Ómicron, verano y el tetris para cuidar y cuidarnos

Ómicron, verano y el tetris para cuidar y cuidarnos
30 diciembre, 2021 por Redacción La tinta

El fin de año trajo un virulento aumento de casos COVID y, aun con un esquema de vacunación avanzado, los contagios comenzaron a subir exponencialmente, sobre todo en Córdoba con la cepa Ómicron. El caldo de cultivo ideal fueron los eventos masivos de fin de año, que se habían planificado con otro escenario más controlado. Día a día, superamos los récords de casos y ayer hubo 9.987 en Córdoba y 42.032 en el país. Por vez número mil, conversamos con el especialista de CONICET, Rodrigo Quiroga, porque en medio del cansancio, el calor y el estrés de este brote, es importante y responsable contar con buena información. 

Por Redacción La tinta

Las largas colas en los centros de testeos, la confusión en la información, las hipótesis variadas, los miedos, la ola de calor, Ómicron y el fin de año no se llevan muy bien. Es real que el récord de contagios nos tomó un poco de sorpresa, aun cuando comenzaron a llegar noticias de que en otros países ya estaba pasando. Hoy estamos ya en este viaje de la virulencia de la nueva cepa, es fin de año y abunda la frustración de los planes cancelados, el estrés de ser contacto estrecho, de tener que aislarse y no poder ver gente querida en las fiestas, de vacaciones canceladas, de incertidumbre laboral. Los tetris para cuidarnos son muy importantes, aunque estemos llegando con low battery al fin de diciembre. 

El infectólogo Pedro Cahn, director de la Fundación Huésped y asesor del gobierno nacional en los inicios de la pandemia, expresó: “El virus no nos busca, nosotros salimos en busca del virus”. La contundencia de esa afirmación no pierde vigencia. Esta nueva ola está pasando a nivel mundial y tiene algunas características particulares. No hay certezas de cómo seguirá evolucionando este virus que se reinventa todo el tiempo, pero sí hay información científica, chequeada y segura que nos ayuda para cuidarnos.

Conversamos con el Doctor en Ciencias Químicas y bioinformático de la UNC, Rodrigo Quiroga, para ordenar la información confiable y atravesar la ola con un par de certezas en las que hacer pie entre tanta inestabilidad.

De dónde venimos

Comenzamos el año con la celebración de las primeras vacunas que llegaron al país y un plan de vacunación que comenzó por las personas mayores y de riesgo. Clarín, en enero, titulaba: “Los Ni-Ni de la pandemia: 15 millones de argentinos ni esenciales ni de riesgo quedarían sin vacunarse contra el COVID”. Un discurso que se amplificó desde muchos sectores, pero que a casi un año vemos en las estadísticas otro escenario, que está permitiendo que esta ola no sea tan agresiva en lo individual. 

titular-clarin-covid-omicronHoy Argentina está posicionada entre los primeros puestos mundiales en relación a la vacunación, en esta página pueden encontrar las estadísticas a nivel mundial. Según el portal Monitor Público de Vacunación del Ministerio de Salud de Nación, más del 70% de la población tiene el esquema completo y más del 80% tiene una dosis. Se aplicaron 75 millones de vacunas. 

Quiroga es contundente: “La nota de Clarín es claramente una canallada y una muestra muy obvia de cómo se intentó hacer política con la pandemia. Nuestro país no tuvo problemas en conseguir vacunas suficientes y en un plazo razonable, los únicos países de Sudamérica que consiguieron vacunas más rápido fueron Chile y Uruguay porque compraron la vacuna Sinovac, que es de menor eficacia que las demás. Argentina decidió no comprar esa vacuna, lo cual significó que se demorara la llegada de vacunas. Somos el tercer país de latinoamérica en cuanto a velocidad y aceptación de la vacunación”. El especialista hace hincapié en el alto acatamiento respecto a la vacunación: “La gran mayoría de la población ha confiado y se ha vacunado, ahora necesitamos incrementar la vacunación en la población infantil y adolescente -que ha habido una importante reticencia desde muchos médicxs y pediatras”, agrega. 

Hay reportes tempranos de múltiples lugares donde se ha visto un aumento importante de las internaciones de niñes con Ómicron como es el caso de Sudáfrica, Reino Unido y New York. “Hicimos la primera parte muy bien que era intentar tener la mayor cantidad de gente vacunada, tenemos una vacunación muy alta en particular en los grupos de riesgo, pero como sociedad no terminamos de comprender que la pandemia no terminaba con eso”, añade Rodrigo.

