Kimelü: cosmética para conectar con los tiempos de la naturaleza

Kimelü: cosmética para conectar con los tiempos de la naturaleza
13 enero, 2022 por Soledad Sgarella

La cosmética natural viene creciendo como opción para quienes elegimos cuidarnos respetando también el medio ambiente y usando productos de origen natural y agroecológico, libres de sulfatos, siliconas y parabenos. En esta nota, Talía Robino nos habla de un proyecto que es más que su microemprendimiento: es el espacio donde el oficio se ejerce siempre con amor, conciencia y respeto.

Por Soledad Sgarella para La tinta

Caléndula, romero, lavanda, jarilla. Hibiscus. Eucalipto. Shampoo sólido, crema acondicionadora, crema facial, gel dental y ungüentos medicinales. Desde el mismísimo corazón de Alberdi, Kimelü es el proyecto donde Talía Robino elabora productos de cosmética natural con plantas medicinales, sin aditivos tóxicos ni testeo en animales.

Kimelü significa dar a conocer en mapudungun y, en ese sentido, con sus cosméticos, Robino abre las puertas de su jardín, de su curiosidad y de una percepción del mundo que vale la pena escuchar. Cada cosa, cada producto, va de la mano del respeto: por el medio ambiente, por los ciclos de la vida y por ella misma.

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(Imagen: Kimelü)

—¿Cómo empezaste, qué fue lo que te llevó a la cosmética natural?

—Llegar a Kimelü es resultado de una confluencia de varios motivos. Primero y principal, la curiosidad. En el contexto de pandemia, frenar todo eso que la ruleta rusa productiva genera abrió las curiosidades y el descubrir un mundo que siempre estuvo ahí, pero quizá -por los tiempos en el cotidiano- no habíamos tenido la oportunidad de conocerlo o el tiempo necesario de habitarlo. Porque los tiempos de la naturaleza son otros, ¿viste? Y esa habilitación de descubrir me llevó a ejercitar mucho el juego y la diversión. De golpe me sorprendí con que ese yuyito, que siempre estuvo ahí, en realidad se consume y tiene propiedades medicinales.

En estos dos últimos años, hemos hablado muchísimo de salud. Y la pandemia nos puso a pensar, a muches, en un deseo particular (más allá de lo que es la medicina occidental y los avances de la ciencia, los cuales no desconozco y, de hecho, cuando hay que acudir, acudo) de poder autogestionar la propia salud y el cuidado de nuestro cuerpo. Creo que estamos muy acostumbrados a llegar al problema, a encontrarnos con las limitaciones del cuerpo o con las enfermedades, pero no trabajar antes preventivamente. Eso también fue parte de la curiosidad y de descubrir: bueno, a ver, si empiezo a consumir esta planta… Registrar cómo me voy sintiendo, qué comunicación tengo con mi cuerpo, qué siento, qué percibo. Descubrí muchas cosas y me habilitó a relacionarme de otra forma con el entorno y en otras temporalidades. 


En una vida donde todo es y ha sido una vorágine, con esas velocidades a las que te lleva entrar -y estar- en el sistema productivo, pensar y relacionarse con los tiempos de la naturaleza es un ejercicio necesario y creo que está muy vinculado a la salud. Más allá de lo que consumimos o no, es la manera en que habitamos el mundo y yo creo que esa fue una de las razones fundamentales por las que nace Kimelü.


—¿Cuáles son los ingredientes con los que trabajás? Elegí tres y contanos algunas propiedades.

—A modo general, lo que utilizo son yuyitos… plantas, algún aceite para las cremas, alguna cera que me permita mezclar el agua y el aceite. Y para los shampoos, agrego también arcilla y un emulsionante que me posibilitan mezclar el agua y el aceite, y que también es lo que permite el efecto de la espuma de la limpieza que se necesita. 

