Morbius y la incapacidad de los ejecutivos de Sony para entender el sarcasmo

Morbius y la incapacidad de los ejecutivos de Sony para entender el sarcasmo
15 julio, 2022 por Redacción La tinta

Morbius es una película estadounidense de superhéroes basada en el personaje de Marvel del mismo nombre. En esta nota, el autor hace foco en la situación «realmente bizarra del estreno -y el reestreno-«. Lo que pasó aquí es especial: fans obstinades en amar a Morbius, pero no en ir a verla al cine.

Por Sailor Mate para La tinta

Morbius es el último intento de Sony Pictures de arrancar su universo cinematográfico de Spiderman. La película trata del Dr. Michael Morbius, un médico brillante, quien termina convertido en vampiro luego de un experimento fallido. Una trama bastante estándar en lo que respecta a historias de superhéroes -o villanos convertidos en antihéroes en este caso-.

La idea de Sony, al parecer, es hacer películas individuales sobre los villanos del mundo de este cómic, para eventualmente sacar la película de los seis siniestros, el icónico grupo al que se enfrenta Spiderman. Y el lector probablemente se preguntará: ¿pero acaso Spiderman no está en el universo cinematográfico de Marvel? Técnicamente sí, pero el héroe arácnido es propiedad de Sony, aunque se lo “presta” a Disney. No sé, es un asunto raro en el que todes salen ganando, menos Sony. 

Sin embargo, mi objetivo en esta nota no es enfocarme en los contratos explotadores de Disney, sino en la situación realmente bizarra del estreno -y el reestreno- de Morbius. Las películas que fracasan en taquilla y crítica no duran mucho en el consciente social. Algunas son eventualmente reevaluadas y se convierten en películas de culto; otras quedan inmortalizadas en las listas de peores películas, condenadas a reaparecer solo para ser criticadas. Pero lo que pasó con Morbius es especial.

Para que se den una idea: en Rotten Tomatoes, una de las páginas de crítica más consultada, el film tiene un puntaje de críticos del 16%, pero un puntaje de la audiencia de un 71%. O sea que, según los espectadores, ¡Morbius es mejor que Titanic! Ese es el nivel de demencia de toda esta situación: les fans están obstinades en amar a Morbius, pero no en ir a verla al cine.  

Breve tangente para bardear a Morbius

Esta película es, simplemente, mala. Malísima. Es tan mala que tenía a toda la gente hablando al respecto y me tiene a mí escribiendo al respecto. Por lo tanto, me pareció apropiado verla antes de escribir esta nota.

A rasgos generales, es inmirable. No les puedo explicar el esfuerzo que fue verla. La paraba cada 5 minutos. Cualquier excusa era buena para despegar mis ojos de esta monstruosidad de película. La edición salta en el tiempo y el espacio como una publicidad de Old Spice. Los personajes están a cada rato explicando la trama al espectador y su lógica no tiene sentido.

Por ejemplo, Morbius se pasa media película compungido y lleno de culpa porque cree que mató a una enfermera inocente. Miguel, cuando te convertiste en vampiro, asesinaste brutalmente a ocho chabones, ¿de qué me estás hablando? En una escena, un tipo le pregunta al vampiro: ¿quién eres? Y él responde, de la nada, con toda seriedad y sin ningún tipo de explicación: “Soy Venom”. Tuve que retroceder para asegurarme de haber escuchado bien. Juro que, en este punto, no sé si estaba viendo una parodia. Los personajes piensan y actúan de acuerdo a lo que necesite la trama. Todo esto, sumado a los efectos especiales mediocres, la falsa publicidad de los trailers y la actual infamia de su protagonista, Jared Leto, contribuyeron con su “memeficación”. 

Luego de su estreno, el 1° de abril, la furia de les fans era de esperarse, pero no lo que pasó después. Morbius se volvió tendencia por mala. Les que sí la vieron no se conformaron con criticarla: muches comenzaron a alabarla irónicamente, diciendo que era la mejor película de todos los tiempos, que hasta Scorsese reconoció que las películas de superhéroes sí son “cine de verdad” después de verla.

Lo gracioso es que la taquilla no miente: nadie la vio. Es decir, muches compartían memes de una película que no habían visto, solo porque era divertido burlarse de esta, e inventaban diálogos que supuestamente se dicen en la cinta. Así es como la frase “It’s morbin time”, referencia a “It’s morphin time” de los Power Rangers, también se viralizó. Los memes hicieron lo suyo, mutar y multiplicarse, y Morbius se convirtió en el hazmerreír del Internet durante los últimos meses. Hasta Jared Leto se prendió en la joda, subiendo a Instagram una foto de él leyendo el guion de “Morbius 2: It’s morbin time”.

Si el lector está al pedo y se quiere reír, le recomiendo que busque en Twitter los hashtags #itsmorbintime o tan solo #morbius. Hay para rato. 

El 3 de junio, Sony reestrenó la película en más de 1.000 cines de Estados Unidos. El razonamiento detrás de la mente brillante que tomó esta decisión es un misterio, pero sí queda claro que no entiende lo que es el sarcasmo o la ironía. Para sorpresa de nadie, Morbius volvió a fracasar, recaudando tan solo $280.000 durante el primer fin de semana. Y con esto, los memes volvieron al ataque. La última de esta saga demente fue una petición con 16.000 firmas para reestrenar la película una tercera vez con la excusa: “Es que ese fin de semana estuvimos ocupados”. 

Si Morbius es un antihéroe, su fracaso en taquilla es un antifracaso. Este no es el caso de la película que es tan mala, que es divertida. Créanme, no lo es. Es más bien una crónica de una muerte anunciada. Todes sabíamos que iba a ser mala, lo esperábamos. Yo no tenía la más mínima intención de verla, solo lo hice para poder escribir esto (de nada). En mi opinión, el problema es que la película se toma demasiado en serio su premisa y su historia a un punto tal que nadie más lo hace, pero le sigue la corriente: sí, Morbius, ¿sabés qué? Sos la mejor película y, aun así, no te voy a ver.

*Por Sailor Mate para La tinta / Imagen de portada: película Morbius.

Palabras claves: película

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