Razones feministas para un Salario Básico Universal

Razones feministas para un Salario Básico Universal
15 marzo, 2022 por Redacción La tinta

El 8M nos encontró en la calle renovando las demandas históricas para las mujeres cis, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries. La crisis social y económica profundiza la desigualdad estructural en el ámbito laboral y en la realización de las tareas de cuidado. El Salario Básico Universal nació como una propuesta para dar respuestas concretas, también desde los feminismos.

Por Redacción La tinta

Si la situación de crisis social y económica, profundizada por la pandemia de COVID-19, reavivó el debate por la aplicación de un ingreso básico universal, el 8M lo llenó de razones feministas. Hoy existe un proyecto que espera su tratamiento en la Cámara de Diputados, para que sea ley la percepción de un Salario Básico Universal destinado a quienes tengan un ingreso menor al Salario Mínimo, Vital y Móvil. Es una medida que apunta a transformar el trabajo en derechos y que busca comenzar a revertir el profundo deterioro de la calidad de vida de millones de personas en todo el país.

“Para nosotras, la demanda por Salario Básico Universal es profundamente feminista porque implica, por una parte, el reconocimiento de las desigualdades de acceso al mercado formal de trabajo de las mujeres y de la población travesti-trans”, señaló, en conversación con La tinta, Coty San Pedro, referente del Frente Patria Grande en Córdoba. Explicó además que se trata de poner de relieve que, dentro del 10% más pobre de la sociedad, el 70% son mujeres. “Eso tiene como consecuencia que sea inaccesible una remuneración, cuando la gran mayoría de las tareas de cuidado las realizan mujeres hacia al interior del hogar y en sus comunidades”, subrayó.

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Las mujeres cis, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries son los grupos con mayor índice de desempleo. “En los barrios populares, solo el 31% de las mujeres percibe un ingreso por su trabajo -expresan desde el espacio político-. Las personas trans, travestis y no binaries tienen aún mayores dificultades para el acceso al trabajo”.

Los datos vertidos por el Observatorio de Género y Políticas Públicas (OGyPP), el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC), y la investigación La Revolución de las Mariposas ponen de manifiesto la gravedad de la situación. Además de tener los trabajos más precarizados, el 20% de las trabajadoras argentinas desarrollan tareas dentro del servicio doméstico, uno de los rubros con peores salarios y mayor inestabilidad. “Solo el 24% de las empleadas domésticas está registrada y entre el 50% y 80% de la población travesti-trans está por fuera del mercado laboral formal”, aseguran desde el Frente Patria Grande.


“Este salario tendría como beneficiarias a una inmensa cantidad de personas que hoy destinan unas 7 horas de su día trabajando para la comunidad, trabajo no reconocido ni valorado como tal, porque escapa a la lógica de acumulación del mercado”, explica la referente y enfatiza que el 76% de las tareas domésticas y de cuidado recae sobre las mujeres.


La iniciativa emergió desde los sectores populares, organizaciones sociales, políticas y sindicales a partir de la situación crítica que atravesaron en la pandemia unas 8 millones de personas que no trabajan en el marco del mercado formal ni de las organizaciones de la economía popular, y que fueron beneficiarias del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). “Nos pareció importante que el trabajo que realizan sea reconocido por el Estado. Una remuneración económica implica un mejoramiento de la calidad de vida de esas personas históricamente postergadas y excluidas del mercado de trabajo”, enfatizó San Pedro

Proponen que el Salario Básico Universal sea equivalente al tercio del Salario Mínimo, Vital y Móvil, aproximadamente $11.000. Esto permitiría garantizar la canasta básica alimentaria a personas sin empleo formal ni patrimonio, y sería compatible con la Asignación Universal por Hijo.

En diciembre pasado, una diversidad de espacios cordobeses que impulsan la medida lanzaron la Mesa por el Salario Social, buscando construir alianzas locales “que puedan fortalecer esta demanda desde una perspectiva federal y que incluya a los distintos territorios del país”, señala la referente. Desde ese espacio, criticaron la agenda del gobierno sobre la pobreza y el desempleo, entendiendo que, si bien son innegables, ocultan problemas estructurales como la desigualdad y la precariedad de derechos de trabajadores y trabajadoras.

Con el debate por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la propuesta “volvió a ponerse en agenda -explica Coty- que la deuda que el Estado tiene que saldar primeramente es con el pueblo y el Salario Básico Universal puede ser una primera gran medida para ello”. Si bien no fue tenido en consideración ni se incluyó en el posible acuerdo, desde el Frente Patria Grande esperan que sea tratada en la Cámara de Diputados logrando una victoria para todo el pueblo.

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: A/D.

Palabras claves: cordoba, feminismo, Salario Básico Universal

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