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(Imagen: Kimelü)

El romero es el primero que elijo, que además está en el logo de Kimelü. Fue una de las plantas con la que más conecté el último tiempo, sobre todo apenas estaba naciendo el proyecto: yo tenía una macetita de romero pequeña que, de un momento a otro, estaba hermosa en casa y lo empecé a usar para las comidas… Después empecé a elaborar oleatos, que es una de las formas que más utilizo para extraer las propiedades medicinales.


Una oleato consiste en una maceración en aceite de la planta o flor de la que queremos extraer sus principios medicinales. Este proceso se puede hacer de varias formas. Yo elijo la maceración en frío, ya que si bien es un proceso más lento, es el que más conserva las propiedades de la planta.


El romero me encanta porque tiene propiedades energéticas, ayuda a la circulación sanguínea, es antiséptico, antiinflamatorio y cicatrizante, tonificante, antioxidante y muchísimo más.

Además, dicen que ayuda a la memoria y aviva los sentidos entonces. Yo tengo un collarcito con un ramito de romero para que me acompañe siempre, ¡así de ñoña soy! Hay un refrán popular que dice: “De las virtudes del romero se puede escribir un libro entero”.

Es una planta recontra re mil bondadosa, no solamente porque no lleva mucho mantenimiento -de hecho, no lleva tanto riesgo-, sino porque es como superpoderosa y puede pasar distintos entornos, más hostiles también.

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(Imagen: Kimelü)

El aceite de girasol de primera presión, en frío, agroecológico. Este aceite, a diferencia del que estamos acostumbrados a consumir, tiene un aroma a girasol y ya te das cuenta que lleva otro proceso. Se adapta a todo tipo de pieles porque ayuda a hidratar, es muy noble. Además uso otros, como el aceite de ricino, de almendras, de pepitas de uva, que también tienen sus propiedades medicinales.

La cera de abejas es otro de los ingredientes preferidos. Todo lo que elaboran estos insectos, desde la polinización hasta la miel, es medicina pura. La cera de abeja tiene muchísima vitamina A, es cicatrizante y humectante. Yo la utilizo porque es muy buen vehículo para las propiedades de las plantas, porque se mantiene mucho más tiempo en la piel. Entonces, por ejemplo, para hacer el ungüento de eucalipto y romero, utilizo estos tres ingredientes: el romero, el aceite de girasol macerado, tinturas madres y aceites esenciales, y la cera. Se puede utilizar para cuando tenemos el pecho cerrado por alguna congestión, como aromaterapia -porque el aroma del romero y el eucalipto ayuda a limpiar las vías respiratorias-, para cicatrizar, para aliviar un golpe, para aliviar un moretón como desinflamante.

Todo siempre entendiendo que son tiempos de la naturaleza.

—¿Creés que con Kimelü hacés un aporte a este mundo en llamas hoy?

—Me genera contradicciones responder esto, porque siento que los aportes a este mundo deben hacerse desde lo colectivo y esos son los fundamentales, lo que nace desde ahí. Sin embargo, creo que desde mi individualidad, de algo tan pequeño como un emprendimiento de cosmética natural, el aporte es necesario, ya sea ofreciendo productos naturales, que sepamos qué tiene lo que consumimos, o apostando a la autogestión y teniendo en cuenta las redes que genera esa autogestión. 

Además, por lo menos, los productos que yo elaboro son en tandas chiquitas, en momentos donde yo me encuentro muy tranquila. Limpio los espacios, pongo música, me preparo unos mates y lo hago con todo el amor del mundo, del principio hasta el final, y eso yo también creo que es un mensaje. Que consumamos, regalemos, compremos productos que sepamos que cada parte del proceso fue hecho así, con amor y con conciencia, y con respeto hacia la persona que lo va a consumir o respeto hacia la persona que lo está trabajando. 

Respeto por el entorno. Creo que eso también es un aporte fundamental a este mundo donde se está yendo todo muy de las manos.

*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Kimelü.

Palabras claves: autogestión, cordoba, cosmética natural

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