Ómicron: un riesgo más colectivo que individual

Por lo que se sabe, la nueva variante tiene mayor capacidad de infectar a personas vacunadas con respecto a variantes anteriores y esto nos complica el panorama. “Hay que comprender o asumir que la pandemia no terminó y no podemos comportarnos como sí, porque es una irresponsabilidad hacerlo. En momentos de altísima circulación viral como ahora, es realmente una obligación social y moral de aumentar los cuidados y disminuir la actividad social para lograr entre todxs frenar este aumento de contagios”, afirma Quiroga.

Como explican los especialistas, tenemos que entender que la circulación viral todavía depende en gran parte de nuestro comportamiento y el investigador del CONICET hace foco en algo muy importante: no hacen falta enormes cambios, no hace falta encerrarnos todxs, pero sí ser responsables cuando se es positivo o contacto estrecho, cumplir los aislamientos correspondientes e intentar disminuir la actividad social para controlar esta ola lo antes posible con el menor impacto sobre las hospitalizaciones. Respecto de esto, Rodrigo dice que no sabemos cuánto de esta enorme ola de casos va a impactar en hospitalizaciones y si puede ser importante o no, sobre todo en ciudades chicas y pueblos y lugares turísticos.


“Lo que sucede con Ómicron puede leerse como riesgo colectivo y no individual, mejor dicho, sabemos que estamos frente a un menor riesgo de lo que estábamos en 2020 porque ya sabemos que las vacunas protegen y hay una menor probabilidad de que terminemos en terapia si nos infectamos. Pero Ómicron representa un riesgo colectivo porque, a pesar de que el riesgo si nos infectamos es menor, el riesgo de infectarnos es mayor si hay suficiente circulación viral. Por eso es que, a pesar de la protección de las vacunas y de que es más leve que otras variantes, por eso creo que representa un desafío colectivo más que individual”, asegura Quiroga. 


Otra cosa que sabemos de la nueva variante es que los tiempos se acortan. Antes tenían que pasar 3 o 4 días desde que nos contagiamos para contagiar a otrxs y ahora el tiempo parece haberse reducido a un 1 o 2 días. Además, antes teníamos síntomas a los 5 días y ahora es entre 2 y 3 días, entonces todos los tiempos son más cortos y eso hace que se propague mucho más rápido. Justamente por esto, ayer la Ministra de Salud, Carla Vizzotti, presentó el nuevo protocolo.

Córdoba, capital nacional de Ómicron

Cuando le preguntamos al investigador por qué nuestra provincia está siendo el epicentro de la nueva ola en el país, Rodrigo responde que el número de casos es casi una cuestión de mala suerte. “En todo el país, se han relajado los cuidados y se han liberado y habilitado actividades que implican alto riesgo de contagio, y Córdoba no es algo diferente en ese sentido. Pero tuvimos la mala suerte de que una o dos personas infectadas con Ómicron que ingresaron al país asistieron a eventos masivos y entonces el contagio arrancó de una manera muy acelerada”, explica. Rápidamente, arrancamos con un piso de 100/150 casos juntos, mientras que en otras provincias el crecimiento de los casos por Ómicron va un poco más lento.

“De todas maneras, se observa circulación comunitaria en muchos lugares y seguramente en dos o tres semanas vamos a estar viendo que las demás provincias tienen números de casos récord. En cada lugar donde ingresó Ómicron generó números récord: fue así en Reino Unido, Dinamarca, Noruega, Canadá, con récords históricos de casos. Córdoba no es la excepción”. 

¿Y qué hacemos con nuestros veranos? 

Nada nuevo. No reunirnos en lugares cerrados, usar barbijos y mantener la distancia son ejes que hay que volver a respetar. Vacunarnos con las 3 dosis, vacunar a les niñes e insistir a amigues y familiares que hagan lo mismo.

“La situación de emergencia amerita una reducción de la frecuencia y el tamaño de las reuniones sociales, al menos por unas semanas, hasta que empecemos a ver que la situación un poco se controla y esto siempre pensando en cuidar a los seres queridos. Por ahora, la gran mayoría de los contagios se está dando en jóvenes y ya lo hemos visto en las olas anteriores, que esos contagios empiezan a producirse en los demás rangos etarios y, cuando empiezan a contagiarse muchos mayores de 50, a la semana o dos semanas empezamos a ver un impacto fuerte en el número de internaciones. A pesar de que Ómicron sea más leve, creo que tenemos que ser cuidadosxs, no alarmarnos ni entrar en pánico, pero sí claramente ocuparnos. Ignorando a Ómicron las cosas solo pueden empeorar. Ocuparse antes que preocuparse, eso implica modificar nuestra conducta para intentar que entre todos podamos controlar y minimizar la circulación del virus en las próximas semanas”, concluyó Quiroga.

Es muy difícil predecir, hay muchas incertezas y nadie tiene la bola de cristal. Como siempre, todo sigue dependiendo del comportamiento de la población.

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: La tinta.

Palabras claves: cordoba, covid-19, pandemia

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