Vasectomía: método seguro, sencillo y desafiante

Vasectomía: método seguro, sencillo y desafiante
23 junio, 2022 por Redacción La tinta

En un sistema que busca fragmentarnos, el autoconocimiento es rebeldía. Descolonizar y despatriarcalizar nuestra mirada implica ubicarnos desde los propios cuerpos y memorias, haciendo un camino de autoconciencia que abre márgenes de libertad para decidir. Hoy, profundizaremos sobre la vasectomía, un método anticonceptivo de larga duración y definitivo para quien produce espermatozoides.

Por Redacción La tinta

“Googleá vasectomía” fue un lema nacido del hartazgo de las personas gestantes en plena ola feminista. Es que, históricamente, la anticoncepción fue gestionada por nosotres: pastillas, DIU de cobre, DIU hormonal, implante, inyecciones, ligadura… ¡Stop!

En Argentina, la discusión del aborto en el escenario público, desde 2018, habilitó múltiples debates sobre anticoncepción y salud (no) reproductiva, sobre la des-responsabilidad de los varones en torno al tema, sobre la subordinación de los cuerpos feminizados en relación a los cuidados. Se empezó a difundir folletería e información para promover y derribar mitos sobre la vasectomía, y la práctica creció considerablemente. Según el Ministerio de Salud de Nación, en 2015, se realizaron 56 vasectomías en todo el país y, en 2019, las intervenciones aumentaron a 683.

José tiene 38 años, dos hijes y una pareja estable. Nos cuenta que se la practicó hace más de dos años. Su compañera hacía seis años que se había colocado un DIU: «Siempre era ella quien cargaba la responsabilidad de la anticoncepción. Era momento de que yo asuma eso y como no quiero tener más hijos…”.

Según los últimos datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación, las ligaduras tubarias (conocidas como ligaduras de trompas) se realizan con mucha mayor frecuencia que las vasectomías, pese a que ambas están reguladas hace más de una década. Por cada hombre que se realiza una contracepción quirúrgica, hay 26 mujeres o personas gestantes que se someten a esta práctica. Las políticas sanitarias no suelen interpelar a los varones, menos aún promoviendo prácticas sanitarias desde una perspectiva relacional, que apunten a reducir las desigualdades de poder. Es necesario, al menos, comenzar por una mayor difusión de este método de contracepción quirúrgica para quienes generan espermatozoides, batallando contra la idea de que la anticoncepción es solo tarea de los cuerpos gestantes.

¿Qué es la vasectomía?

Se trata de un método anticonceptivo quirúrgico permanente, seguro y sencillo, con una efectividad superior al 99%. “Durante la operación, estuve muy tranquilo, despierto, con anestesia local. Me operaron a las 13:42 y salí 14:20 caminando, sin ningún problema”, nos cuenta José. El procedimiento consiste en ligar los conductos deferentes para impedir el paso de los espermatozoides desde los testículos hacia el pene. Se realiza sin internación y no modifica el aspecto físico de los órganos sexuales.

Desde hace poco tiempo, en Argentina, se comenzaron a realizar vasectomías sin bisturí, con el objeto de hacerla más accesible y aceptable. Se utilizan pinzas especiales que permiten, a través de la piel, tomar el conducto deferente a nivel de las bolsas escrotales y ligarlos para evitar el paso de espermatozoides. El procedimiento dura 20 minutos, con una recuperación de una hora para retirarse de la institución y, en 48 horas, pueden realizarse actividades cotidianas.

Desde el 2006, según la Ley Nº 26.130, debería estar disponible tanto la ligadura tubaria como la vasectomía en el sistema público, en obras sociales y prepagas, de manera gratuita y con cobertura total, ya que forma parte del Programa Médico Obligatorio. En caso de no poder dar respuesta a la demanda, los servicios de salud deben garantizar la derivación oportuna a un efector donde sea posible realizar la práctica. A partir de los 16 años, quien produce espermatozoides y no quiere tener (más) hijes puede solicitar la vasectomía, sin la necesidad de que otra persona dé consentimiento.

Una vez realizada la práctica, solo es efectiva para evitar un embarazo a partir de las 25 eyaculaciones, por lo que es fundamental realizar un estudio entre los tres a seis meses para corroborar la efectividad. En ese período, se recomienda utilizar otro método anticonceptivo. Ojo: no previene infecciones de transmisión sexual, por lo que el uso del preservativo sigue siendo fundamental. Se habla de que la vasectomía es irreversible, ya que solo podría revertirse a través de una cirugía difícil y costosa que no está disponible en el sistema público de salud.

El aspecto y volumen del semen no se transforma por esta intervención. Los espermatozoides, fabricados en el testículo, habitualmente se almacenan en el epidídimo y, en el momento de la eyaculación, viajan por el conducto deferente hasta la uretra. Luego, son expulsados junto con las secreciones de otras glándulas, como la próstata y las vesículas seminales. Los espermatozoides representan menos del 5% del volumen eyaculado, con lo cual, si no hay espermatozoides, el plasma seminal no se modifica.

Siete días después de la cirugía, se suele realizar la primera cita de seguimiento con el médico para revisar que no existan complicaciones o para atenderlas oportunamente.

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“Pos operación, tenía dolor, que era normal -expresa José-, pero cuando hablé con algunos varones, me tiraban la pálida. Uno me dijo que un conocido se la había practicado y que le quedó un dolor crónico, otro que no tenía erecciones y un montón de cosas, entonces opté por no contarle a nadie más que me había operado. Hasta que fui al médico y me dijo que era normal, y se me pasó el dolor y el miedo”. Lo cierto es que, más allá de los prejuicios, la vasectomía no suele tener efectos colaterales ni produce disfunción sexual ni afecta el deseo sexual o la forma en que se experimenta un orgasmo.

Para los cuidados posteriores, se aconseja, el primer día, colocar una bolsa con hielo cubriendo la región con una tela limpia, aplicándola durante 30 minutos, descansando media hora y repitiendo varias veces, permaneciendo en reposo. Al día siguiente, se recomienda retirar la gasa, bañarse, colocarse una gasa estéril y algo que ajuste la zona durante siete días. En este tiempo, además, es importante evitar esfuerzos físicos y relaciones sexuales.

“Quizás me la debí practicar antes y evitar situaciones feas para mi compañera -reflexiona José-, pero siempre es un buen momento para hacérsela, ya que, como hombres, estamos en condiciones de embarazar toda nuestra vida”.

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: A/D.

Palabras claves: derechos sexuales y no reproductivos, Vasectomía

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