Al “blanco Estado”, ¡color desmanicomializado! Este año, al afiche de la 8º Marcha por el Derecho a la Salud Mental lo hicimos entre todes

Al “blanco Estado”, ¡color desmanicomializado! Este año, al afiche de la 8º Marcha por el Derecho a la Salud Mental lo hicimos entre todes
24 noviembre, 2021 por Redacción La tinta

La campaña #AficheColectivo busca visibilizar la singularidad de cada une de nosotres frente a la despersonalización institucional. En el humilde gesto de pintar un afiche en blanco, generamos imágenes que resisten, sobre las que trazamos nuestros deseos, imágenes que nos muestran y acogen, que nos devuelven la potencia de encarar, de sostenernos. 

Por María Bella del Colectivo por el Derecho a la Salud Mental para La tinta

A finales de octubre, el Estado provincial borró los murales en el Neuropsiquiátrico, IPAD y Casa del Joven. Mientras avanzan en toda la ciudad metros y metros de murales, en la Manzana de Salud Mental decidieron blanquear las intervenciones que había en el exterior de las instituciones que ahí funcionan. 

Al inicio de la pandemia, como primera medida “sanitaria” contra el virus, la dirección del Neuropsiquiátrico ya había blanqueado todos los murales del interior del hospital. Sin protocolos específicos para la guardia ni medidas en el internado, la dirección del hospital comenzó la crisis ocasionada por la COVID-19 asignando recursos a un blanqueo total.

Cada uno de los murales que decidieron borrar es fruto de talleres, articulaciones y diferentes formas de encuentro con otres. Cada pintada es un movimiento que pulsa por la apropiación de un espacio históricamente signado por el silencio.

Frente a estos avasallamientos, frente a esta violencia que pretende callarnos y borrarnos, nosotres hacemos persistir, sobrevivir y resistir un movimiento que puja por hacernos aparecer “a contrapelo” o a pesar de estas circunstancias. 


La campaña #AficheColectivo se trató de eso: de hacer aparecer la singularidad de cada une de nosotres frente a la despersonalización institucional. En el humilde gesto de pintar un afiche en blanco, generamos imágenes que resisten, sobre las que trazamos nuestros deseos, imágenes que nos muestran y acogen, que nos devuelven la potencia de encarar, de sostenernos. 


Podés ver todos los afiches desde este enlace: http://marchasaludmental.com.ar/AficheColectivo.html 

Vivimos tiempos de disputas entre dos modelos centrales de entender la salud mental. Aquel que hegemoniza los discursos, que invisibiliza, que estigmatiza, que ofrece estereotipos, que redunda en el cliché, que reduce la salud mental a fenómenos químicos y biológicos, que entiende la diversidad de las conductas como problemas y/o trastornos, que ha ofrecido históricamente encierro, segregación, drogas, electroshock, y que hoy ha evolucionado en el control y patologización de las conductas diversas. 

Y otra, centrada en el reconocimiento de les otres como iguales y singulares, basada en los derechos humanos y el modelo social de la salud que trabaja por la inclusión desde la diversidad y no la adaptación, que se sostiene desde la participación de las personas usuarias y el saber interdisciplinario por sobre la hegemonía médico-psiquiátrica, que postula la libertad de las personas con padecimiento psíquico a tomar decisiones, a la vida independiente e interdependiente, que ubica lo profesional en el acompañamiento, en los apoyos para la toma de decisiones sin sustituir la voluntad, que lucha por la reconversión de los neuropsiquiátricos y la creación de dispositivos sustitutivos al manicomio por la construcción en comunidad.

Estamos en tiempos de lucha en el campo, en tiempos de transformación y resistencia. Y se lucha en las prácticas en los centros, en las políticas públicas que determinan si finalmente se destinan más fondos a mantener a las personas encerradas o a acompañarlas en comunidad. 

Se lucha en los discursos sociales y en la programación de los noticieros, que pueden ligar la locura con la peligrosidad, o visualizar las violencias institucionales y sociales a las que son sometidas les loques. Se lucha en eliminar barreras y contra los discursos que, desde distintas tribunas políticas y mediáticas, cual máquina de emitir diagnósticos masivos, dice “que este tiempo de pandemia traerá más trastornos”.

Hoy no se puede permanecer neutral frente a la vulneración de derechos. La Ley Nacional de Salud Mental (2010), la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006) y el Código civil y comercial (reformado en el 2015) vinieron a poner en claro las cosas. Son herramientas que nos muestran el encuadre desde donde posicionarnos políticamente, para que nuestras prácticas no sustituyan a las personas, no borren sus historias, sino ayuden a valorizarlas y a construir futuros desde esos recorridos biográficos dignificados.

Este año, la 8va Marcha por el Derecho a la Salud Mental nos encuentra el próximo lunes 29 para avanzar en la transformación del sistema de atención a la salud y a la salud mental; porque ya no debiera haber más manicomios y solo tenemos retrocesos en nuestra provincia. Se trata justamente no de controlar, no de utilizar a las personas como objeto de prácticas y estudios, sino de acompañar, de construir en comunidad. 

2021: tenemos ley, exigimos dignidad.

Este lunes 29/11 en Colón y Cañada.

¡Acompañanos!

*Por María Bella del Colectivo por el Derecho a la Salud Mental para La tinta / Imagen de portada: Observatorio de Salud Mental y Derechos Humanos.

Palabras claves: Colectivo por el Derecho a la Salud Mental, cordoba, Marcha por el Derecho a la Salud Mental

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