Ranchada, una intención que invoca tu abrazo
Desde el arte que es político y poético, Javi Fernández crea Ranchada. Con la intención de problematizar los incendios forestales en nuestros territorios y darles visibilidad. Para aportar a los procesos de organización autónoma de brigadistas y productores culturales que se dedican a la protección y recuperación de nuestros ecosistemas.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
“Mi casa se estaba quemando y solo podía salvar una cosa.
Decidí salvar el fuego.
No tengo dónde vivir, pero el fuego vive en mí.
Y me defiende discretamente de todo lo impuro.
Mi futuro ya no es importante.
Solo cuenta la intensidad del instante”.
Jean Cocteau
Ranchada se llama la obra que podés ver en el Museo provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa de nuestra ciudad desde el pasado viernes 6 de agosto, en el marco de la exposición colectiva y cooperativa “Surfiando en Lava-Cuna”, de DTO6 Centro de las artes y los pensamientos autónomos.
Se trata de una maqueta realizada por Javi Fernández. Una micro escenografía trabajada casi en su totalidad con fósforos y materialidades orgánicas. Es una escena post incendio: una pequeña casa (con toda su historia familiar) inserta en el montecito abrasado por el fuego. Allí, un grupo de personajes, también de fósforos, pero sin haber ardido, se reúnen para acompañarse, limpiar y ver cómo tratar de reconstruir lo que ha dejado el paso del fuego. Vas a encontrar también un fanzine objeto que te podés llevar: un pliego de papel rojo y pequeño que contiene un texto que, a modo de juego, busca repensar nuestro vínculo con el fuego, resignificar las hogueras, encontrar una oportunidad, una posibilidad otra. Te regala fósforos para prender en situaciones “especiales”. Cuando este joven realizador me dice situaciones especiales, inmediatamente pienso en mi vínculo con el fuego… es que el fuego, así como puede ser imparable y brutal, también es ritual, es fuerza primitiva. Javi lo nombra como Abuelo Fuego y me habla de la importancia de vincularnos de una manera sana con él, en definitiva, de salvar el fuego de otros intereses, como los políticos.
Esta obra, inserta en un espacio tan institucionalizado para la circulación de las artes como lo es el MEC, busca salirse, expandirse y, sobre todas las cosas, fundar un espacio virtual a través de un código QR que encontrarán sobre la maqueta, en los fanzines, en pegatinas afuera del museo y por toda la ciudad de Córdoba, para vincular el arte con la problemática de los incendios forestales en la provincia.
El QR te direcciona a una página donde está nucleada la información de las Brigadas forestales y otras organizaciones vecinales, comunitarias, organizadas para darle pelea a los incendios. La idea es darles visibilidad y generar una base de datos de contacto de fácil acceso hacia cada una. “Es de mi interés que, a partir de esta vía, se puedan motorizar donaciones económicas y/o materiales según sus propias necesidades y los procesos de cada brigada, en contacto directo con las mismas y sin intermediarios”, dice Fernández.
Alianzas de fuego: brigadas forestales y guardianes del monte
De las pocas certezas que habito, hay una que me es muy clara: la salida es colectiva. Para todo, el hacer con otres, el encuentro de decires, sentires y de fuerzas es la respuesta.
Fernández me cuenta que la problemática del fuego lo sensibiliza desde hace rato: “Es algo que me tocó de cerca, en el momento de los incendios del año pasado, porque tenía un montón de gente cercana en esos territorios teniendo que reaccionar para protegerlo con lo que sabían, con lo que tenían. Entonces, en algún momento, participamos con un amigo que vivía acá haciendo chicotes para mandar donde estaban haciendo guardia”, dice. Así comienza a contarme sobre las brigadas forestales y todo su trabajo.
La realidad ambiental de la provincia de Córdoba es alarmante, sólo queda una ínfima superficie de bosque nativo, amenazada por los incendios. El año pasado, en nuestra provincia, se quemaron más de 340 mil hectáreas de bosque nativo. “Esto despertó una apropiación de la lucha ambiental, generando la intensificación de los procesos de organización comunitaria para la protección y recuperación de estos territorios constantemente amenazados, como respuesta”, explica el autor de Ranchada.
Las brigadas forestales autogestivas son una de las formas en que grupos de vecines, bomberes, brigadistas, se nuclean para formarse, capacitarse, equiparse y estar preparades para cuando los incendios amenacen de nuevo. Javi me explica que estos grupos “se organizan de manera segura, eficiente y colectiva para hacer frente a los incendios forestales, la desidia del gobierno y la falta de implementación real del Plan Provincial de Manejo del Fuego”.
Las brigadas forestales funcionan de manera autogestiva y se financian a través de venta de rifas, locro y empanadas, árboles nativos, remeras serigrafiadas, postales, etc., en puestos de ferias y en redes sociales. Son un claro ejemplo de participación ciudadana. Se capacitan en combate contra incendios forestales y actividades de prevención, se forman en primeros auxilios e intentan equiparse con herramientas y equipos de protección personal. También trabajan en red con diversos actores de la comunidad para hacer reconocimiento del territorio, articulan tareas de restauración ambiental post fuego y asesoramiento para seguir las acciones legales que responsabilizan a los culpables del daño ambiental.
Con Ranchada, su creador busca darles visibilidad y que quienes visiten la muestra del MEC o encuentren el QR por la calle “puedan acceder a sus redes sociales y ponerse en contacto con elles, para conocer sus necesidades y sumarse a participar en estos procesos desde su lugar». En la web de Ranchada, en la sección «Alianzas de Fuego«, encontrarás los links de enlace a las redes de las brigadas forestales para ponerte en contacto y también datos bancarios para hacer tus donaciones.
Productores culturales en territorio
“Yo creo que el arte y la política están ligadas. Todo es político, nuestras acciones lo son y tienen un posicionamiento, seamos conscientes o no, somos parte de pequeños engranajes que operan en todo lo que somos. Me parece que el arte es clave para pensarlo como estrategia comunicacional, para problematizar cosas, para denunciar cosas. Si las personas que nos encontramos produciendo arte o cultura, lo que sea, no ligamos esos procesos a los que nos atraviesan en el territorio en el que vivimos, yo encuentro que carecen de sentido”, afirma Javi Fernández.
Este hacedor cuenta que todo lo que hace está ligado a las plantas, la naturaleza, los bichos. Investiga en la producción de alimentos, huertas y en la preservación de especies nativas. Cuando se refiere a otres artistas que trabajan con temáticas y poéticas en diálogo con Ranchada, se nombra y les nombra como productores culturales en territorio y claramente marca una diferencia con el título de “artista”.
“Yo creo que ser artista puede ser tranquilamente una forma de poder referenciarse, de nombrarse, de hecho, hay muchas personas que lo hacen y me parece que está súper bien. Pero creo que hay un montón de disciplinas que no tienen que ver estrictamente con el arte, pero que también intervienen en una producción cultural, creativa, en términos de jugar con el diseño, mezclar lo literario, lo escénico”, me explica Javi y también dice que le gusta pensar en términos de generadores de sentido, propuestas que te despierten, te interpelen, generar cosas que vos puedas pensar con otre. Evidentemente, ahí está la potencia de poner a girar discursos desde la producción cultural.
“Al arte lo pienso como un mercado, como algo con un engranaje más aceitado dentro de una estructura mayor (¿de consumo?) en donde hay un circuito, un círculo, hay instituciones, todes jugando un juego totalmente válido. Pero a mí me interesa otra cosa, no me interesa mi nombre en lo que muestro, me interesa interpelar, charlar con el vecino y contar lo que estamos haciendo o que sucedan cosas en lo cercano. Hacer que las cosas crezcan. Hoy, hay una diversidad de estrategias para mover las producciones que uno hace y está re bueno. Te llevan a un montón de otros lugares, otras ciudades, te conectan con otras personas que trabajan lo mismo o cosas similares”, cuenta Fernández.
A Fernández le interesa comunicar, visibilizar no solo desde sus producciones, sino que nuclea y convida producciones de otres con quienes dialoga en relación a las propuestas creativas. Por esto, en la página de Ranchada, encontrarás una sección que se llama “Prenderse fuego, acciones que abrasan”.
Los incendios del año pasado despertaron una gran preocupación en diferentes sectores de la sociedad. Ámbitos académicos, científicos, artísticos, comunicacionales, proponen acciones que se vinculan y entretejen un posicionamiento político consciente que busca acercarse a conseguir soluciones, hacerse cargo de lo que nos afecta a todes, generando nuevos sentidos en los que nos transformamos y reposicionamos constantemente, comparte Javi Fernández en la web de Ranchada. En esta sección, encontrarán ventanas abiertas a las redes y los accionares de productores culturales en nuestro territorio. Se trata de producciones individuales y colectivas que interpelan, al igual que la obra de Fernández, sobre las problemáticas ambientales que nos atraviesan. «Tal vez un camino de ida hacia prácticas de respeto y cuidado, hacia la recuperación de nuestros territorios”, reflexiona Javi.
Una ranchada en “Surfiando en lava-cuna”
Ranchada habita en “Surfiando en lava-cuna”, la exposición colectiva de artistas nucleades en DTO6, que se desarrolla en las salas 5, 6 y 7 del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa. Esta exhibición multidisciplinaria y polifacética, en la que intervienen más de 60 artistas, pone foco en un recorte de la escena artística e intelectual nacional e internacional contemporánea que incluye dibujos, pinturas, grabados, esculturas, video arte, instalaciones, multimedias, performances, intervenciones, poesías, poesías visuales, ideas, teatro, música.
Durante todo este mes, proponen en sus salas una serie de experiencias vinculadas a lo sonoro, visual, corpóreo y del habla tales como acciones, intervenciones y performances. Podés visitar Ranchada en “Surfiando en Lava-cuna” de martes a domingos y feriados, de 10 a 19 horas, en el MEC, ingreso por Av. Deodoro Roca. Los miércoles, las entradas a todos los museos son gratuitas y los otros días podés adquirir tu entrada por Autoentrada.
*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta.