“La historia de los Quilmes es dramática, porque resistieron 128 años junto con los otros pueblos calchaquíes del Valle Calchaquí, a la llegada de los españoles. Finalmente, terminaron sitiándolos en lo que hasta hace poco se llamaba las Ruinas de Quilmes y ahora se llama la Ciudad Sagrada de los Quilmes. Los sitian, los matan de hambre y finalmente se rinden, y al rendirse, los llevan encadenados, apresados, lo más lejos posible de su territorio porque sabían que, si los dejaban cerca, se volvían a armar y volvían a resistir. Entonces los llevan a 1.200 kilómetros a lo que hoy es la provincia de Buenos Aires, el Municipio de Quilmes”, nos recuerda la escritora.


Como explica la investigadora, esa historia, esa épica de esos pueblos y su cosmovisión, no está lo suficientemente difundida: “Está en conocimientos científicos, arqueológicos, antropológicos o históricos, muy cerrados en ciertos ámbitos, y la mayoría de la gente no conoce la historia. Eso lo sé porque me pasó a mí: recién a los 20 años me enteré de lo que había pasado y lo que seguía pasando, porque a esa fui, conocí y me contacté con gente del lugar, y empecé a mirar con otros ojos, y a entender, aquella historia”.

Giobellina cree que esto tiene que ver con que esos hilos históricos de memoria, de resistencias, han seguido hasta la actualidad y todavía están en la base de muchos de los procesos, personas y situaciones: “Tenemos, por ejemplo, la conformación las llamadas ‘villas de emergencia’, sitios así marginados de la población -que es originariamente campesina indígena- y que, desde los años 50-60, empieza a rodear las ciudades. Yo era urbanista, estudiaba arquitectura y, desde ver esas manchas de pobreza y de entrar a preguntarme de dónde venía esa desigualdad materializada en los territorios, es de donde empiezo a tirar el hilo, el hilo de la historia. El origen, más claro, más simbólico, es el sometimiento de estos pueblos, que estaban muy desarrollados en el momento de la llegada de los españoles, que tenían infraestructuras, tenían desarrollo agrario, tenían desarrollo urbano, construcciones y demás. Lo que una ve en los paisajes son ruinas, pero detrás de esas ruinas hay identidades, y hay cada vez más gente que está tratando de comprender esa historia”. 

Beatriz-Giobellina-brazalete

La novela busca ser “una defensa de la memoria de esta parte de la historia invisibilizada” y en ella está representada la cosmovisión y el cotidiano de los pueblos originarios: sus trabajos, costumbres, creencias, arte e ingenio. Respecto de la presentación, la autora concluye entusiasmada: “Hemos podido armar una mesa fantástica, donde estará José María Bompadre, antropólogo de la FFyH y FCC/UNC, y del Instituto de Culturas Aborígenes; Pablo Reyna, historiador e integrante de la Comunidad Timoteo Reyna, del pueblo Camiare. Ivana Alochis, licenciada en Lengua y Literatura Castellanas, y doctora en Estudios de Género. Así que es una mesa de lujo… Yo, la verdad, es que me quiero sentar a escucharlos a ellos. Desde el Museo de Antropologías, me abren las puertas porque, como yo, buscamos que la presentación de la novela sea un hecho cultural, en el sentido de que aporte al debate de la memoria y de los pueblos originarios, así que es hermoso lo que me está pasando con el evento”.

*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: A/D.

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