Todo plato es político: barro, poética y activismo

Todo plato es político: barro, poética y activismo
6 agosto, 2021 por Julieta Pollo

Ceramistas por Nuestro Territorio es un colectivo unido en la defensa del ambiente en un contexto de emergencia ecológica. Lanzaron una convocatoria abierta que invita a crear platos que digan, que pregunten y que expresen cómo habitamos la alimentación.

Por Julieta Pollo para La tinta

¿Pensaste alguna vez sobre el destino de los platos que hacés? ¿O sobre el origen de los platos que usas? ¿Sobre los alimentos que se sirven en ellos? ¿Qué se pone en estos platos? ¿Conocemos lo que ponemos en nuestros platos? ¿Algo de eso nos alimenta? ¿Y los platos vacíos?

Es un objeto que usamos a diario, varias veces al día. Los hay pequeños y grandes, hondos y playos, frágiles y resistentes. El de la abuela, el de bebé, el de las mascotas. Abraza lo que comemos, lo que -se supone- nutre nuestro cuerpo y echa la vida a andar. Todo plato es político surge de la mirada política sobre la cerámica, la necesidad de encender lo colectivo y el activismo por un ambiente y una alimentación sanas en medio de la emergencia.

Esta iniciativa surge de un colectivo de ceramistas de distintas geografías que se unió para generar sentidos y reflexiones sobre el medioambiente y la alimentación desde su propio oficio. Desde 2020 vienen generando reflexiones y encuentros… hoy llevan adelante una convocatoria abierta que invita a crear platos que digan, que pregunten y que expresen cómo habitamos la alimentación. Hay tiempo de participar hasta el 21 de septiembre a través de un formulario y ya se puede disfrutar de la muestra virtual, en permanente construcción, que fue inaugurada el 1º de agosto, Día de la Pachamama.

Los últimos años, la comunidad de ceramistas en Argentina y en la región ha generado instancias colectivas y de organización presenciales, como el Encuentro Nacional de Ceramistas (ENACER) y el Barro Calchaquí, pero con las restricciones por pandemia ya no pudieron seguir encontrándose. A fines de 2020 cuando los incendios empezaron a arrasarlo todo en Córdoba y en el delta del Paraná, volvieron a enredarse. Así nació Ceramistas por Nuestro Territorio, impulsorxs de esta propuesta y con quienes conversamos para conocer más sobre el tema.

Vero Córdoba, ceramista local y coordinadora de La Cachara Cerámica, rememora cómo empezó todo: «Esa primera convocatoria el 11 de octubre de 2020 fue una invitación a encender de nuevo esas redes colectivas y nos permitió activar y posicionarnos en torno a una problemática de la cual les ceramistas estamos bastante atentes: la tierra y qué sucede en los territorios. Hay en el colectivo una semilla puesta en concientizar en torno a los recursos, a la tierra, un lugar para ser y estar, para el hacer colectivo.

Tenemos una mirada poética y política en relación a eso. Hay muchas que nos estamos empezando a preguntar, a llevar estas preguntas a nuestros talleres, espacios de enseñanza o de militancia u organización colectiva. Ceramistas por Nuestro Territorio vino a concluir esa necesidad de lo colectivo, la mirada política sobre la cerámica y manifestarnos como seres que habitamos este territorio», cuenta la alfarera desde el Valle de Traslasierra.

Realizaron campañas a través de redes sociales y organizaron tres conversatorios, «De pie por el territorio», reuniendo a más de quince ceramistas de distintos puntos del país que compartieron las realidades ambientales que atraviesan. Este año, están impulsando Todo plato es político. «Hay muchas problemáticas que giran en torno al plato: el acceso al alimento, la ley de etiquetado, los agroquímicos… montón. Y se fue complejizando cada vez más. Elegimos llamarle así porque invita a profundizar, poner en discusión desde nuestra propia práctica y también como un disparador para pensar, difundir, reflexionar», dice Emilia Burgos, ceramista de Temperley, Buenos Aires.

Ariel Walter, al igual que ella, es ceramista y vive en esa localidad del conurbano sur bonaerense: «Lo que ponés en tu plato involucra una forma de producción que muchas veces es extractivista e implica el desarraigo de la gente en los territorios, entonces esta es una forma de concientizar sobre las elecciones que tenemos, lo que llevamos al plato y qué involucra todo esto». Agrega que como ceramistas artesanales alimentan el circuito de la economía popular, social, solidaria: «Al trabajar cerámica artesanalmente entramos también en una red que pone en relieve conocer quién produce, de qué modos, que busca reconstruir los lazos que ha roto la forma capitalista establecida. Como productores cerámicos estamos hermanados con los productores agroecológicos».

Agroecología y cerámica artesanal 

Vero coincide con Ariel en que la agroecología y la cerámica artesanal son parte de una misma búsqueda. «El vínculo con la tierra tiene que ver con el alimento pero, para nosotres, también con crear y producir. Algo que nos está mostrando la convocatoria y de lo cual aprender es que hay posibilidades a la hora de producir cerámica también. La diversidad es una de las cosas que más se pone de manifiesto. Pensar en los objetos y poder mirar esa previa al alimento. Me parece interesante sumar a la importancia del origen de los alimentos, esa búsqueda del origen de los cacharros. Hay multiplicidad de técnicas, de producción… la misma impronta que dejan sus manos en ese hacer, que no es la de las máquinas que producen a escala masiva, despersonalizadamente, sin tener en cuenta procesos ni impactos. Ahí se hermanan la agroecología y la cerámica artesanal como partes de una misma búsqueda».

Florencia Melo, ceramista de La Plata, amplía esta reflexión. Ella dice que es un modo de repensar nuestras prácticas cotidianas en general: «El vínculo con los materiales, el no desperdiciar, correrse un poco de la cuestión consumista, que haya una reflexión sobre esto. Yo junto muchísimo cerámico de la calle que es desperdicio de obra… material que se sacó de la tierra, se hizo la arcilla, se hizo el cerámico, fue en camión para allá y para acá, y quedaron en una esquina siendo escombro. Lo que está más o menos bien, lo rescato, lo corto, lo uso. Es un modo de repensar desde muchos lugares cómo me estoy vinculando con lo que estoy haciendo».  

Los platos andan diciendo

La respuesta a la convocatoria ha sido una sorpresa enorme para les Ceramistas por Nuestro Territorio, cuentan que superó mucho sus expectativas iniciales. La invitación es a crear un plato cerámico inspirado en el ambiente y la ecología, sacarle una foto y escribir algún texto que acompañe la obra, para habilitar también la palabra. Es una convocatoria abierta y gratuita, «y anima a participar a personas que de repente no encuentran lugar o no llegan a las exigencias y requisitos de otro tipo de convocatorias del mundo de la cerámica. Eso abre a que sea plural y a que aparezca diversidad de miradas sobre el tema», cuenta Vero. Las obras van a ir compartiéndose en una página web como muestra virtual y esperan poder realizar una muestra física, si las medidas de aislamiento por pandemia lo permiten. Hay tiempo de participar con obras hasta el 21 de septiembre.

«Fue una sorpresa la cantidad de devoluciones, ya tenemos más de treinta platos para la muestra. El primer plato que nos llegó fue muy emocionante porque lo mandó una ceramista de raíz mapuche, y trata la problemática del agua. También Marta Kearns, que tiene como 50 años en el oficio, nos mandó fotos de una obra que hizo como a principios de los ‘90 y nos dijo que también iba a trabajar en un plato nuevo para la muestra», cuenta Emilia seguida de Ariel, que comparte otra experiencia: «Hubo un plato que llegó a la convocatoria de una comunidad de ceramistas de Paraguay. En la foto se ve el plato con alimentos regionales de allá, y como texto compartieron, justamente, la receta de cómo hacer esa comida. Nos sacó de la estructura, era tal cual, la receta». 

«En la muestra se ven reflejadas muchas y diversas miradas, cada une abordó desde lugares diferentes. Cómo lo hago, de qué lo hago, de qué me alimento», puntualiza Lorena Cámara, artista cerámica de Rojas -«capital de la soja», agrega con un gesto de desagrado-. Ella también introduce a la conversación un hilo más en los múltiples sentidos que despierta la reflexión sobre un plato: el plato vacío.

—Lorena: Particularmente estoy muy movilizada porque estuve en Buenos Aires y vi cantidad de gente que no tiene acceso a un plato. Es terrible, me impactó la cantidad de gente que está viviendo en la calle, haciendo un fueguito en la vereda para cocinar. Me hizo pensar también en el no-acceso al plato, el plato vacío.

—Emilia: Y en el desalojo también, como cara de una misma moneda ¿no? El desalojo de las tierras campesinas, el avance de la frontera agrícola y agropecuaria, en el plato está todo eso puesto en juego también. 

—César Velarde: También la explotación en el trabajo de esos modelos. En las afueras de La Plata hay una zona productiva donde trabajan con invernáculos, con trabajadores expuestos a agrotóxicos y en condiciones de explotación, mayormente bolivianos que hacen jornadas de lunes a lunes por unos pesos. Y la tierra ya está devastada después de años de ser trabajada con agrotóxicos. Es muy fuerte verlo acá cerquita nomás.

—Flor: Se habla todo el tiempo de que somos el granero del mundo, que Argentina produce alimentos para 400 millones de personas y, bueno, evidentemente no es así. No se producen cosas para comer. Lo que comemos lo producen pequeños agricultores, todo lo demás, es exportación que no genera comida, sino comestibles y productos de supermercado que no alimentan ni nutren. El movimiento por la lucha por una alimentación sana, sin veneno y genuina, tendrá que venir de las bases hacia arriba, no se va a generar de otra manera porque los intereses que hay son muy poderosos y no hay una conciencia del consumidor en exigir saber lo que está consumiendo. 

—Ariel: Hoy leía que en Salta hay una propuesta de hacer unas galletitas de soja para los nenes desnutridos de ahí: como que lo mismo que hizo que estuvieran en esa situación, es lo que plantean que los va a sacar de esa situación… terrible. Todo plato es político lleva a repensarnos un poco todo. La alimentación lo atraviesa todo y nosotres como ceramistas nos enfocamos en el plato y de ahí se va generando una red de cuestionamientos y reflexiones muy interesante.

Todo plato es político. Sumate a la convocatoria o visitá la web para conocer la muestra.

*Por Julieta Pollo para La tinta. Fotografías: Ceramistas por Nuestro Territorio. 

Palabras claves: agroecología, Alimentación, Cerámica, Ceramistas por Nuestro Territorio, Encuentro Nacional de Ceramistas Barro Calchaquí

Compartir: